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'Gas de la risa' incautado en Torremolinos por la Policía Nacional. CNP
Sensación de euforia y riesgo de asfixia: así afecta el óxido nitroso al organismo

Sensación de euforia y riesgo de asfixia: así afecta el óxido nitroso al organismo

Se trata de un gas con una alta capacidad de difusión que puede dejar sin oxígeno a los pulmones y provocar daños graves

Viernes, 11 de junio 2021, 01:37

El óxido nitroso (N2O) lleva años siendo empleado en la medicina. Los anestesiólogos lo utilizan como parte del cóctel con el que duermen a los pacientes antes de operar, y los dentistas lo administran en cantidades reducidas para conseguir un efecto sedante y analgésico. Cuando entra en contacto con el organismo en altas concentraciones –por ejemplo a través de un globo, que es el método de consumo más habitual con fines lúdicos– produce sensación de euforia, por eso es tan demandado en las fiestas.

Sin embargo, inhalar este gas fuera de quirófano es especialmente peligroso, ya que el óxido nitroso «compite» con el oxígeno a la hora de entrar en la sangre a través de los pulmones. Así lo explica la anestesióloga Mari Ángeles De las Heras, responsable del Servicio de Anestesia del Hospital HLA El Ángel, que añade que el N2O tiene «una capacidad de difusión muy superior a la del oxígeno». Esta cualidad hace que, después de inhalarlo, los alvéolos pulmonares den 'prioridad' a las moléculas de este gas, privando de oxígeno al organismo. Este fenómeno se llama hipoxia por difusión y es, de hecho, uno de los puntos críticos que deben controlar los anestesistas en los procedimientos quirúrgicos.

Llevado a la calle, el consumo lúdico del gas de la risa –anteriormente llamado «gas hilarante»–, produce un «leve mareo» acompañado de «sensación de euforia y desinhibición». Es muy habitual que quienes lo consumen se sientan «capaces de todo» y que no midan las consecuencias de sus actos o sus palabras, de ahí que en muchos círculos también se le conozca como «gas de la verdad».

Si su consumo es reiterado a lo largo de varios días (por ejemplo, durante una semana de vacaciones en Marbella), puede afectar al equilibrio y produce hormigueos en brazos y piernas, explica la anestesióloga. Este fenómeno ha sido especialmente estudiado en países en los que el consumo del gas de la risa es habitual, como Reino Unido. «Allí llevan mucho tiempo consumiéndolo», expone. El consumo a largo plazo también puede provocar el descenso de la vitamina B12, cuya carencia en el organismo es responsable de diversas patologías.

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