Baño de realidad en el adiós del Unicaja a la Eurocup

El arranque del partido respondió a lo que se esperaba. El Mónaco sacaba de la pista al Unicaja con su notable dominio físico ante el que el cuadro malagueño no encontraba respuesta. Lessort dominaba en los dos lados de la pista y Katsikaris paraba el partido cuando no habían pasado ni dos minutos (2-8). Jaime Fernández, excelente en todo momento, fue el que sostuvo a su equipo en medio del temporal. El madrileño dio continuidad a su buen momento y empezó a encontrar a Nzosa. El joven congoleño detuvo algo la sangría en el rebote, pero no solo eso, sino que también comenzó a producir en ataque. Teniendo en cuenta lo que se había visto, el 18-22 al final del primer cuarto era una buena noticia.

Katsikaris se desgañitaba en la banda pidiendo más intensidad a sus jugadores en cada acción defensiva y poco a poco el Unicaja fue llevando el partido a su terreno. Controlando un poco mejor el rebote y con una enorme eficacia en los lanzamientos, el cuadro cajista empató el partido en el minuto 13 después del segundo triple de Francis Alonso. La confianza del malagueño se disparó para firmar una primera parte brillante con 15 puntos, 6 asistencias y 25 de valoración. Con su aro mejor protegido gracias a Nzosa e incluso pudiendo correr más, el Unicaja incluso ni acusó el descanso de Jaime Fernández para dominar por completo a su rival bien dirigido por Pablo Sánchez y ahora con los puntos de Bouteille y Alonso. El paso adelante en defensa fue clave y el regreso del madrileño permitió a su equipo llegar al descanso ganando 55-48.

El Unicaja contuvo bien la acometida del Mónaco tras el descanso. El partido ganó en intensidad y para nada parecía que los dos equipos ya no se jugaban nada. El equipo malagueño mantenía el nivel defensivo del segundo cuarto, pero echaba en falta los triples. Ahí le llegaron los problemas porque con el regreso de Lessort y el empuje físico del conjunto francés, el partido se apretó otra vez (64-61). De nuevo Nzosa y Fernández fueron los baluartes de un Unicaja que sorprendentemente se sobreponía a la falta de efectivos y al potencial físico de su rival haciendo un gran baloncesto (73-69, min. 30).

El equipo malagueño aguantó el pulso hasta que Nzosa estuvo en la pista para frenar a Lessort (82-82). La tercera falta del congoleño abrió la barra libre para el exjugador cajista que en tres acciones hizo un auténtico destrozo con ocho puntos seguidos. Katsikaris tuvo que sentar a Rubén Guerrero, y recuperar al Nzosa, pero el partido ya se había complicado muchísimo después de un triple de Gray (84-92) a dos minutos del final. Ahí se acabaron las opciones del Unicaja y su andadura en su peor temporada europea en años.