Borrar
Caja con los Madelman piratas, expuesta en el Museo Nacional de Antropología. :: J. Manuel Cortés
Héroe cincuentón y de juguete

Héroe cincuentón y de juguete

Los Madelman colonizan el Museo Nacional de Antropología en una muestra sobre uno de los muñecos españoles con más éxito de la historia

J. LUIS ALVAREZ

Viernes, 1 de junio 2018, 00:27

Corría mayo de 1968, con barricadas en París y los Beatles en los escenarios. Fue el año en el que caía asesinado Martin Luter King, Paco Martínez Soria estrenaba su película 'El turismo es un gran invento' y a las jugueterías llegaba el Madelman, un muñeco de acción con el seductor lema 'Lo puede todo'. Ha cumplido 50 años aquel hombrecillo articulado, diminuto pero bien pertrechado con todo tipo de indumentarias, armas, vehículos increíbles y accesorios para que cada niño inventara y viviese su propia aventura. El Museo Nacional de Antropología -un edificio neoclásico frente a la madrileña estación de Atocha- alberga hasta octubre la exposición '50 años Madelman. ¡Aún lo pueden todo!', que ofrece una mirada retrospectiva, a través de la colección de José Manuel Cortés.

Los Madelman nacieron en Industrias Plásticas Madel, fundada en San Martín de la Vega (Madrid) por Manufacturas Delgado en los años 50. La empresa manufacturaba productos de plástico muy diversos. Una década después, cuando estaba a punto de quebrar, Madel fue adquirida por Andrés Campos y José María Arnau -hijo éste del dueño de la juguetera Exin, una de las más importantes del momento-. Ambos querían poner a la venta en España un muñeco de acción que tuviera el mismo éxito del que en Estados Unidos gozaba el G.I. Joe de Hasbro (1964), luego llamado Action Man (1966) y finalmente Geyperman, fabricado bajo licencia por la española Geyper (1975).

De esta manera el dibujante Alberto Plaza y el escultor Alfonso Díaz modelaron un prototipo en resina. De este nació, en mayo de 1968, el Madelman: 17 centímetros de alto, con ojos de aspecto cristalino, de raza blanca o negra y la opción de pata de palo. 'Más que un amigo, un compañero', como rezaba la publicidad. La estatura fue decidida en función a la maquinaria disponible para confeccionarle la ropa. Formado por 23 piezas, todas estaban encajadas a un cuerpo, al principio parecido al de una persona vestida con camiseta y calzoncillos, que sólo se cerraba con un tornillo en la espalda. Carecía de pies y las botas se acoplaban.

Los veteranos recordarán al marinero, al explorador del ártico, al cazador africano y su ayudante negro tocado con un fez, el espeleólogo, el hombre rana, el astronauta de la película '2001', el soldado de camuflaje o el mecánico de carreras. Entre 1968 y 1983 el Madelman evolucionó. Tuvo pies, los ojos ya no eran tan sugerentes como los originales y tuvo una compañera, la Madelwoman. Míticos fueron los modelos del pirata 'Jim Black', un guerrero y una princesa india. Algunas figuras lucieron barba. Tras su desaparición en 1983, los Madelman renacieron en 2002 de la mano de Popular de Juguetes, pero ya no eran los mismos hombrecillos de los años 60 y no cosecharon el mismo éxito. Medio siglo después, los primeros Madelman son objetos de deseo. En internet se ofrecen lotes de Madelman por los que se piden casi 4.000 euros, ejemplares sueltos a 1.000 si conservan su caja original, o una diminuta pistola por solo dos euros. Una tentación para nostálgicos del aquel héroe de plástico.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Héroe cincuentón y de juguete