Cayetana dice que Alfonso es «de todo menos gay»

NO está dispuesta a consentir ni un agravio más contra su pareja Alfonso Díez. Desde que iniciaron la relación mucho se ha dicho de ellos, cuestionando día sí y el siguiente también la veracidad de su noviazgo. Pero esta vez Cayetana de Alba no ha podido hacer oídos sordos a la palabrería de quien ha visto en un plató de televisión la oportunidad de oro para hacer negocio a costa de la vida de los demás. Está harta de rumores y de que insinúen que su novio es homosexual. «Ay, por Dios, Alfonso es de todo menos gay», aseguró esta grande de España en unas declaraciones que recoge la página web de Vanitatis.

La duquesa sale al paso de las declaraciones vertidas por José Luis Gómez en DEC, en las que afirmaba haber sido pareja de Alfonso Díez hace 25 años. Las insinuaciones le han dolido profundamente y se pregunta una y otra vez quién quiere hacerle daño y, sobre todo, por qué.

Su relación con este funcionario de la Seguridad Social, con el que se encuentra disfrutando unos días de vacaciones en tierras donostiarras, empezó hace dos años. La relación se inició al poco tiempo de que Alfonso Díez dejara a su anterior pareja, con la que llevaba ya ocho años. Sin embargo, lo de la Duquesa de Alba con este empleado público no es reciente. Se conocen desde hace 30 años y como la perfecta enamorada «de él guardo aún algunas cartas y notas».

La prensa del corazón ha sido desde siempre su compañera de viaje, solo que en ocasiones difícil de soportar y no siempre merecedora del mejor trato por su parte. Cuando no son sus hijos es ella; el caso es que Cayetana de Alba no acaba de acostumbrarse a tanta ignominia. Desde que empezó su relación con Alfonso ha sido un no parar de comentarios y no siempre bienintencionados, aunque como declara la propia duquesa: «No voy a cambiar y los que me quieren hacer daño que se vayan a la porra».

La primera dama de la aristocracia española tampoco quiere volver a oír hablar de que su novio es un aprovechado ni que está con ella por lo que posee. Ella lo define como un «caballero» y como una persona «espléndida, que nunca ha mirado mis cosas ni ha registrado mis casas como se ha dicho en multitud de ocasiones».

Pese a todo lo que se ha dicho, se dice e, inevitablemente, se seguirá diciendo, Cayetana de Alba está «feliz». Ella está segura de sus sentimientos y, lo que es más importante, de los de Alfonso Díez. No tiene dudas de que está enamorado de ella y, eso, le pese a quien le pese le importa más que todas las insinuaciones de la prensa rosa.