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Christine Lagarde. /S. Khan (Afp)
La OCDE y el FMI reprenden a España por el paro y la poca fluidez del crédito
MACROECONOMÍA

La OCDE y el FMI reprenden a España por el paro y la poca fluidez del crédito

El club de los países ricos rescata sus recetas de suprimir la ultraactividad de los convenios y ejercer más presión sobre los parados con prestaciones

CÉSAR CALVAR

Sábado, 22 de febrero 2014, 15:11

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España todavía deberá de resolver graves problemas, sobre todo relacionados con la salud de sus mercados laboral y del crédito, y afrontar importantes desafíos antes de dar por superada la crisis. Esa es la conclusión general esbozada ayer por dos imporantes organismos internacionales, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sendos informes en los que recuerdan que, pese al optimismo que proyecta el Gobierno desde finales de 2013, el vaso de la recuperación sólo está medio lleno y, sin una actuación decidida y a tiempo, su contenido podría perderse del todo.

En su informe provisional Going for Growth (apuesta por el crecimiento) de 2014, la OCDE constata que el ajuste producido como resultado de la crisis ha sido «especialmente doloroso» en España. Sugiere que hay terrenos, entre los que destaca el mercado de trabajo, donde los resultados no han sido los deseados. Y lo peor, deja claro que no cree que la situación vaya a mejorar con carácter inmediato: «Tras variso años de consolidación fiscal, ajustes en los balances del sector privado, bajos niveles de confianza y deterioro de la oferta de crédito, España se encuentra ahora ante unas tasas de desempleo de dos dígitos y sin indicios claros de que se pueda producir una recuperación rápida», alerta el organismo con sede en París que agrupa a las economías más desarrolladas del planeta.

La OCDE recuerda a España que los «objetivos fundamentales» siguen siendo abordar de manera decidida el legado que la crisis ha dejado en el mercado de trabajo y restablecer la competitividad. Y reitera una serie de recomendaciones suyas que cree que podrían ayudar a superar el bache.

Las más llamativas de esas propuestas ahondan en su ya habitual exigencia de dar otra vuelta de tuerca a la reforma laboral. En particular, la institución que preside el mexicano Ángel Gurría propone que el Gobierno tome medidas para «conseguir que los salarios sean más sensibles a las condiciones específicas de las empresas y de la economía en general». Una forma velada de solicitar que los empresarios puedan bajar los sueldos de sus empleados en función de la marcha de sus negocios, para que el despido no sea la primera opción cada vez que toque hacer ajustes. En ese sentido, la OCDE insiste en su vieja receta de «suprimir las prórrogas legales de los convenios colectivos», la llamada ultraactividad, que a día de hoy permite prorrogar la vigencia de esos acuerdos hasta un año para dar margen a pactar otros nuevos.

Asimismo, el club de los países ricos sugiere mejorar las políticas activas de empleo, pero no mediante una mayor asignación de recursos, sino incrementado la presión sobre los parados. En sus propias palabras, «mediante un mayor seguimiento de los esfuerzos efectuados en la búsqueda de empleo por los perceptores de prestaciones de desempleo». El organismo también receta al Gobierno de Mariano Rajoy ampliar «la formación entre los desempleados».

Indemnización por despido

La OCDE reconoce que el Ejecutivo ya ha adoptado algunas medidas en la buena dirección. Entre ellas, cita las encaminadas a liberalizar el sector del comercio minorista (facilidades en la concesión de licencias a pequeños establecimientos, mayor libertad de horarios y simplificación de la regulación) y, en el ámbito estrictamente del mercado de trabajo, el esfuerzo realizado para dar prioridad a los convenios colectivos a nivel de empresa en detrimento de los sectoriales. También destaca que se han «ampliado y aclarado los criterios de despido» y «reducido la indemnización» a los trabajadores despedidos.

Por su parte, el FMI emitió ayer su quinto y último informe de evaluación sobre el programa de rescate del sector financiero español, que consideró «completado». El organismo multilateral aprecia que las condiciones financieras «han mejorado radicalmente» desde julio de 2012, pero alerta de que el país aún se enfrenta a «importantes desafíos», entre los que destaca la «persistente contracción del crédito a las empresas», que considera uno de los principales obstáculos a la recuperación. Para estimularlo, pidió extender a 2014 «la limitación de dividendos» (algo ya acordado por el Banco de España); instó a los bancos a «construir su 'core capital' aprovechando los mercados y emitiendo acciones» y a los hogares a seguir reduciendo su deuda.

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