
Francisco Atencia, vecino de Torrox: «Cuando vi que le disparó en el pecho, no me lo pensé y bajé para ayudarla»
Junto a Pablo Martín y Manuel Sánchez, socorrieron a María del Carmen, la mujer que fue tiroteada por su exmarido, un comandante de La Legión jubilado
Francisco Atencia estaba terminando de almorzar este martes cuando empezó a escuchar voces en la calle debajo de su terraza. Se asomó y vio como una mujer forcejeaba con un hombre y pedía auxilio. «Socorro, socorro, por favor ayudadme, que este hombre me mata», le oyó decir. Tras escuchar un primer disparo, se asomó y vio como el varón apuntaba con un revólver al pecho de ella.
«Cuando vi que le disparó en el pecho, no me lo pensé y bajé corriendo las escaleras para ayudarla. Por el camino escuché el tercer disparo, que fue el que se dio él para suicidarse», ha confesado este miércoles a SUR en el lugar de los hechos, apenas 24 horas después del último episodio de violencia machista en la provincia, ocurrido en la calle José Ariza de Torrox.
Junto a otros dos vecinos del bloque donde vive Atencia, Pablo Martín y Manuel Sánchez, fueron los primeros que llegaron al lugar de los hechos y socorrieron a María del Carmen, de 66 años, que se debatía entre la vida y la muerte, apoyándose como podía en el capó de su coche, que acababa de estacionar para dirigirse a la casa de una de sus dos hijas.
A unos metros yacía, con un disparo en la cabeza, Juan Antonio, comandante de La Legión en Melilla, jubilado, de 69 años. «Hubo un momento en el que Pablo me dijo 'quítale la pistola, que parece que se mueve', me acerqué y le di una patada al revólver», ha apuntado Atencia.
«No somos héroes»
Este agricultor torroxeño no se considera, como ninguno de sus otros dos vecinos del bloque, «un héroe». «En ese momento, no lo piensas, solo intentas socorrer a la víctima», ha confesado Atencia. Mientras llegaban los servicios de emergencia y la Guardia Civil, él y Pablo Martín taponaron la herida que presentaba en el pecho izquierdo, ligeramente por encima del corazón, María del Carmen Aragón, que en todo momento se encontró consciente y no dejó de pedir que llamaran a su hija, que vive al lado y a la Guardia Civil.
«Por lo visto la herida del pecho no le ha afectado a órganos vitales, ni al corazón, y el primer disparo no le dio de lleno porque rebotó con los objetos que llevaba en el bolso, ya que el casquillo de la bala estaba en el suelo», ha apuntado Atencia, quien todavía, transcurridas ya más de 24 horas del suceso, «no me lo quito de la cabeza». «Hay que tener mucha sangre fría para hacer eso, perseguirla desde Nerja y nada más bajarse del coche abordarla y dispararle dos veces, ya se podría haber matado él primero», ha expresado este torroxeño.
Los vecinos que asistieron a María del Carmen recurrieron a una sombrilla de playa para evitar que le diera el sol, que a esa hora golpeaba con fuerza en la calle de barriada de Las Protegidas de Torrox. «Todos los vecinos se volcaron, ofrecieron toallas y agua, para que estuviera lo mejor posible, son momentos que solo intentas ayudar a una mujer que está gravemente herida, no piensas que te podría haber pasado algo malo», ha apostillado Atencia.
Desplazado desde Osuna
Las alarmas saltaron en torno a las 15.50 horas de este martes, 27 de junio, cuando los vecinos de la barriada de Las Protegidas de Torrox escucharon los gritos de María del Carmen, que pedía auxilio. De acuerdo con las fuentes consultadas, su exmarido la abordó cuando la víctima se disponía a ir a casa de una de sus hijas.
Al parecer, el militar retirado se había desplazado desde Osuna (Sevilla), localidad en la que residía, hasta la provincia malagueña en busca de la perjudicada. La mujer se había establecido recientemente en Nerja, donde viven dos de sus hijos, y el supuesto agresor permaneció en actitud vigilante hasta que vio a María del Carmen.
Ella se subió a su vehículo y se trasladó a Torrox, siendo presuntamente seguida por su exmarido. Fue en la calle José Ariza donde el supuesto agresor la sorprendió una vez que ella se había apeado de su automóvil. Al parecer, el hombre empezó a gritar a la mujer e intentó subirla a la fuerza al coche, a lo que ella se habría resistido mientras pedía ayuda a gritos.
La tragedia se desató instantes después, cuando los vecinos ya se habían asomado a las ventanas e intentaron convencer a voces al militar retirado para que depusiera de su actitud y dejase a María del Carmen. El individuo usó entonces el revólver que portaba y efectuó varias detonaciones, alcanzando dos de ellas a su exmujer. Acto seguido, se suicidó con la misma arma de fuego con la que presuntamente intentó matar a la víctima.
Una de las balas hirió a María del Carmen en la zona del pecho, muy cerca del corazón, mientras que otra segunda fue amortiguada por el bolso con el que la perjudicada se protegió el abdomen, adonde iba dirigido el proyectil, siempre según precisaron a SUR las fuentes.
Sin denuncias previas
El suceso, enmarcado en la violencia machista, dio lugar a numerosas llamadas al servicio de Emergencias 112-Andalucía en las que los alertantes avisaban de que habían escuchado varios disparos y de que, al parecer, la mujer se encontraba herida, así como el hombre, que estaba desplomado en un charco de sangre.
El centro coordinador movilizó rápidamente a la Guardia Civil, a la Policía Local y a los servicios sanitarios, que acudieron a toda prisa al lugar. Para cuando llegaron, los facultativos no pudieron hacer más que certificar el fallecimiento del militar retirado, mientras que la mujer fue trasladada en ambulancia al Hospital Regional Universitario de Málaga.

Los guardias civiles fueron los primeros en presentarse en el lugar, donde encontraron a varios vecinos socorriendo a María del Carmen, lo que pudo ser determinante para mantener a la mujer con vida hasta que fue asistida por los sanitarios. Esa misma tarde fue intervenida de urgencia en el hospital malagueño, donde ingresó en estado grave.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno precisaron a este periódico que no existían denuncias previas por violencia de género en este caso. Según pudo saber este periódico, la perjudicada y el hombre habían mantenido una disputa judicial que se había saldado recientemente y en la que a ella se le habría dado la razón. María del Carmen y su exmarido se divorciaron hace unos cinco años y tienen tres hijos adultos en común que residen en la provincia malagueña, en Nerja y Torrox, motivo por el que la víctima se había trasladado desde Sevilla, donde residía hasta hacía poco tiempo.
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