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MÁLAGA

Un programa piloto en el barrio de San Andrés intentará atajar la agresividad de hijos a padres

El equipo especializado de Bienestar Social ha atendido ya medio millar de casos procedentes de todos los distritos de la capital

GEMA MARTÍNEZ

Sábado, 10 de mayo 2008, 03:51

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El Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga va a desarrollar en la barriada de San Andrés un programa piloto para intervenir en casos graves de conflictos entre hijos y padres, que se manifiesta de forma preocupante en las actitudes agresivas que manifiestan muchos adolescentes, especialmente hacia sus madres.

Según explicó ayer la edil de Bienestar Social, María Victoria Romero, este tipo de problemática ha crecido de forma importante en los últimos dos años y los casos se localizan en todos los distritos de la capital, «también en Cerrado de Calderón y en El Limonar», afirmó. De hecho, el equipo de intervención y mediación que trabaja desde el área ha atendido a un total de 500 familias con este problema.

Ahora, con el convenio que se ha firmado con la Asociación de Vecinos Unificada Nuevo San Andrés, el objetivo es acercar este recurso al barrio, ver cómo funciona y estudiar la posibilidad de implantarlo en otros distritos de forma paulatina. El motivo por el que el Ayuntamiento ha decidido empezar en San Andrés, no es otro que la petición expresa formulada por la presidenta de la citada asociación, según Romero.

Tipo de intervención

El programa, que tiene una duración inicial del un año y que cuenta con un subvención municipal de 6.000 euros, trabajará en la zona a través de una psicóloga especializada en este tipo de conflictos. Según ha explicado la edil, las intervenciones serán tanto individuales como grupales. Así, se trabajará con las madres en grupos de autoayuda; y también con los núcleos familiares, además de analizar las características particulares de cada caso.

Agresividad, violencia verbal, desobediencia, engaños y salidas de tono están detrás de muchas de las conductas manifestadas por los adolescentes, que llegan a alcanzar un grado tal de virulencia que muchos padres se ven en la obligación de acudir a diferentes instituciones para plantear una situación que consideran se les ha escapado de las manos.

De hecho, la desesperación ya ha llevado a muchas familias a acudir al Defensor del Pueblo Andaluz para exponer su caso, que en ocasiones esconde determinados problemas de conducta de los menores, que deben ser abordados de forma especializada.

Los casos comenzaron a llegar a organismos como el Servicio de Protección al Menor hace un lustro, con padres que pedían que se hicieran cargo de sus hijos, a los que no podían controlar. Desde entonces, este problema no ha dejado de crecer, y de hecho organizaciones como Proyecto Hombre ya tienen programas específicos dirigidos a adolescentes conflictivos y a sus familias.

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