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La imagen es muy habitual en Málaga. Llegar a donde se ha aparcado el coche, normalmente bajo un árbol o una farola, y encontrarse algún 'regalito' de las palomas decorando el vehículo. Los excrementos de estos pájaros son bastante ácidas, de ahí que se 'coman' la pintura si no se quitan lo antes posible y con una serie de recomendaciones.
Para evitar que se quede una huella imborrable, lo mejor es humedecer en cuanto se pueda la mancha con bastante agua e incluso dejando un trapo húmedo encima durante varios minutos para que se ablande todo lo posible. Luego bastará con retirarla pero con suavidad, puesto que si se frota demasiado fuerte podría arañarse la pintura. También se pueden utilizar las toallitas de bebé para esta tarea.
Si han pasado bastantes horas, habría que utilizar algún tipo de productos como pulidores y cera. Porque hay que tener en cuenta que el sol va secándolas y el ácido de las cagadas se extiende por la carrocería, pero por la noche, con la bajada de las temperaturas, se enfrían y se contraen las heces lo que también deja señales que en ocasiones no se pueden quitar.
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