Un bar bajo cero en pleno verano infernal de Río de Janeiro

Con 130 toneladas de hielo se levantó este 'Ice Bar', ubicado en el acomodado barrio Barra da Tijuca, donde también se ubica la villa olímpica para la cita de 2016. Desde los vasos hasta la barra, pasando por sillas, sofás y mesas, son de hielo y una estatua helada del Pan de Azúcar y el Cristo Redentor, íconos turísticos cariocas, adornan el lugar.

El termómetro puede marcar 10 grados negativos dentro cuando en el exterior, en pleno verano austral, la temperatura llega fácilmente a los 40 grados centígrados.

"Es una idea que hemos importado de ciudades como Londres. La gran diferencia, lo gracioso, es que esta vez llega a una ciudad como Río», señala José Rafael Vázquez, director general de los supermercados Prezunic, que promociona este bar de hielo.

Tres salas reciben al visitante antes de llegar a la zona helada. En la primera se entregan una chaqueta de invierno y guantes. La segunda, con 17 grados, funciona como una aclimatación de cinco minutos. Finalmente se accede al bar a través de una puerta de frigorífico.

"Es una idea realmente fantástica, principalmente en Río de Janeiro, que está necesitando de este frío para tomar una cerveza en este ambiente agradable", señala Deric Martins Saavedra, uno de los primeros en entrar.

Los barman trabajan ataviados con bufandas y gorros y el menú incluye cerveza y sake con jugo de frutas, servidos en bloques de hielo que ofician de vasos.

La capacidad de este inusual lugar es para 20 personas, que pueden estar dentro sólo durante unos 20 minutos. Para recibir una invitación al bar, se debe comprar 60 reales (unos 12 euros) en cervezas de la marca oficial. "La previsión es que recibamos aproximadamente 20.000 personas en dos meses", asegura el director de mercado de la cadena Prezunic, Lorena Santos.