Martín Fimia y Eduardo Medina, cofundadores de Chargia. Sur

WhatsApp e IA: así quiere acabar una startup malagueña con la frustración de cargar el coche eléctrico

Chargia, que tiene como cofundador al exCEO de Activacar, quiere cerrar una ronda de inversión de un millón de euros antes de final de año

Nuria Triguero

Málaga

Viernes, 29 de agosto 2025, 00:20

Quien tiene un coche eléctrico ha vivido la frustración de llegar 'in extremis' a un punto de carga y encontrarlo inoperativo o de tener que ... instalar una 'app' diferente cada vez que quieres enchufar el coche. Hay en España más de treinta operadores de puntos de carga (en inglés, Charge Point Operators, CPO) y la experiencia de los usuarios está lejos de ser la ideal todavía. Una 'startup' malagueña se propone marcar la diferencia apostando por la IA: Chargia. «Queremos revolucionar la experiencia de carga de vehículos eléctricos a través de un asistente virtual instantáneo 24/7 basado en inteligencia artificial al que los usuarios acceden de la forma más simple, sin fricciones: a través de WhatsApp», resumen los impulsores de este proyecto, Eduardo Medina y Martín Fimia.

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«Uno de los mayores obstáculos para los usuarios que apuestan por la movilidad eléctrica sigue siendo la falta de apoyo eficiente en las estaciones de carga. Ya sea por fallos técnicos, instrucciones poco claras o la necesidad de orientación en tiempo real, tienen problemas para obtener la ayuda que necesitan», reflexionan los impulsores de Chargia. Su respuesta a este desafío es un 'chatbot' multilingüe a través de WhatsApp. El usuario no tiene que darse de alta en ninguna web ni bajarse ninguna aplicación; simplemente abre una conversación con Chargia y le hace la consulta o petición que desee: encontrar puntos de carga, planificar una ruta, solucionar un problema o pagar la carga. «Nuestro asistente virtual inteligente garantiza que los conductores reciban ayuda instantánea y confiable en las estaciones de carga, eliminando retrasos, confusión y frustración», apuntan Medina y Fimia.

Ayer por la tarde se celebró en Uppery Club la presentación de este nuevo proyecto empresarial ante un centenar de asistentes. Medina y Fimia están reclutando inversores entre familiares, amigos y 'business angels' para una ronda de amigos, en la que aspiran a levantar unos 100.000 euros con préstamos convertibles como fase previa a una ronda pre-seed con la que esperan conseguir un millón de euros antes de final de año, en un mix entre 'private equity', 'venture debt' y un préstamo Enisa. «Ya estamos negociando con varios fondos», señala Medina.

La razón por la que buscan esta financiación externa es que su estrategia pasa por adquirir una red de puntos de carga que les aporte una masa crítica de usuarios y les permita rodar el producto y acelerar la optimización de la plataforma. El encuentro de ayer incluyó un coloquio entre cuatro expertos del sector de la movilidad eléctrica: Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica); Joel Martín, responsable en España de Chargecloud; David España, director comercial de Livoltek; y Antonio Alarcón, responsable de desarrollo de negocio de Electra.

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Dos emprendedores malagueños

El proyecto nace de la alianza entre dos emprendedores con perfiles complementarios: Eduardo Medina fue durante cuatro años CEO de Activacar, una de las plataformas pioneras en el impulso del vehículo eléctrico compartido. A finales del año pasado dejó el proyecto con la idea de emprender de nuevo. Estaba obsesionado con mejorar la experiencia de usuario con los puntos de carga, todo un talón de Aquiles en la llamada 'transición eléctrica'. Martín Fimia, por su parte, es un veterano ingeniero y empresario que viene del sector de los 'contact centers' (es fundador de ICCS) y en los últimos años se ha subido a la ola de la inteligencia artificial, especializándose en su aplicación al ámbito de la atención al cliente. «El hijo de Martín es amigo mío; él fue el que nos puso en contacto sabiendo que a los dos nos iba esto de emprender. Quedamos una tarde para tomar un café y de allí salió la idea», cuenta Eduardo. Convertir esa idea en un MVP (producto mínimo viable) ha costado más tiempo: varios meses en los que los fundadores de Chargia no han recurrido a financiación externa ni más equipo que ellos dos.

Ahora se enfrentan al reto de conseguir aunar a cuantos más operadores y puntos de carga posibles; de ello dependerá el éxito del proyecto. «En España hay 46.000 puntos de carga, que deberían llegar a 100.000 en 2030, y más de treinta operadores diferentes. Nuestro objetivo es funcionar con todos y no pararnos en España porque los protocolos que usan los cargadores están estandarizados y nuestra tecnología es perfectamente aplicable a la red de carga de cualquier país. Nuestra vocación es global y nuestro modelo de negocio, totalmente escalable», explica Medina, que añade que están en conversaciones con Hubject, la mayor red internacional de interconexión de puntos de carga.

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Chargia se presenta como aliado de dos tipos de empresas del ecosistema eMobility: los OCP (que son operadores de puntos de carga, es decir, los que se encargan de proporcionar, instalar y mantener en funcionamiento los puntos de carga) y los EMSP ( (siglas de E-Mobility Service Provider), que son los que se encargan de que el usuario pueda realizar y pagar la carga. «Les brindamos un importante ahorro de costes en atención al cliente. Atender a un cliente por teléfono cuesta dos o tres euros por llamada. Con un 'chatbot', el coste por reclamación es de pocos céntimos de euro», asegura Fimia. El modelo de ingresos que plantea la startup malagueña proviene tanto de los operadores de puntos de carga como de comisiones por carga.

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