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Tom Cruise, en la sede en Madrid de la Cienciología en 2004.
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Una secta con edificios y estrellas en Hollywood

PPLL

Domingo, 30 de diciembre 2012, 02:13

La sede de la Cienciología en Los Ángeles está en la avenida Franklin, a poca distancia del Teatro Dolby, donde se entregan los Oscar. El Château Élysée se construyó en 1928 y en sus habitaciones durmieron Katharine Hepburn, Errol Flynn, Cary Grant y Humphrey Bogart. Desde 1973 quedó rebautizado como Celebrity Centre. La relación de la organización con Hollywood es tan antigua como la propia iglesia, que fundó su primer centro en la ciudad en 1954. Desde entonces ha establecido su presencia allí en base a dos postulados: comprar y restaurar edificios emblemáticos hasta hacerse con un patrimonio inmobiliario multimillonario y fichar a la mayor cantidad de estrellas posible.

Tom Cruise es, sin duda, su 'apóstol' más preeminente. El actor destapó sus creencias en 1992 durante una entrevista con Barbara Walters, cuando confesó que la Cienciología le había ayudado a superar su dislexia. Después ha defendido su fe a pesar de resultar impopular, como cuando atacó a Brooke Shields por usar medicación para superar su depresión postparto. Valga como prueba de su poder en la organización que el padrino de su boda fue David Miscavige, el líder supremo que sustituyó a Hubbard tras su muerte en 1986. Miscavige fue también el que organizó un casting para buscarle nueva novia a Cruise tras romper con Penélope Cruz, si creemos a Andrew Morton en la biografía del actor.

Kirstie Alley, Isaac Hayes, Giovanni Ribisi, Elizabeth Moss (la Peggy Olson de 'Mad Men'), Jason Lee, Lisa Marie Presley y Juliette Lewis -que asegura haberse desintoxicado de las drogas gracias al programa Narconon-, son algunos de los más célebres cienciólogos.

En una industria donde los contactos personales son vitales para medrar profesionalmente, muchos atribuyen el éxito de sus carreras a la Cienciología. Como John Travolta, que asegura deber su resurrección a las enseñanzas de Hubbard y no al Tarantino de 'Pulp Fiction'. Su entrega a la causa es tal que llegó a adaptar una novela de su maestro, 'Campo de batalla: la Tierra', en una superproducción calificada por los Razzie o antiOscar como la peor película en 25 años de historia de los premios.

Otro militante ilustre era el director Paul Haggis, que tras 35 años abandonó la secta por su condena a la homosexualidad -sus dos hijas son lesbianas- y por la llamada 'desconexión', la obligación de todo miembro a cortar los lazos con su familia si es considerada una mala influencia.

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