Un grupo de capital libio hará una inversión millonaria para reabrir el Don Miguel en 2015

Después casi una década cerrado a cal y canto el emblemático hotel Don Miguel parece tener allanado el camino hacia su reapertura como resort cinco estrellas gran lujo. El grupo inversor de capital árabe que compró las instalaciones el año pasado ha dado los primeros pasos para que, de nuevo, uno de los buques insignia del turismo en la Costa del Sol vuelva a aparecer en las más exclusivas guías y circuitos de viajes. De hecho, ya sitúan en 2015 la fecha en la que, si se cumplen los plazos, el establecimiento pueda reabrir sus puertas.

De momento los promotores se reservan los detalles de un proyecto en el que se calcula, según varias fuentes consultadas, que podrían invertirse cerca de 50 millones de euros. La empresa opta por actuar con sigilo en este punto y de momento no da una cifra oficial.

Con la gestión de las pertinentes licencias en marcha, y ultimando los últimos flecos del proyecto definitivo, los promotores del nuevo gran hotel esperan que entre enero y febrero del próximo año se pueda abrir el concurso público para la licitación de las obras de construcción. Solvencia económica y experiencia internacional serán dos de los principales factores que se tendrán en cuenta a la hora de seleccionar a la firma constructora.

La Fundación Magna Invest, establecida en Luxemburgo y con capital libio, según confirmaron fuentes del sector turístico, adquirió el establecimiento a través de su sociedad española Magna Hotels & Resort que gestionará el Magna Palace Marbella. Será su primer proyecto en España y consistirá en la reforma y posterior gestión del conocido hotel marbellí, indicaron a SUR fuentes de la compañía.

Magna Invest se presenta como un grupo internacional especializado en «la ejecución de proyectos innovadores centrado en bienes inmuebles, gestión de activos y el sector de la hostelería». Su filial constituida en España en 2012, Magna Invest and Resort, nace con el objetivo de desarrollar «proyectos pioneros permitiendo una nueva visión de la industria hotelera a nivel mundial».

Con esa filosofía, el grupo apuesta por un recinto que ofrezca un exclusivo servicio, de ahí que no se haya escatimado en lujos. Dispondrá de 300 habitaciones 'deluxe' y 73 suites; 12 restaurantes gastronómicos -uno de ellos en la última planta y con inmejorables vistas-; un centro de negocios con varias salas de congresos; un centro comercial de 22.000 metros cuadrados; un centro spa con gimnasio de 5.000 metros cuadrados; una discoteca y hasta un complejo de cine.

Los primeros pasos en la recuperación de mítico hotel no solo son visibles en el ámbito administrativo, también lo son sobre el terreno. Durante los ocho años en los que ha permanecido en estado de abandono, el establecimiento ha sufrido todo tipo de actos vandálicos que han acelerado su deterioro natural. Los saqueadores llegaron a sustraer hasta los cables de cobre de los ascensores.

Protección

Para evitar que el vandalismo siga haciendo mella en el edificio, los nuevos propietarios solicitaron permiso al Ayuntamiento de Marbella para cercar el perímetro del recinto, limitando así el libre acceso de los delincuentes. Igualmente se han estado realizando tareas de limpieza y desbroce.

Los nuevos propietarios saben de la importancia del proyecto que tienen entre manos y no dudan en afirmar que el futuro hotel cinco estrellas de lujo se convertirá en una «atracción única» en la Costa del Sol. La envergadura del mítico establecimiento así lo augura: levantado sobre una parcela de 70.000 metros cuadrados que incluye un área construida de 15.000 metros cuadrados. Actualmente, con diez plantas y 500 habitaciones, el hotel dispone de un terreno anexo de 60.000 metros cuadrados con áreas deportivas.

La noticia de la posible reapertura del Don Miguel tras la adquisición del establecimiento por un nuevo grupo inversor supuso un respiro para el sector turístico de la Costa del Sol, acostumbrado en los últimos tiempos a sorpresas mucho menos positivas. Además, la aparición de nuevo capital puso fin a ocho años de lucha de los antiguos trabajadores por cobrar los salarios e indemnizaciones que la empresas que echó el cierre les dejo pendientes.

Ahora parece que el hotel Don Miguel escribirá un nuevo capitulo en su historia. Sus nuevos dueños han visto claro desde el principio las posibilidades de Marbella «y su gran capacidad de atraer clientes de todas las partes del mundo».