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«Estamos todos muy tocados. Era un muchacho muy querido en el barrio». Quien habla es una de las últimas personas que vio con vida a José Pedro, el chico de 21 años que falleció el domingo por la noche en un aparatoso accidente de tráfico en El Atabal.
«Estuvo trabajando con nosotros ese día, se fue de aquí sobre las seis de la tarde, después de recoger las últimas mesas», continúa relatando un compañero de trabajo que estuvo con él este domingo en la venta La Junta, en Puerto de la Torre.
José Pedro vivía muy cerca del restaurante, en el que trabajaba esporádictamente. Era el mayor de seis hermanos (una mujer y cinco varones). Sus padres también son muy queridos en la zona de la Junta de los Caminos, donde han criado a sus hijos.
En el barrio todos hablan bien de él y lamentan profundamente su pérdida. «Era muy sano y muy familiar», afirma otro conocido. «No bebía ni fumaba. Le gustaba el deporte y las típicas cosas que a cualquier chaval de su edad: salir con amigos, las chicas...«.
José Pedro siguió los pasos de su padre, que se ganó la vida de camarero, «aunque [su progenitor] últimamente andaba haciendo cosas también en la construcción; como la cosa está tan mala en la hostelería...», añade el empleado de la venta La Junta.
«Era buen camarero», explica el mismo compañero. «En invierno -continúa- solía trabajar por aquí y, en verano, se iba a los chiringuitos. Este año estuvo en uno de Sacaba Beach y aprendió a hacer espetos porque el titular se dio de baja«.
Agentes del Grupo de Investigación de Atestados y Accidentes de Tráfico (GIAAT) de la Policía Local de Málaga siguen indagando en las circunstancias del siniestro, en el que no se vieron implicados otros vehículos.
Al parecer, el joven perdió el control del turismo, un monovolumen de la marca Volkswagen y de color gris, y se empotró contra el muro de la vivienda situada en el número 24 de la avenida Lope de Vega. Por el sentido en el que se produjo el impacto y la hora -al filo de la medianoche- todo apunta a que José Pedro volvía a casa.
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