

Secciones
Servicios
Destacamos
La nevera es un elemento básico de cualquier hogar, pero no siempre se le presta la atención que merece para su correcto mantenimiento. Sin embargo, puede resultar clave seguir una serie de sencillas pautas para garantizar su buen funcionamiento, lo que además nos puede servir para ahorrar en la factura de la luz.
Cada vez que abrimos y cerramos el frigorífico, el aire entra y poco a poco va formando hielo. Si no estamos atentos, esa formación irá aumentando y puede perjudicar la vida del aparato: ¿Sabes cada cuánto tiempo se debe descongelar?
Según recoge la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) se puede limpiar y descongelar la nevera cada vez que detectemos la presencia de hielo, o bien al menos un par de veces al año. No obstante, gracias a los nuevos sistemas no-frost esta tarea se simplifica.
En caso de que queramos descongelar el frigorífico, interesa tener en cuenta estas recomendaciones si queremos hacerlo de una manera eficaz y duradera:
1. Desconecta el electrodoméstico.
2. Prepara el espacio alrededor del aparato: coloca paños o papel absorbente alrededor para prevenir posibles derrames de agua.
3. Retira toda la comida y ponla en el frigorífico (si dispone de sitio) o en bosas térmicas o algún tipo de material aislante.
4. Retira todos los cajones y estantes. Si están pegados, no los fuerces y espera a que el hielo se derrita.
5. Si tu aparato dispone de algún tipo de desagüe del agua descongelada, es el momento de usarlo.
6. Espera a que todo el hielo de descongele. Mientras puedes limpiar los cajones.
7. Limpia el interior del aparato bien con agua jabonosa bien con agua con unas gotas de vinagre.
8. Seca el congelador todo lo que puedas con trapos secos, así como los cajones y estantes.
9. Conecta de nuevo el congelador. No introduzcas de forma inmediata la comida congelada que habías sacado. Espera un tiempo a que la temperatura baje, unos 15 minutos debería ser suficiente.
10. Si alguna comida se hubiera descongelado, no la congeles de nuevo.
Nada mejor que prevenir para evitar situaciones indeseadas. Aunque lógicamente cada cierto tiempo debe realizarse una limpieza profunda y descongelar el frigorífico, también hay una serie de buenas prácticas que si se llevan a cabo pueden ayudar a que podamos prolongar en el tiempo las tareas.
Cuando la abras, intenta coger de una vez todo lo que necesites y ciérrala. Cuanto más aire del exterior entre, será más probable que la humedad llegue a las paredes, se condense y se forme hielo.
Asegúrate de que la puerta cierra correctamente. Si las gomas están deterioradas, no cerrará de forma hermética, permitiendo que se filtre el aire y se formen capas de hielo.
No bajes de forma excesiva la temperatura de tu nevera: mantener el frigorífico a 5ºC y el congelador a -18ºC es más que suficiente.
Permite que el aire circule por detrás del aparato: no lo pegues del todo a la pared para que el motor cuente con suficiente ventilación para funcionar de forma correcta. También es conveniente quitar el polvo de la parte trasera del frigorífico. Además, se recomienda tener la alejada de fuentes de calor, como un horno, un radiador o un lugar soleado, ya que haría que funcionase más tiempo para mantener la temperatura interior.
No se deben introducir alimentos calientes en la nevera: es mejor esperar a que se enfríen para colocarlos, ya que la evaporación de los líquidos por el calor haría que se crease más hielo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.