Un estudio meteorológico prevé que en Semana Santa podría llover un día

¿Lloverá la próxima Semana Santa? Es la pregunta que se hacen -mirando al cielo- miles de cofrades, hosteleros, profesionales turísticos y personas que habían pensado viajar a Málaga el mes que viene para conocer sus procesiones. ¿El veredicto? Podría caer algún chaparrón, sí, pero solo uno de los días, y el que tiene más papeletas es el Viernes Santo.

Así se pone de relieve en el informe 'Precipitaciones en la Semana Santa de Málaga', que cada año elaboran Fausto Polvorinos y Pablo Aguayo, meteorólogos del centro provincial de Aemet. Este documento incluye un estudio climatológico de la distribución de las precipitaciones durante los días 17 al 24 de abril del periodo 1943-2010.

En el 59% de los años analizados hubo chubascos al menos un día, mientras que empatan en porcentaje los años en que no hubo ninguno y en los que se contaron al menos dos (41%). De estos, durante los últimos 68 los más húmedos fueron el 22 y el 24 de abril (Viernes Santo y Domingo de Resurrección), mientras que el 19 de abril (Martes Santo) ha sido históricamente el más seco. El porcentaje de los demás días está en niveles muy bajos, dentro del intervalo comprendido entre el 22 y el 28%.

Dicho de otro modo, en el periodo analizado la distribución de las lluvias fue de uno de cada cuatro, el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección; un día de cada cinco, el Domingo de Ramos, el Lunes y el Sábado Santo; uno de cada seis, el Miércoles y el Jueves Santo; y solo uno de cada ocho el Martes Santo. Con todo, si solo se tienen en cuenta las precipitaciones mayores a un litro, el peor sería el último domingo.

El día de la incertidumbre

El informe también tiene en cuenta el día de mayor incertidumbre (cuando parece que va a caer y finalmente no lo hace), que es el Jueves Santo: la mitad de los días en que hubo chubascos estos fueron prácticamente inapreciables. Como este, el documento incluye varios datos para la esperanza. Así, en el 73% de los 544 días que se han estudiado no llovió nada y solo en el 20% la cantidad fue reseñable. Además, en veinte años de los 68 no cayó ni una sola gota; y en otros 8 esta fue apenas un chispeo.

Los expertos también tienen en cuenta el reparto de los chubascos conforme a las estadísticas más completas, que parten desde 1981. Nuevamente, el Viernes Santo es el que sale peor parado: ha llovido 13 de los 30 años, siete de ellos con más de un litro. Mientras, el Lunes Santo solo en dos ocasiones lo ha hecho después de las 19.00 horas, por lo que la procesión de Jesús Cautivo no se vería afectada, al menos sobre el papel.

El Domingo de Ramos, ha llovido en cuatro ocasiones por la mañana, y otras cuatro por la tarde. Y el Martes Santo después del mediodía solamente hubo chubascos en dos ocasiones. Como conclusión, durante estos treinta años se observa que la probabilidad de aguaceros es mayor después del amanecer y especialmente hacia el mediodía.

Por último, si se tiene en cuenta la duración de los fenómenos adversos, el 44% de las veces duraron menos de una hora; el 62% estuvieron por debajo de las dos horas y solo el 23% se prolongaron más allá de las tres. Como efeméride, la mayor tormenta en estas tres décadas se produjo el 23 de abril de 1994, cuando se prolongó durante doce horas.