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Los malagueños se levantaron en armas en 1810. :: CARLOS MORET
Málaga no quiere ser francesa
MÁLAGA

Málaga no quiere ser francesa

Integrantes de la Asociación Teodoro Reding recrean el levantamiento de la ciudad contra las tropas napoleónicas en 1810

ÁNGEL ESCALERA

Domingo, 7 de febrero 2010, 14:20

Al grito de «¡Viva Fernando VII! ¡Vivan las cadenas!», el pueblo de Málaga se echó a la calle, en enero de 1810, para exigir a la Junta Local (Ayuntamiento) que no rindiese la ciudad a las tropas francesas. El coronel Vicente Abello lideró esa rebelión popular y se erigió en adalid para combatir a los soldados napoleónicos comandados por el general Sebastiani. Málaga fue la única en Andalucía que hizo frente a los gabachos. Y bien caro que lo pagó. En vidas humanas y en dinero. Esta parte de la historia malagueña se recreó ayer con motivo de cumplirse el bicentenario de esos acontecimientos, que forman parte de la Guerra de la Independencia.

La Asociación Histórico Cultural Teodoro Reding dio un salto atrás de 200 años para situarse en la Málaga de 1810. Como si de una regresión en el tiempo se tratase, distintas calles del centro se llenaron de soldados napoleónicos y de tropas españolas; de charranes (pillos, tunantes o esportilleros malagueños vendedores de pescado), de curas clamando muerte al invasor y de gentes de diversa condición que no deseaba plegarse a la dominación de Napoleón. Unas 300 personas participaron en el alzamiento en armas del pueblo contra la Junta Local para que no entregase la ciudad a los gabachos y en la batalla librada contra las tropas de Sebastiani, enfrentamiento que se saldó con la muerte de muchos malagueños y supuso la derrota de las tropas que trataban de repeler al potente ejército napoleónico, en el que destacaban los aguerridos lanceros polacos.

Detalles muy cuidados

La escenificación estuvo cuidada al detalle, tanto en el contexto histórico como en las ropas y armas empleadas y en la interpretación llevada a cabo por las personas que se metieron en la piel de la gente anónima que dos siglos atrás vivió esos hechos. El lugar elegido para evocar el levantamiento de los malagueños contra la Junta Local fue la plaza del Obispo. El redoble de los tambores de las tropas anunciaba que algo iba a suceder. En la puerta del Palacio Episcopal se recreó la lucha de los patriotas malagueños, azuzados por el coronel Abello, contra las fuerzas del general Cuesta, que apostaban por no plantarle cara a los gabachos y rendirse.

Ese enfrentamiento fue muy bien representado. Para que el público asistente escuchase mejor las frases pronunciadas por los principales actores se utilizó un micrófono.

Por la tarde se vivió un 'encarnizado' combate entre los soldados que defendían Málaga, ayudados por el pueblo llano, y las tropas napoleónicas. La lucha se teatralizó en el cauce del Guadalmedina, en la zona próxima a la desembocadura del río. Para lograr una mayor verosimilitud, se emplearon cuatro cañones réplicas de otros de las batallas de Bailén, Aragón y Málaga. Fue una batalla en la que participaron tropas de infantería, caballería y artillería. Ya de noche, hubo escaramuzas y ataques de los malagueños a los gabachos en algunas calles. La celebración del bicentenario de la Guerra de la Independencia continuará hoy domingo.Galería de imágenes de los actos Video

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