El Ayuntamiento sorprende con la retirada de toldos en bares de El Palo

«Sabemos que estos toldos están prohibidos pero hemos recurrido de forma insistente porque toda Málaga está así. Cada vez que el Ayuntamiento nos manda un apercibimiento, presentamos un recurso como otros tantos locales. Vivimos de las terrazas, si nos la quitan será nuestro fin». Así explicaba ayer Joaquín Maldonado, dueño de la pizzería Casa de la Pasta, las razones por las cuáles la Policía Local estaba desmantelado el toldo de su terraza. Reconoció que su local excede la superficie concedida por el Ayuntamiento para la ocupación de vía pública, «una situación que incumple la inmensa mayoría de los bares de Málaga», destacó. Por eso, sin eludir responsabilidades, pidió al Consistorio «mano izquierda y flexibilidad antes de actuar tan drásticamente».

Y es que el área de Promoción Empresarial y Comercio retiró ayer las estructuras metálicas de tres terrazas que ocupaban más superficie de la permitida en la zona de Echevarría de El Palo. En concreto, los establecimientos intervenidos fueron El Odeón, Casa de la Pasta y Neremar, «cuyos propietarios habían sido apercibidos al menos dos veces sobre este tipo de infracciones sin que rectificaran su actitud», según informó la concejala del área, Ester Molina.

La polémica está servida, ya que mientras el Ayuntamiento defiende actuar en cumplimiento de la ley, «los toldos son ilegales, al estar anclados al suelo y a las fachadas del inmueble», dijo Molina; los hosteleros y vecinos afirman haber pagado por mesas, sillas y toldos, demandando a la administración «que piense un poco en los empresarios y cambien la legislación para ayudarnos a seguir creando empleo». Así, el propietario de Neremar, Santiago Jordán, lamentó que el Ayuntamiento permitiera en su día un importante desembolso económico de los tres locales afectados para instalar las terrazas con la misma estructura y diseño para dar unidad y embellecer la calle. «Actuamos según la ordenanza y ahora nuestras terrazas son ilegales. Si esto no se soluciona tendremos que despedir a una o dos personas porque la tradición y la vida de El Palo son sus terrazas», subrayó.

Por su parte, Ester Molina recordó que la normativa solo permite la colocación de toldos con sustentación fija al suelo en casos puntuales, siempre que estén en aceras superiores a los seis metros, la estructura no ocupe más de un tercio de la acera y esté separada de la fachada dos metros. No obstante, la imagen de terrazas ocupando prácticamente la totalidad de las aceras es visible en casi todo el barrio, aunque la edil adelantó que a corto plazo no está previsto realizar nuevas intervenciones. «Esperamos que esta actuación sirva para que otros hosteleros apercibidos intenten regularizar sus locales y adaptarlos a la mayor brevedad».

Desde el Bar El Odeón resaltaron que las terrazas «hacen ciudad, generan empleo y dinamizan el entorno, siendo además un atractivo para el turismo, lo que nos obliga a cuidarlas». Por ello, abogan tratar el asunto cuando lleguen tiempos de bonanza.

Además, empleados y vecinos de Echeverría del Palo consultados por este periódico desmintieron las supuestas protestas vecinales por la invasión del espacio público, una de las razones que alegó el Consistorio para requisar los toldos. «Tanto la asociación vecinal como la comunidad de propietarios apoyan las terrazas y así han dejado constancias en varios escritos presentados al Ayuntamiento», remarcaron los hosteleros.