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La responsable del área de laboratorios clínicos del Costa del Sol, María Luisa Hortas, con el equipo de profesionales. :: SUR
Una llamada de alerta
Marbella

Una llamada de alerta

El laboratorio del Costa del Sol activa un servicio que avisa a los pacientes a los que se les detecta anomalías en los análisis clínicos

ÁLVARO FRÍAS

Lunes, 8 de abril 2013, 14:34

Como quien llama a un amigo para ponerle en alerta, ellos descuelgan el teléfono. Sin embargo, no conocen personalmente a la persona a la que telefonean. Delante suya solo tienen sus nombres y un papel plagado de datos. Son los resultados de analíticas médicas que cuentan con valores críticos o hallazgos inesperados de pacientes, a los que los integrantes del laboratorio del Hospital Costa del Sol avisan cuando encuentran algo fuera de lo común.

Se trataba de una práctica que los médicos ya venían haciendo, eso sí, a nivel particular. Sin embargo, el Hospital Costa del Sol decidió empezar a reglamentar esta forma de actuación en 2010. La responsable de la Unidad de Laboratorios Clínicos de la Agencia Sanitaria Costa del Sol, María Luisa Hortas, explica que desde entonces los profesionales se vienen reuniendo para diferenciar los casos y la forma en la que hay que actuar cada vez que se encuentre algún elemento que llame la atención.

Así, diferencian entre los valores críticos y de alerta. Los primeros son aquéllos que representan una variación respecto a su estado normal y son una amenaza para la vida, a no ser que se establezca una acción médica inmediata. Por otra parte, los segundos, implican una intervención clínica no urgente pero que, si no son evaluados por el profesional en un breve plazo de tiempo, pueden ocasionar consecuencias en la salud del paciente.

Dos casos distintos con un mismo final. Hortas señala que el objetivo de este protocolo, denominado 'Circuito de comunicación de valores críticos y hallazgos inesperados', es simple: evitar que los pacientes se pongan muy graves o empeoren de sus dolencias. «También hay otros casos, como que una persona que tenga una enfermedad de transmisión sexual lo sepa y sea consciente a la hora de mantener relaciones, para así impedir que contagie a otra», indica.

El contacto se puede hacer mediante el médico de cabecera pero esto suele darse en los casos menos graves. Cuando el valor es crítico, los profesionales del laboratorio, entre los que hay analistas, microbiólogos, hematólogos y patólogos, son los encargados de realizar la llamada. La responsable del área expone que se localiza al enfermo de forma inmediata y se le avisa para que acuda a las urgencias del centro hospitalario, para comprobar así su estado de salud y atenderle.

No es una tarea sencilla. Hortas asegura que, en muchas ocasiones, «es muy complicado» dar con la persona a la que se está buscando, por lo que recomienda tener actualizados los datos personales de los pacientes. Las reacciones son dispares, «está desde el que le da igual lo que le dices, hasta el que se asusta mucho, se pone nervioso» y hay que tranquilizar. «Muchas veces, cuando llegan al hospital hay que darles una pastilla para que se calmen», apunta.

Hortas recuerda un caso al que se enfrentó su equipo recientemente. Al realizar un análisis, hallaron diferentes valores que estaban «muy alborotados», por lo que intentaron contactar con la persona para avisarle. Pero la tarea fue imposible. Ante la gravedad de los datos, decidieron alertar a los sanitarios de emergencias del 061, que tampoco lograron el cometido. «Al final fue la policía quien tuvo que localizarlo, con el susto que se llevó», expone.

Resultados

Más allá de las anécdotas, este nuevo procedimiento ha permitido a la Agencia Sanitaria Costa del Sol informar sobre 450 casos en el año 2012, según informan desde el Costa del Sol. De ellos, un diez por ciento fueron considerados como críticos, lo que ha permitido tomar acciones rápidas para minimizar el impacto y la posible evolución de la enfermedad.

Del total de los casos registrados, la gran mayoría -el 55 por ciento- correspondían a pacientes que presentaban algún estudio bioquímico alterado, como el potasio, algo que puede originar problemas cardiacos. Desde el Hospital Costa del Sol también afirman que un 25 por ciento de los análisis presentaban serología infecciosa, información que desconocían los afectados. El 15 por ciento restante estuvo vinculado a estados hematológicos, como anemias severas o problemas en la coagulación, entre otros.

Con el protocolo ya rodado, ahora se ha puesto en marcha una iniciativa para conocer el impacto real del circuito, según explicó Hortas. Más allá de los resultados finales de este estudio, seguro que tan solo una de las llamadas realizadas ya han hecho que merezca la pena este protocolo.

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