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El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano. ::

«Se pueden quedar con sus impuestos si nos mandan sus fábricas»

Antonio Ramírez de Arellano. Consejero de Economía y Conocimiento

LALIA GONZÁLEZ-SANTIAGO

Domingo, 2 de octubre 2016, 01:35

El conflicto norte-sur, político y económico, está servido, ahora en el marco de España. El responsable de la economía andaluza, Antonio Ramírez de Arellano, tiene una visión singular sobre la situación, llena de presagios, original y, por qué no, discutible. Merece la pena atenderla.

-¿Cómo va a ir el año económico?, ¿qué magnitudes macro maneja?, ¿se resiente la economía andaluza de la falta de gobierno?

-El principal factor de influencia, sobre nuestra economía y sobre toda la de España, es la situación internacional, el precio del petróleo, las dificultades que se acumulan y que llevan a una ralentización general. Andalucía siempre lo nota antes, porque entra por aquí todo el crudo que llega a España. Estamos creciendo un 3%, algo menos en Andalucía. Eso indica que a nivel global el año que viene va a ir todo más lento, pero estamos creciendo más deprisa que en Europa y que otros competidores.

-El año pasado habló de que se detecta el cambio de modelo productivo

-Para mí no son cambios estructurales hasta que no observamos la trayectoria de nuestro crecimiento y lo verdaderamente importante, el verdadero cambio estructural es observar que los medios de producción, que la reindustrialización, es efectiva. Esto no es un proyecto regional, sino nacional. España tiene sus fábricas, sus principales factores de producción en el norte, cerca de la frontera con Francia. Tiene tanto allí instalado que hay tejido, como cuando tienes células sueltas, cuando se unen forman tejido. Esto no ha sido una cuestión de poco tiempo, sino de décadas, cuando se decidió enfocar a España a producir para Europa, por eso las fábricas están allí, en detrimento de otras regiones. Cuanto más lejos está una provincia o región de la frontera, más paro tiene. No puede estar relacionado con que la gente sea más tonta cuanto más lejos vive de Francia. Por tanto, tiene que ser una cuestión política.

-¿En qué sentido?

-Había factores estructurales históricos que dificultaban el equilibrio. La población activa andaluza y las infraestructuras hace 35 años eran muy débiles. Hoy día han cambiado. Europa va a pasar una situación muy difícil en las próximas décadas. Esperemos que salga del estancamiento. Draghi, el gran gurú, por fin ha dicho algo que esperábamos desde hace mucho tiempo, que tienen que subir los salarios de manera racional para que economía se reactive.

-¿Cómo afrontar el cambio?

-Europa no va a ser un lugar para expandir nuestras exportaciones de manera muy notable, aunque siga siendo un gran mercado. En el futuro hace falta mirar a la periferia, hacia el sur. Aquí necesitamos fábricas, no debemos engañar nuestro razonamiento cuando nos intentan hacer creer en las balanzas fiscales. En definitiva, se pueden quedar con sus impuestos si nos mandan sus fábricas. Porque por aquí pasa la cinta transportadora del comercio mundial, que va a vivir una situación bastante más pujante que la de Centroeuropa. Por tanto, por más que quieran disfrazarlo no es responsabilidad de los gobiernos regionales. España tiene que realizar un reequilibrio de los medios de riqueza.

-¿Lo relaciona con la falta de convergencia?

-Escucho en el Parlamento de manera constante que Andalucía no sale de las cifras de paro, de su retraso, y es que lleva 35 años corrigiendo los problemas estructurales que le hacían estar en el pasado. Hace 35 años aquí un 22% de la población tenía formación reglada. En España, más del 50%. Hoy día, pese a que se diga que somos unos fracasados, en Andalucía es del 88% y en España del 89%. Lo cual implica que ahora sabemos leer y escribir. Tenemos ingenieros, ingenieras, personas que saben hacer las cosas, tenemos infraestructuras aceptables, siete puertos, factores de competitividad excelentes. Hay que leer la Constitución. Los gobiernos regionales son responsables de generar y sostener esos factores de competitividad, los servicios públicos, pero el resto, las apuestas, las grandes infraestructuras, es cuestión del Estado, son grandes decisiones nacionales.

Desgobierno

-¿Afecta a la economía andaluza que no haya gobierno?

-Ya lo creo, porque esas decisiones fundamentales que deberíamos estar discutiendo en este país no se toman. Estamos atascados con el nuevo modelo de financiación. Hace falta. Para sostener el encargo de la Constitución de que haya sociedad competitiva, necesitamos medios, estar igual que resto de España, para que no nos vuelva a dejar atrás como en el pasado. Nos dejaron atrás intencionadamente. En este proyecto del norte hacía falta mano de obra. No fue una casualidad. Además hace falta un proyecto de país, que como es lógico no es decidir los encajes territoriales, es la economía, la sociedad que queremos. El resto de debates son fuegos de artificio para distraer de los verdaderos problemas.

-¿Cuáles?

-La cuestión es si hay interés en que no haya gobierno o que sea débil, para no abordar el problema de fondo, que es este: el paro. El mapa de un país con las tasas más altas en el sur y las más bajas en el norte. Responde a una estructura económica. En Andalucía tenemos nuestro mismo problema que es Cádiz. ¿Qué podemos hacer? ¿Industria aeronáutica?, ya tiene, agroalimentación, también; playas, las mejores, dos puertos, uno de ellos el más importante del sur de Europa, un aeropuerto. ¿Qué le falta? Que son células aisladas, no generan tejido. Tenemos un sector agrícola muy potente pero no conectado con el industrial, para fabricar los bienes de equipo necesarios.

-Esboza usted ese tema de fondo que se está ya planteando, un conflicto Norte-Sur en España

-Te lees la historia de la economía y te enteras de cosas. Cuando el comercio con América, el sur era rico y el norte pobre. Cuando perdemos las colonias los gobernantes se plantean qué hacer, si los mercados han desaparecido,y miran a Europa. Hay un proceso desmantelamiento económico del sur para llevarlo al norte. Por eso el principal reto de este país es reequilibrar, porque esta situación es insostenible.

-Hemos visto con motivo de las elecciones vascas el objetivo de bajar del 10% de la tasa de paro; el orgullo por la marcha de la economía...

-A determinados territorios la apuesta de Estado les ha beneficiado y les ha conducido a creer que son mejores y a generar una dinámica norte sur, que se manifiesta en el conflicto del PSOE y en general.

-También está presente en el debate catalán.

-Se han dado cuenta en Cataluña y País Vasco de que esto es insostenible, que alguna vez los de aquí abajo van a alzar la mano. Hay un desequilibrio muy fuerte no relacionado con los medios del territorio. La más rica es Andalucía, en términos de riqueza territorial. ¿En que momento pide igualdad la gente? Cuando sabe leer y escribir. Los andaluces ya sabemos. Hace falta un proyecto de Estado. Cuando uno se casa piensa primero en con qué medios cuenta. Aquí hablamos de estado federal, pero no de qué vamos a vivir.

-¿Nota Andalucía la falta de gobierno?

-Absolutamente. Cinco años enteros apostando cero por Andalucía. Se nos niega de manera sistemática la Disposición Adicional III, el corredor mediterráneo acaba en Valencia... Es una acción deliberada, sin duda. Los países no salen solos de la crisis, requieren pensar. Guardo cierto optimismo, por los andaluces jóvenes, que vienen con otro mundo. ¿Cuánto va a pasar hasta que digan, vamos a hablar primero de las cosas de comer y luego del régimen de gananciales?.

-En materia aeronáutica, una industria fundamental para el tan ansiado nuevo modelo productivo, ¿el Gobierno de España ha defendido los intereses del país en el consorcio? Hay inquietud y nuevos recortes en las fábricas andaluzas de Airbus.

-Mi opinión es que no, hay una enorme preocupación. Airbus es el principal tractor del sector. No se puede olvidar que España, con sus fábricas andaluzas, es uno de los pocos países del mundo capaces de construir aviones, habrá 8 ó 10 sólo, somos la envidia de muchos lugares. Alemania fabrica menos pero está muy especializado, en especial en el Eurofighter. Ese programa ha entrado en una etapa de disminución y los alemanes están recolocando a su gente en el programa Airbus, porque su estado defiende su posición en el consorcio. España tiene sólo un 5%, pero hay que hacer una acción política para defender al menos lo que es nuestro. Creo que el Gobierno de España ha tenido una actitud demasiado pasiva en defender los intereses nacionales. Hay que estar muy pendientes y no perder oportunidades. Sevilla puede ser un referente en reparación de aviones, cuenta con una maestranza aérea que se puede incorporar al menú de servicios. Tenemos que diversificar.

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