LA SEMANA EN SUR: El anisakis asiste a los consejos de ministros
PEDRO LUIS GÓMEZ
Domingo, 25 de noviembre 2007, 03:29
LOS empresarios hosteleros malagueños esperan frotándose las manos que a partir del día 23 de diciembre los AVE dejen cada día un mogollón de ciudadanos ... de lares diversos e incluso lejanos en el centro de Málaga. Así lo comentaba con satisfacción un grupo de empresarios, encabezados por el presidente de Aehcos, Salvador Vilches, en la copa que antecedió a la cena del XXX aniversario (¿felicidades!) de la referida asociación. Mal siguen haciendo quienes quieren enfrentarse por cuestiones políticas a algo que tiene muy ilusionados a los malagueños. Y es que viendo la fotografía de primera página de ayer de SUR, con el AVE en la estación de Málaga María Zambrano, a uno se le vienen a la cabeza aquellos históricos viajes de su juventud en el no menos histórico Talgo, todo un lujo que nos podíamos dar de tarde en tarde, en el que el trayecto de Madrid a Málaga se hacía en tan sólo unas 8 horas, nada comparado con las 14 que tardaba el curiosamente llamado 'Rápido', en el que viajaban hasta cabras en segunda... Aquel Talgo salía de Atocha sobre las tres de la tarde y sobre las diez y cuarto de la noche llegaba a la estación malacitana. Estamos hablando, ¿madre mía!, de hace unos 32 años más o menos... Después, cuando Felipe González y Alfonso Guerra (¿se acuerdan?) pusieron en marcha la alta velocidad en España para unir a Madrid con la Sevilla de la Expo, a los malagueños se nos quedó cara de 'chalaos' porque no comprendíamos muy bien que no se hubiese hecho un pequeño esfuerzo más para traer el AVE a la Costa del Sol, como se reivindicó por aquel entonces casi en solitario desde este mismo periódico. No obstante, los históricos Talgo recortaron en casi tres horas el viaje a la capital de España, y con eso casi nos dimos con un canto en los dientes. En menos de un mes, Málaga y Madrid quedarán por vía férrea a poco más de dos horas y media... La verdad es que antes te daba tiempo casi a leerte dos libros. Ahora apenas si se podrán digerir los chascarrillos de los que uno siempre se entera cuando está unas horas en la Capital del Reino. Por ejemplo, el tema del día está en la que afirman segura separación de José María Aznar y Ana Botella, noticia que nos la dio 'en exclusiva' un alto cargo de la Seguridad Nacional en Parcemasa hace una semana... (curioso sitio, no me digan, para las noticias). Por cierto, hablando de 'comidillas', si usted tiene la oportunidad de invitar a comer (y que acepten) a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, o al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, o a la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, tenga mucho cuidado al elegir el menú y ni se le ocurra ponerles pescado... porque los tres están afectados por el anisakis, un parásito al que muchos consideran casi malagueño (por aquello de los boquerones en vinagre, aunque yo lo veo mucho más japonés), que como todo el mundo sabe es un gusano puñetero que puede infectar a quienes comen pescado crudo o poco cocinado. No creo que haya en el mundo un Gobierno con tanto ministro 'tocado' por el anisakis ese. Me imagino que en el servicio de comidas del AVE los boquerones en vinagre se congelarán antes de servirse. Estoy seguro de que Magdalena Álvarez habrá pensado en ello. No se preocupen.
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