La memoria del horror

El trozo de forjado que con tanta delicadeza trasladan los operarios polacos que aparecen en la foto es una de las tres partes en que fue dividido el tristemente famoso letrero que adornaba la entrada del campo de concentración de Auschwitz, aquel que decía 'Arbeit macht frei', algo así como 'El trabajo libera'. El cartel, que medía cinco metros de largo y pesaba unos 40 kilos, fue robado del campo hace ya un par de años en un episodio esperpéntico que nunca llegó a aclararse del todo, pero que al parecer tuvo como protagonistas a cinco integrantes de un grupo neonazi sueco que fueron finalmente detenidos. La inscripción fue dividida por los ladrones para facilitar su traslado y apareció al cabo de tres días en una localidad del norte de Polonia. Ahora los restauradores del museo instalado en Auschwitz intentan arreglar los daños que sufrió entonces el forjado para volverlo a instalar de nuevo en su sitio. El que preside ahora la entrada del campo es uno provisional que fue colocado después del robo.