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Los participantes comenzaron a fabricar el aguardiente, a partir de mosto, a las 11.00 horas y terminaron alrededor de las 17.00. :: V. MELGAR
Jubrique se calienta a golpe de tragos de aguardiente
MÁLAGA

Jubrique se calienta a golpe de tragos de aguardiente

El municipio, que llegó a contar con 70 fábricas en el siglo XVIII que vendían en toda Andalucía, celebra un concurso entre sus habitantes Recupera su tradición de elaborar la bebida destilada en alambiques de cobre

VANESSA MELGAR

Domingo, 29 de diciembre 2013, 11:16

Dice Fermín que la receta del aguardiente se perderá en su familia cuando él deje de fabricarlo. «Tengo tres hijas y ninguna quiere saber nada. La receta se ha pasado de padres a hijos», explicó este vecino de Jubrique, municipio ubicado en pleno corazón del Valle del Genal, en la Serranía de Ronda. Desde antaño es conocido como 'Jubriquillo, el del aguardiente', el alambique forma parte de su escudo y hasta una popular copla dice que 'los que gusten de catar los zumos del alambique mejores no los tendrán que en los pagos de Jubrique'. En el siglo XVIII la localidad llegó a contar con hasta 70 fábricas de esta bebida alcohólica destilada a partir de mosto que era vendida desde este rincón de Málaga en toda Andalucía y fuera de ella gracias al cultivo de la vid que más tarde fue arrasado por la enfermedad de la filoxera: «Antes había tantos alambiques como casas en el pueblo. Era raro la finca o la casa que no lo tenía. Ahora se fabrica para consumo propio», comentó Leonor Jarrillo y añadió: «En la actualidad tendría que haber alambiques fabricando como antes para vender este producto».

El marido de Leonor participó ayer en el I Concurso de aguardiente organizado por el Ayuntamiento, un evento con el que la localidad quiere recuperar esta tradición: «Jubrique era conocido por sus vinos y por el aguardiente y hoy en día esta tradición se está perdiendo », narró el alcalde, el socialista David Sánchez: «Es la seña de identidad de nuestro pueblo. Queremos que los vecinos participen cada año», afirmó. Y es que la actividad de los tradicionales alambiques de cobre se ha ido apagando con el paso de los años. La gran mayoría de ellos han terminado adornando los hogares.

Remedio contra el frío

El I Concurso de aguardiente nace con vocación de continuidad, relató el alcalde. Éste explicó que la primera edición contó con cuatro participantes que a las 11.00 horas empezaron a elaborar el aguardiente en la plaza del pueblo y terminaron alrededor de las 17.00 horas. «Me parece muy buena idea. No queremos que se pierda esta tradición tan querida», subrayó Rafael Ramírez, otro vecino de esta localidad que apenas roza los 800 habitantes.

«Aquí es muy típico beber un trago de aguardiente por las mañanas, junto al café. Es el mejor remedio contra el frío», matizó Fermín que, junto con Fina Márquez, Manuel Pérez, Fermín Torres y José Aguilar, participó en el concurso. Finalmente, fue la única mujer, Fina, la que se hizo con el primer premio.

Tres 'cochuras'

En cuanto al proceso de elaboración, los vecinos explicaron que la caldera del alambique, que en Jubrique podían alcanzar los 5.000 litros de capacidad, se llena de mosto, se pone la cabeza y se pone líquido en las juntas para que cuando comience a salir el vapor no se salga. Éste sube por el serpentín que atraviesa un depósito de agua fría o 'botaso'. El vapor dentro del serpentín se condensa al contacto con el agua fría y se obtiene un primer líquido que se llama 'cochura'. La 'cochura' aún no es el aguardiente. Este líquido se tiene que cocer hasta tres veces y finalmente se añade le matalahúva.

El I Concurso de aguardiente se cerró con una degustación gratuita de chocolate caliente y de dulces típicos del pueblo y de la Serranía de Ronda. Un grupo de mujeres elaboró ricos buñuelos de anís en directo, muy típicos de estas fechas navideñas, como explicó Concepción Medina, 'maestra buñuelera', para acompañar el aguardiente.

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