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FOTOMATÓN

Protagonista privilegiado del baloncesto

Juan Manuel Rodríguez Marín Director de Deportes de la Diputación

POR JUAN ANTONIO MORGADO FOTOS: FERNANDO GONZÁLEZ

Sábado, 3 de noviembre 2012, 02:26

Tiene Juanma Rodríguez una poderosa y clara voz que seguro le facilitó mucho la labor en su etapa de entrenador de baloncesto en equipos de cantera. Esa fuerza contrasta con la sencillez del personaje, ya que siempre vincula sus vivencias al éxito de algunos de sus equipos, olvidándose de que es él quien protagoniza este perfil. La historia del baloncesto en Málaga sería otra sin su aportación. Excepto presidente -«no creo que lo sea nunca, porque no he sido hombre de aspiraciones»-, lo ha sido todo: jugador, entrenador, director deportivo y ojeador.

Nacido en Málaga el 12 de agosto de 1963, cuando se le pide evocar los recuerdos infantiles cita su primer lustro de vida en el cortijo de la familia de su padre en Villanueva de la Concepción antes de trasladarse a Málaga, donde estudió en San Estanislao. «En los jesuitas empieza mi contacto con el baloncesto, gracias al hermano Ignacio Beltrán, gran dinamizador del deporte en el colegio». Esa infancia (residía en Pintor Soro-lla) estuvo marcada por la pérdida de su hermano Javi en un atropello. «Yo tenía diez años y él nueve. Recuerdo que viví durante un tiempo en casa de unos tíos míos».

La vida le reservaría otro mazazo familiar en la persona de su hermano Álvaro, de 27 años y periodista deportivo. «Ahora que soy padre sé valorar mejor la entereza de los míos (Juan Manuel y Mari Ángeles). En ambos golpes, tan duros, dieron un ejemplo de fortaleza y sacrificio para criar a sus tres hijos».

Aunque practicaba también fútbol y tenis, el baloncesto tenía un puesto de alero reservado para él. De sus comienzos recuerda a Martín Urbano, Otto del Nido, Paco Llorca o Amador Quintana. Pronto destacó en el San Estanislao y fue requerido en 1981 por el Maristas en Segunda División, con el que subió a Primera B. Vivió la alegría del ascenso a la ACB y la decepción casi simultánea al comunicársele que no contaba para el proyecto en la élite. «Estuve un mes sin hablarles a Jacinto Castillo y al entrenador, Javier Imbroda». Del día del ascenso recuerda: «Había unos 700 aficionados de Maristas en la pista del Caja San Fernando. Fue fantástico vivirlo. Llevábamos trabajando duro muchos años». Pero siguió como entrenador en la cantera y delegado del equipo. Posteriormente fue tercer técnico con Imbroda y Pedro Ramírez.

Tras la fusión entre el Unicaja y el Mayoral (1992) se mantuvo en la cantera y como tercer entrenador. La vida le reservaba un espectacular cambio de rumbo: «Me propusieron ser director deportivo y no me lo pensé». Esos 16 años fueron, sin duda, la etapa más enriquecedora de su vida. Entre sus primeras actuaciones destaca el fichaje de Kenny Miller, que formó ese trío mítico con Ansley y Babkov. «¿Qué recuerda del famoso triple de Ansley que no entró y que le podría haber dado al Unicaja su primera Liga?». «Hubo mucha tensión en esa final con el Barcelona. Yo era de los que creía que podíamos ganar la Liga. Pero no tuvimos suerte con los árbitros. Nos pusimos 0-2 y nos perjudicaron en el tercer partido». Rodríguez está lanzado en su narración como si llevara el balón en un contragolpe. «Jugamos la Euroliga y no he visto mejor ambiente en Ciudad Jardín. Con Maljkovic se gana el primer título, la Korac, algo muy importante. Y con Scariolo, la Liga y la Copa, y llegamos a la Final Four. Pero ganar la Liga fue lo más grande. Aquella noche custodié el trofeo en mi habitación».

De su amplia etapa como director deportivo (el club prescindió de sus servicios en 2010), recuerda estar «las 24 horas del día pegado al móvil». Rechazó ser representante, pero aceptó una llamada del 'scouting' oficial de Cleveland Cavaliers para América y Europa, Chico Averbuck, para seguir jugadores. Compatibiliza esta tarea con la de director técnico de Deportes de la Diputación. «Me llamó Elías Bendodo en el verano de 2011. Tuve la suerte de encontrarme con Antonio López Nieto, que me ha ayudado mucho. Hemos aportado el Trofeo Costa del Sol de baloncesto, que es una forma de traer eventos de élite a los pueblos». En su actual puesto, no es ajeno a la crisis: «Estamos pasando por momentos difíciles, pero hay que estar cerca de la gente, ayudarle y escucharla».

Pudo vivir a través de su hermano Nacho Rodríguez (jugador del Unicaja, el Barcelona y la selección) los éxitos que sin duda perseguía en sus comienzos. «Lo entrené en el júnior y ya vi que podía llegar, porque tenía muy buena cabeza y una fuerza mental impresionante para ir mejorando». Comentarista de Canal Sur, piensa durante unos segundos cuando se le pide que se decante por el mejor jugador del Unicaja: «Jorge Garbajosa. No sé si el mejor, pero para mí ha sido un símbolo, porque con él llegaron los títulos».

Gran aficionado al fútbol, disfruta del 'Euromálaga'. «Vivir esto es lo máximo. Me quedo con la frase de Pellegrini cuando dijo que el Milan le había jugado al Málaga como un equipo chico». Casado con Mari Luz, a sus hijos (Javier, de 10 años, y María, de 9) les inculca que sean «de los equipos de la ciudad».

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