Ayuntamiento y Junta se desentienden de los problemas en el CEIP Miraflores

Alumnos, padres, madres, abuelos y vecinos. Medio millar de personas se concentraron ayer en el colegio público Miraflores de los Ángeles para exigir una solución a los problemas que padece el centro desde hace tiempo, principalmente a los continuos cortes de luz que impiden la utilización de medios audiovisuales y apagan con frecuencia los congeladores y frigoríficos en los que se almacena la comida que consumen más de 200 niños cada día.

Pero ni esta protesta, ni los escritos y llamadas a responsables de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Málaga parece que vayan a surtir efecto, al menos en el corto plazo, ya que ambas administraciones siguen responsabilizándose mutuamente de este problema y del arreglo de otros desperfectos importantes como una enorme humedad en el cuarto de baño de los alumnos de Infantil que los padres temen que pueda provocar la caída de parte del techo.

Respecto a otras deficiencias que hay en el centro como cables colgando dentro un aula, registros eléctricos sin tapar, puertas agujereadas, azulejos caídos o una canasta rota, el delegado de Educación del Consistorio de la capital, Miguel Briones, admitió ayer que «ya deberían estar solucionadas» y se comprometió a repararlas «a la mayor brevedad posible», aunque no concretó plazos. En cualquier caso, los consideró problemas «menores» en comparación «con todo lo que tiene» este colegio que, a su juicio, es consecuencia de que la Consejería de Educación de la Junta no ha llevado a cabo la «inversión potentísima» que necesita el centro.

Dos versiones

Desde la administración autonómica, sin embargo, insisten en que acabar con los apagones que sufre el Miraflores de los Ángeles desde hace más de un mes, así como el arreglo del resto de desperfectos que publicó ayer este periódico es competencia municipal, ya que el Ayuntamiento «es el encargado del mantenimiento del colegio», según afirmaron fuentes de la Delegación provincial de Educación, que rechazaron que sea su responsabilidad el arreglo de las filtraciones.

A este respecto, la concejala del distrito de Bailén-Miraflores, Elisa Pérez de Siles, argumentó ayer que «ante la inactividad y dejadez de la Junta de Andalucía», la junta municipal de distrito ha invertido en julio y agosto 25.000 euros en la rehabilitación de unos baños «al entender que podrían suponer un peligro», en una acción «que excedía de las competencias municipales». En cuanto al estado de las instalaciones, afirmó que en materia de conservación y mantenimiento «se seguirán atendiendo puntualmente las reclamaciones», aunque no se comprometió a actuar de forma urgente.

Sobre los cortes de luz, de nuevo Junta y Ayuntamiento no se pusieron de acuerdo sobre quién tiene que encargar el informe técnico que requiere Endesa para comprobar si la instalación eléctrica actual puede soportar la potencia que necesita el centro para funcionar con normalidad. En caso de que esté obsoleta, la única solución sería el cambio de la instalación, que está prevista en las actuaciones del Plan de Oportunidades Laborales de Andalucía (OLA) que la Junta tiene previsto comenzar «de forma inminente», aunque tampoco concretó fechas.