José María Arrabal, asesor de la liga de fútbol de Emiratos Arabes: Un profesional de éxito marcado por su familia
Nací en Málaga en 1975 / Soy economista y ahora estoy en Emiratos Árabes / Trabajé para la NBA, el Real Madrid y el Málaga / Mi ciudad ha sido y será mi eje / La figura de mi madre siempre marcó mis pasos y lo sigue haciendo
POR ANTONIO GÓNGORAFOTOS: ANTONIO SALAS
Sábado, 31 de diciembre 2011, 02:33
Hace solo unos meses que emprendió su última aventura profesional. Se marchó a Emiratos Árabes, donde es el consultor de una liga de fútbol que busca el crecimiento y el respeto institucional en todos los órdenes. Es un conocido profesional que siempre estuvo vinculado al deporte. Fue responsable de 'marketing', desarrollo o negocios de la NBA para España y Portugal, de la sección de baloncesto y luego de la parcela Internacional del Real Madrid y, antes de marcharse a tierras árabes, hizo lo propio en el Málaga durante cerca de cuatro años. Marcado por su infancia, en la que siempre dependió de su madre por la pérdida de su padre cuando solo tenía seis años, José María Arrabal es un profesional de élite que nunca perdió la referencia de su tierra y que no quiere hacerlo nunca: «Mi objetivo se centra en que Málaga y mi familia sea siempre mi eje».
En el resumen rápido de sus 36 años de vida se queda con su etapa inicial, cuando llegaron los primeros problemas y tomó algunas decisiones que todavía recuerda con cierta cercanía y mucho sentimiento. «La figura de mi madre marcó todos mis pasos y lo sigue haciendo ahora. Su rol era doble, ya que hacía también de padre», afirma, a la vez que añade: «Cuando tenía 13 años jugaba al baloncesto en Maristas, pero no tenía cualidades ni estatura. No me cogieron y me quedé fuera del equipo. Llegué a mi casa hundido y llorando. Entonces mi madre me dijo que no todos podríamos ser atletas y también me recordó que los hombres se miden desde las cejas hacia el cielo. Entendí perfectamente el mensaje y al día siguiente me ofrecí para entrenar a niños más pequeños».
Nunca se alejó del deporte, pero ya desde fuera de las canchas. Estudió Económicas mientras seguía preparando a los niños (es entrenador titulado de baloncesto) y organizando campus. Tras concluir la carrera comenzó su primera aventura, también realmente atractiva: consiguió marcharse como becario al New Jersey Nets durante una temporada. «Allí, además de perfeccionar el inglés, entendí que debería centrarme en 'marketing' y gestión en el deporte», señala. De inmediato encontró un acomodo en la oficina de la NBA en Barcelona, lo que le permitió convivir con otros malagueños que por aquel entonces andaban por la Ciudad Condal, como los deportistas de élite Nacho Rodríguez y Antonio Carlos Ortega o el periodista Fernando Ramos, que intervenía en el espacio de televisión 'Crónicas Marcianas'. «Quedábamos mucho, sobre todo para comer», indica.
Pero su progresión profesional no se detuvo, lo que le llevó dos años más tarde nada menos que a la estructura del Real Madrid, justo coincidiendo con la primera llegada de Florentino Pérez, donde la entidad experimentó su mayor expansión (luego llegaron otros presidentes). Primero fue el jefe de 'marketing' de la sección de baloncesto, mientras que más adelante pasó a convertirse en el responsable de desarrollo internacional. «Tuve la suerte de estar en ese periodo del club en el que el Madrid aumentó su presencia en todo el mundo», recuerda con satisfacción.
Su eje, sin embargo, quería tenerlo alrededor de Málaga. «Todos mis amigos sabían que mi sueño era volver a mi tierra y más concretamente al Málaga. Siempre me movió aprender y me parecía un gran reto la identificación de la ciudad con el club de fútbol. Cuando me llamaron no tuve ninguna duda desde el comienzo, pese a que estaba en proceso concursal y en Segunda. Parecía una barbaridad, pero lo hice convencido y nunca me arrepentí, pese a dejar el Real Madrid después de cinco años allí», explica. Llegó a Martiricos de la mano de Fernando Sanz, Daniel Pastor y también Bernardo Pinazo.
La vida, para él, está llena de ciclos, lo que le llevó también a cerrar el del equipo de La Rosaleda. «El objetivo siempre debe ser el de dejar al Málaga lo más arriba posible. Nosotros solo estamos de paso», insiste. Después se instaló por su cuenta hasta que le llegó muy pronto la propuesta árabe, que le llevó a Dubai hace pocos meses. Estará allí, al menos, durante una temporada. Convivirá con Diego Maradona, Quique Sánchez Flores, Fabio Canavaro, Walter Zenga...
«Lo tuve que pensar varios días. Le di muchas vueltas, y al final acepté. Pero sigo pensando que quiero tener mi base en Málaga. Es una experiencia bonita y atractiva. Tienen la preparación, la motivación y los recursos para hacer una buena liga de fútbol. Quieren ganarse el respecto ante el mundo del deporte profesional. Es un crisol de culturas, un hervidero de ideas. Se puede aprender también mucho. No sé qué pasará en el futuro. Ahora estoy feliz con mi trabajo», dice, sin olvidar y repitiendo una vez más que, en cualquier caso, «Málaga será mi eje...».
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