Una avería informática en los juzgados de Marbella deja en cuatro días 3.400 escritos sin tramitar

Las nuevas tecnologías han jugado una mala pasada a los jueces de Primera Instancia de Marbella que llevan cuatro días mano sobre mano. La culpa la tiene un microchip que ha vuelto loco a Adriano, programa informático con el que operan en red los ordenadores de los juzgados andaluces desde hace una década. Demandas, exhortos, denuncias, citaciones y comisiones rogatorias se han acumulado en el Servicio Común del partido judicial, dependiente del Decanato. El panorama ayer era desolador: 3.400 escritos sin tramitar encima de la mesa y los funcionarios con los brazos cruzados sin poder trabajar.

A las nueve de la mañana del lunes los ordenadores no iban. Todos estaban bloqueados sin posibilidad de archivar, tramitar o registrar ningún escrito. Desde el Decanato dieron aviso a mantenimiento. «!Uh! ¡qué mala pinta tiene esto! Va ser una pieza que está mal» fue la respuesta que encontraron. Los jueces también sufren la burocracia de la administración así que tras muchas revisiones y opiniones encontradas resultó que efectivamente, el problema era una pieza defectuosa en el servidor que había que pedir a Sevilla. Para cuando se arregló, a las dos de la tarde de ayer, los juzgados civiles estaban aún más saturados que de costumbre. Sólo en escritos de abogados y procuradores los juzgados de Primera Instancia han recogido en cuatro días 1.300 documentos. El problema es que el lunes aún quedaban por archivar otros 600 del jueves y el viernes anterior.

Los papeles acumulados en estos cuatro días dan una idea del volumen de asuntos que registran los órganos judiciales de Marbella, especialmente en la vía civil, donde superan en un 130% las cargas de trabajo establecidas como razonables por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Así, en esos cuatro días de parón informático el Servicio Común del Decanato ha registrado de media 300 demandas, que se han quedado sin registrar y sin ser trasladadas a los juzgados civiles; entre 250 y 300 denuncias, exhortos y comisiones rogatorias, a los que se suman los 350 exhortos pendientes de tramitar del Servicio Común. «Los juzgados están abiertos y siguen entrando asuntos aunque no se les pueda dar salida. No es lógico que la Junta de Andalucía tarde cuatro días para arreglar un fallo informático», explicaba ayer el representante sindical de CSIF Celestino Velasco.

Sin Red

El Decanato, el Registro Civil y los seis juzgados de Primera Instancia -a los de Instrucción no les ha afectado por estar ubicados en otro edificio- no han podido turnar ni una sola demanda, ni tramitar un solo escrito ni dictar resolución alguna. La avería ha dejado sin correo electrónico y sin Internet a todos los jueces y funcionarios y ha afectado a prácticamente todos los aparatos, incluidas las impresoras, también conectadas en red. «Sólo funcionaban las pequeñas que los jueces tenemos en nuestros despachos que sirven para imprimir algún papel puntual», señaló ayer Ángel Sánchez, juez decano de Marbella.

Es la primera vez que los magistrados se enfrentaban a una situación de caos informático como ésta, pero no ha sido el único problema con el que han tenido que lidiar en los últimos meses. Hace poco tuvieron que trabajar con una única sala disponible para celebrar juicios. El resto tenían el equipo de grabación que se utiliza para las declaraciones y la pruebas periciales fuera de servicio. Como explicó la jueza de Primera Instancia 4, del que depende el Registro Civil, «nos las hemos apañado porque aún había muchos jueces de vacaciones, si nos pasa ahora sería aún peor».

Más personal y taxis

El problema informático no es la única queja que ayer hacía pública el sindicato CSIF. El Servicio Común del Decanato mantiene el mismo número de funcionarios desde 2006, cuando había cinco juzgados de Primera Instancia y cinco de Instrucción. Ahora son 12, tras la creación a finales de ese año de uno más de Primera Instancia y el juzgado de Violencia sobre la Mujer que nació a finales del año pasado. En total cuentan con 15 funcionarios, tres tramitadores judiciales, cinco gestores y siete del cuerpo auxiliar. «Hay mucho más trabajo para la misma gente. Estamos colapsados», apuntó Celestino Velasco. «Al menos no nos han quitado los taxis», dijo bromeando en relación a la polémica Instrucción 2/2009 de la Viceconsejería de Justicia y Administración Pública que restringe el uso de taxis en el servicio común de Notificaciones y Embargos.

Actualmente cuentan con tres taxis, dos para las zonas urbanas y uno más para el extrarradio para notificaciones, citaciones y requerimientos. «Dada la dispersión geográfica en Marbella, con urbanizaciones difíciles de localizar a las que no llega el autobús, el servicio de taxis no sólo es necesario sino que debería ampliarse». Velasco confió en que la medida no llegue a Marbella. «El bono bus sería poco efectivo aquí», apuntó.