‘Gato’, ‘Antelo’..., apodos de un cómplice de la represión
j. vázquez
Domingo, 20 de noviembre 2016, 00:14
La lista la integran 4.867 nombres, enumerados por orden alfabético. Es la relación del Personal Civil de Inteligencia (PCI) del Batallón 601 del Ejército argentino, grupo que asumió actividades de terrorismo de estado durante ladictadura militar que gobernó a sangre y fuego el país de 1976 a 1983 y al que se atribuyen miles de asesinatos, secuestros, torturas y la desaparición de 30.000 opositores. El documento fue desclasificado y hecho público hace seis años. 4.867 agentes de la infamia. En el puesto 238 aparece Edgardo Norberto Andrada. Aquel portero apodado Gato que pasó a la historia del fútbol por encajar el gol mil de Pelé lo iba a hacer ahora por una causa mucho más penosa. Se confirmaba la sospecha que ya recaía sobre él años antes, según relata el periodista Gustavo Veiga en su libro Deporte, desaparecidos y dictadura.
Andrada era dentro de la red de informadores civiles Eduardo Néstor Antelo, en iniciales que coinciden con las de su nombre verdadero. Para los represores militares Antelo es una pieza de valía: «Posee una variada red de informantes. Su figura de exarquero concita adhesiones y confianza, lo que facilita su penetración al objetivo impuesto», decían de él. En noviembre de 2011, Andrada es involucrado en el secuestro y asesinato de dos militantes montoneros cometido en 1983. Por este motivo es despedido de su cargo de coordinador de las categorías inferiores del Rosario Central. Fue encausado, aunque finalmente quedó absuelto por falta de pruebas. En un registro realizado entonces en su domicilio la Policía encontró dos pistolas de calibres 9 y 11,25 milímetros, tres fusiles Winchester y una carabina.
A sus 77 años, poco se sabe ahora de Edgardo Norberto Andrada. O Eduardo Néstor Antelo. Doble identidad para una misma persona. Doble pasado infeliz para un hombre al que le perseguirán de por vida dos estigmas: el deportivo hasta podría lucirlo; cuestión diferente es la razón indestructible de miles de asesinados, la voz incesante de 30.000 desaparecidos.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.