José Antonio Luque, presidente de la Asociación Daffari: «Hay cofradías que todavía ven al hombre de trono como un billete de 50 euros»
El nuevo presidente de la Asociación Daffari admite que existe crisis de portadores y opina que no hay tantas mujeres dispuestas a llevar las andas procesionales: «La prueba es que hay varales con huecos»
RAFAEL RODRÍGUEZ
Miércoles, 1 de febrero 2023, 00:24
La Asociación Daffari Hombres de Trono tiene nuevo presidente. José Antonio Luque Fernández (Málaga, 1984) toma el testigo de Juan García Torres, que venía ostentando ... este cargo tras un mandato de ocho años desde la fundación de la entidad, en 2014.
Luque es, además, segundo teniente hermano mayor de la Cofradía del Rocío y hermano de las hermandades de la Clemencia (antiguo Mutilado), de Nuestra Señora del Carmen de El Perchel, Pollinica, Expiración, Esperanza y Dolores de San Juan, por lo que su vinculación con el mundo de las cofradías, no solo con el varal, es total.
-Entiendo que, siendo presidente de la Asociación Daffari, lo de llevar y dirigir tronos es como el pan nuestro de cada día.
-Pues sí. Soy capataz del Cristo de la Clemencia, del Nazareno de los Pasos de la Cofradía del Rocío, del Yacente de la Paz y la Unidad del Monte Calvario y del Carmen de El Perchel. Además, soy hombre de trono de la Virgen de los Dolores de la Archicofradía de la Expiración.
-¿Cuándo entró en la Asociación Daffari?
-Entré en sus comienzos. Desde que empezaron a juntarse.
-¿Por qué decidió unirse a esta asociación?
-Llevo desde los nueve años en mi Cofradía del Rocío y al final uno tira para donde se siente a gusto. La participación como nazareno no era lo mío, pero ya iba a la antigua Asociación Hombre de Trono cuando estaba en la calle Beatas, en la Peña El Saral. Cuando te encuentras con personas que piensan igual que tú y disfrutas hablando de curvas, capataces y demás, entonces te das cuenta de que ese es tu sitio.
-Pero usted me acaba de decir que entró en la Semana Santa con nueve años. ¿Lo hizo por los tronos?
-No. Entré por mi madre, que es una fiebre de la Semana Santa. Desde pequeño me llevaba a ver todo lo que salía.
-¿Con qué edad empezó a portar un trono?
-Empecé con 14 años, con la Virgen del Rocío en una salida por Pentecostés. Luego he sacado a la Virgen de la Paz, Dolores Coronada, Prendimiento, Esperanza, Nazareno del Paso, Dolores y Esperanza, Humildad...
-¿Y su bautizo en un trono grande?
-Pollinica fue el primer trono grande que saqué. Llevé el trono del Señor.
-¿Por qué se presentó a las elecciones de la Asociación Daffari?
-Me presenté porque soy una persona que me considero continuista de la labor que ha venido ejerciendo Juan García Torres. Lo que funciona siempre se puede mejorar, pero hay que mantener una línea. Juan (Nono) es para mí como un hermano. Tenemos casi los mismos gustos, los mismos pensamientos. Sí me gustaría añadir que es una pena que seamos la única asociación que hay en Málaga, cuando tendría que haber también de nazarenos, por ejemplo.
-La pandemia ha mermado la actividad de la asociación, supongo.
-La pandemia nos ha hecho muchísimo daño, porque Daffari tiene una raíz débil, formada por un grupo de amigos y si, encima, durante ese tiempo, no podíamos vernos, supuso un duro golpe. Por eso me presento también. Para dar continuidad a este proyecto e intentar sumar gente joven.
-¿Cuántos socios tiene Daffari?
-Ahora somos unos 150 socios, aunque es verdad que, desde que surgió la pandemia, no tenemos al corriente de cuota a todos los socios, pero como les pasa a las cofradías. No obstante, uno de los compromisos adquiridos para poner en práctica durante mi mandato es agilizar este tema y dar facilidades a los socios para que se pongan al día, sobre todo, porque el pensamiento de la actual junta directiva es que todo lo que se haga será por y para los socios. Pagamos una cuota, no tenemos gastos de luz ni de nada al no contar una sede física, pero si organizamos algo como, por ejemplo, una convivencia con cargadores de Cádiz, como ya hemos hecho, la asociación corre con los gastos para que los socios se vean beneficiados.
-Hay pocos socios para el número de hombres y mujeres de trono que tiene Málaga, ¿no cree?
-Sí. Quizá no hemos sabido, por el momento, llegar a la gente. Es otra de las tareas que tengo. Hay cofrades que se reúnen durante todo el año para hablar de vivencias como hombre de trono, pero necesitamos que esas vivencias las compartan con los demás y para eso está Daffari. Necesitamos abrirnos más para que todo el mundo nos conozca.
-¿Es despectivo el término 'sacatronos'?
-A los miembros de la Asociación Daffari se nos tacha de 'sacatronos' y de 'abrochavarales', pero nosotros somos unos fiebres del mundo de los tronos, lo mismo que puede haber gente que solo habla de los cultos o de cómo están vestidas las Vírgenes. Nosotros trabajamos por esto, amamos esto y queremos que se una más gente que sienta lo mismo que nosotros. En Daffari serán bien recibidos.
-¿Hay devotos del aluminio?
-Los hombres de trono somos devotos de las imágenes que llevamos. Yo siempre veo al Señor y a su madre.
-¿Por qué no hay mujeres en Daffari?
-Yo creo que porque no se atreven. Las puertas están abiertas para todo el mundo. Yo voy de capataz en el trono de la Virgen del Carmen de El Perchel, que lo llevan los hombres en julio y en el rosario vespertino de octubre lo llevan las mujeres. No tengo ningún problema. Es más, si vienen mujeres con más ganas de las que yo tengo, tienen su sitio en el varal. No seré yo quien ponga trabas ni haré una crítica. Cuando se habla de esfuerzo físico, he de decir que hay mujeres que tienen más fuerza que diez de nosotros juntos.
-Pero usted sabe que hay cofradías, sobradas de hombres de trono, que no dan opciones a las mujeres, con la excusa de que hay lista de espera, cuando vemos que la lista va corriendo y solo entran hombres.
-Correcto. Usted lo ha dicho. Hay cofradías que están sobradas de hombres de trono y ponen la excusa de la lista de espera.
¿Qué opina usted de esto?
-Le voy a decir la verdad: es una excusa más de algo que tarde o temprano pasará. Lógicamente, si se va una persona de 1,55 metros de hombro y una mujer tiene 1,40, no se va a mover todo el trono entero para una persona cuando hay más gente con esa medida. Pero esto es como jugar al 'quién es quién'. Al final se va restando y llegará uno momento en que esa cara se queda, porque no le puedes poner la misma excusa años y años. Sí es cierto, y esto lo digo públicamente, que no hay tantas mujeres de trono. Y tampoco hay tantos hombres de trono, porque hay quienes se ponen una túnica, pero no son hombres de trono. Lo hacen por tradición o porque llevan muchos años ahí y les da cosa dejar el varal.
-¿No hay tantas mujeres de trono porque ocurre como con los hombres? Es decir, que no todos los que portan una imagen son hombres de trono. ¿O porque no hay en cantidad?
-No hay tantas en cantidad. La prueba está en que cofradías donde entraron las mujeres de trono con mucha fuerza, que lo vi muy bien, vuelven a día de hoy a tener huecos en los varales. La pregunta es, si hay tantas mujeres de trono, ¿dónde están? Porque hay tronos con huecos. Lo mismo le digo con los hombres de trono. Cuando se dan cifras, ¿dónde están? Porque, insisto, hay tronos con huecos libres.
-Por tanto, si no hay tantas mujeres ni tampoco, hombres, usted admite que hay crisis de portadores.
-Sí hay crisis. Es el tema tabú, pero esto no es nuevo. Lleva ya muchos años. Lo que ocurre es que nadie quiere poner el cascabel al gato. Hay cofradías que no les faltan hombres de trono, pero hay otras que les faltan desde hace más de 20 años. Hombres de trono y mujeres. Pero al final, salimos a la calle con cantidad, pero no con calidad. No hay que echarle la culpa a nadie, pero esto nos ha explotado a nuestra generación, y un pelín a la que estaba delante, por los que estuvieron tiempos atrás. Aquí, en Málaga, no gustaba a las cofradías que los hombres de trono se juntaran y opinaran. Aquí lo que se quería es que vinieran, pagaran la cuota de salida y si salimos el Martes Santo, nos vemos ese día y hasta el año que viene. Hasta el tallaje, que no aparezcan por aquí. Eso es lo que ha pasado. No se ha contado con los hombres de trono.
-Acaba de decir que los tronos se llenan en cantidad, pero no hay calidad. Sin embargo, yo diría que ahora se llevan los tronos mejor que nunca. ¿No lo ve así?
-Se llevan mejor, porque se hace un trabajo con los hombres de trono. No puedes exigirle a 120 hombres de trono, por ejemplo, que lo pones solo un día del año a llevar una imagen durante ocho o nueve horas, que te aguanten marchas, que no saben ni las marchas que van a sonar, porque no has ensayado con ellos. Desde que comenzaron los ensayos, mejoró la forma de llevar los tronos, porque se ha dado un giro de tuerca, y ahora llegan bien. Antes llegaban muchos tronos mal, ¿y qué hermano mayor se atrevía a destituir al mayordomo y los capataces? Nadie, porque el mayordomo era el teniente hermano mayor y los capataces eran el albacea general y el que más limpiaba plata durante todo el año. Nos daba igual cómo llegaran los tronos. Hoy en día no ocurre esto.

-Bueno, el reparto de puestos en un trono, en lo que a mayordomos y capataces se refiere, tampoco difiere mucho de antes en la mayoría de las cofradías.
-Sí, pero ahora son más jóvenes y hay otra cultura cofrade.
-Entiendo que los ensayos son fundamentales para usted.
-Totalmente. Todavía hay gente contraria a los ensayos, pero, si una banda de música ensaya todo el año, ¿por qué no pueden ensayar los hombres de trono? Le digo una cosa, como capataz se sufre mucho, incluso, más que de hombre de trono, porque, como portador, soy la persona más feliz del mundo. Sé lo que tengo que hacer, hago lo que me piden y ya está. En cambio, como capataz, se pasa muy mal. Influyen las cosas del directo: una alcantarilla, cualquier accidente que pueda ocurrir, como la rotura de una tulipa, o lo que sea. Entonces, para nueve horas que va a estar la cofradía en la calle, ¿te la vas a jugar por no ensayar? ¿Te vas a jugar que no se adapte el trono al tambor cuando has tenido todo un año para estudiarlo, para hablar con la banda y ponerlo en práctica en los ensayos con los hombres de trono? Yo no lo veo de recibo.
-¿Y no vería bien que se formaran cuadrillas profesionales, como hay en otras localidades? Pero no hablo de una cuadrilla, como antaño, pasa sacar al santo y punto, sino para paliar el déficit de portadores y mejorar en el andar del trono.
-Tengo claro que eso llegará, pero llegará con condiciones. Es decir, si a mí me llama una cofradía que necesita 50 hombres de trono, perfecto, pero el trono es mío. Lo digo así de tajante, porque no voy a mandar 50 hombres de trono para que se metan debajo de un varal y cuando lleguen a la iglesia o casa hermandad, vengan a buscarme para preguntarme dónde los he metido. ¿Usted quiere hombres de trono? Perfecto, pero esos hombres de trono van con sus capataces. ¿Que no se quiere pagar? Perfecto, pero vamos con esa condición. Vale que la cofradía ponga al mayordomo, que, bueno, ya tendríamos reuniones con él, pero los capataces los pongo yo. Y eso es otro debate. Hay capataces y personas que se disfrazan de capataces.
-¿Qué opina de las nuevas formas de andar de algunos tronos con movimientos que se asemejan a los que se realizan en otras provincias?
-Lo veo bien. Hay cofradías que tienen su estilo y buscan implantar nuevas formas de andar, y para gustos, los colores. A mi tierra siempre la defiendo y la defenderé. Cuando la gente habla de cofradías peñistas o de cofradías serias y se critica, pienso que eso es lo que hace grande a la Semana Santa de Málaga. Imagínese que todas las cofradías fuesen como Dolores de San Juan. Para mucha gente sería aburrido. O que todas fuesen como la Humillación. Para mucha gente sería igual de aburrido, que si muchos pulsos, peñismo. En Málaga tenemos un gran abanico de realidades cofrades, y tenemos desde hermandades de silencio hasta hermandades que suben a pulso los tronos cada dos por tres.
-Pero si defendemos el varal para que no se pierda y admitimos algunos movimientos que, cuando menos, nunca se han visto aquí, es algo incongruente, ¿no cree?
-Es que no tenemos documentos audiovisuales de lo que pasó antes de la televisión. Hablamos de la carrerilla para llevar los tronos en el pasado, pero antes de la carrerilla se llevaron de otra manera. ¿Cómo se iba a bailar un trono si antes no había una banda detrás? Todo evoluciona. Lo bonito de todo esto es que hay gente que no se cansa y se busca mejorar y evolucionar. Si de aquí a diez años me vienen unos chavales y me dicen que quieren cambiar el estilo del movimiento de trono del Nazareno de los Pasos, pues tendré que adaptarme a los tiempos.
-Ahora están mal visto los pulsos, algo muy malagueño en épocas anteriores. ¿Usted lo ve bien?
-El pulso nace para aliviar al hombre de trono y se queda para buscar una ovación para, por ejemplo, cuando se producía un cruce entre imágenes. Pues mire usted, eso es una cosa de Málaga y que lo haga la cofradía que quiera y no se tiene que criticar. Entiendo perfectamente al hermano de la Humillación o del Prendimiento. A mí me han dicho hermanos que es eso lo que les gusta. Pues claro que tienen que existir los pulsos.

-¿Hay reemplazo en los varales?
-La juventud está por la labor, pero hay que cuidarla y no malearla. Como ya he dicho, hay cofradías que todavía ven al hombre de trono como un billete de 50 euros. Esto es así. Los tronos se agrandan, debido a la demanda de gente, y las hermandades lo ven como un filón muy grande. Si en lugar de seis varales ponemos ocho, nos entran 80 hombres de trono y sacamos más dinero. Sin embargo, la gallina de los huevos de oro se está acabando, por no decir que se ha acabado. Que acudan chavales a las cofradías con unas ganas inmensas de portar un trono y se le exija que se haga hermano y que pague la cuota de salida, pues, mire usted, no estamos ayudando a que haya relevo en los varales. A esos chavales hay que llevarlos a la cofradía, que la conozca y que se involucre.
-¿Los tronos controlan hoy día las cofradías? Se lo pregunto de otra manera. ¿La candidatura que maneje el grupo de WhatsApp de los hombres de trono gana las elecciones?
-Efectivamente. El que controla los tronos, gana las elecciones. Antes las cofradías no querían que los hombres de trono se reunieran y ahora, si ese grupo lo tengo domado, por decirlo de alguna manera, tengo las elecciones ganadas. Hemos pasado del negro al blanco sin haber pasado por el resto de colores. Al conseguir que la gente se reúna en la cofradía, el roce hace el cariño. Antes, veías a tu compañero de varal una vez al año y ahora lo ves, a lo mejor, diez veces al año. Por tanto, la gente empieza a pensar casi igual que tú. El problema viene cuando se presentan dos candidaturas, como ha ocurrido recientemente, y una controla el trono del Cristo y la otra, el de la Virgen. No obstante, he de decir que soy muy contrario a las elecciones a las que aspiran dos candidaturas, porque, al final, es una guerra entre hermanos.
-Volviendo a la asociación, ¿cómo ha visto su evolución?
-Si de algo podemos presumir es que supimos aguantar las críticas. Nosotros éramos un grupo de niños y nos criticaban por los ensayos, por ir fajados, y los niños ya son hombres. Después de tantos años seguimos ahí, peleando, y hemos aguantado hasta a una pandemia. Será porque algo bueno hemos hecho.
-¿Cuál es su proyecto para estos cuatro años de mandato?
-Como dije, quiero mantener la línea que llevábamos. Estaré solo cuatro años, seguramente. Intentaré dejar a los jóvenes que vienen achuchando. Los que llevo en la permanente son mucho más jóvenes que yo.
-¿Para cuándo una sede? ¿No cree que les beneficiaría?
-Nosotros no queremos una sede nuestra, porque esto vale dinero. Nosotros no estamos para eso. Estamos para hablar de tronos. Sí nos gustaría buscar un sitio donde nos podamos reunir y que sea nuestra sede. Es uno de los propósitos que nos proponemos. Y otra de las grandes tareas que tenemos pendientes es conseguir que en los pueblos de Málaga se sigan sacando los tronos con varal. No me refiero a que haya una subsede de Daffari, pero que sí haya personas que se reúnan y peleen por esto. Ser hombre de trono es nuestro, de Málaga, y cada vez vemos que pueblos más cercanos a la capital, por buscar el camino fácil, quitan los varales para meter el costal. La última ha sido Marbella. Si seguimos perdiendo cosas de Málaga, al final, ¿qué quedará? Fíjese lo que se está liando con la Torre del Puerto, porque dicen que Málaga no es Dubái, pero sí se permite que en Semana Santa, Málaga sea Sevilla. Asistimos a una tertulia en Ronda, donde hay hombres de trono y costaleros, y había cofrades que nos decían que no se podía perder el varal por ir por el camino más fácil. Es cierto que llenar un trono de 80 personas en la provincia requiere un trabajo. Es la carga del cargo. Si eres capataz, hay que buscarse la vida para llenar los varales. Lo más fácil es quitar los varales y meter costaleros, que, con 20 personas, sale el trono.
-Insisto en el tema de la sede. Creo que sería importante a la hora de captar más socios.
-Hemos tanteado varias peñas del Centro, pero, claro, no es fácil. Que hombres de trono se reúnan en una peña sin ser socios de esa peña, no es sencillo. Les gusta la idea, pero no es fácil. No hay que correr en este asunto. Estamos manteniendo contactos y a ver si lo conseguimos. No hemos tenido sede desde que se fundó la asociación, así que ahora no la vamos a conseguir en dos meses.
-¿Y la Agrupación de Cofradías?
-Cuando se celebraron las elecciones, el presidente de la Agrupación, Pablo Atencia, me llamó para felicitarme y me dijo que tenemos la Agrupación para lo que queramos, pero entiendo que la Agrupación es la casa de los cofrades y molestar para celebrar una asamblea, que podemos buscar otras opciones, no lo veo. Allí no podemos tener nuestra sede. Es curioso que, en todo este tiempo, Daffari ha editado carteles, nos han dado algún que otro obsequio y siempre hemos estado con la broma de que las paredes de la casa de Nono, el anterior presidente, están llenas de recuerdos de Daffari. En la Agrupación de Cofradías no podríamos tener una habituación para adecuarla tal y como a nosotros nos gustaría.

-Para terminar, ¿qué actividades van a celebrar en los próximos días y meses?
-En cuaresma, vamos a entregar nuestra estatuilla, que se la damos a un hombre de trono o capataz que haya destacado por su trayectoria, vamos a editar un cartel y celebraremos un vía crucis, como en años anteriores. Esto fue una idea que yo tuve y se la transmití a Nono, porque, como siempre nos tachaban de troneros, pensé que si somos hombres de trono, lo que sabemos es rezar, y en cuaresma, un vía crucis sin imagen, es lo que había que hacer para que todo el mundo sepa que nosotros nos juntamos para rezar, en este caso, las estaciones del vía crucis, y no llevamos ninguna imagen en ningún trono. Hemos subido en años anteriores la cruz del Nazareno de los Pasos al Calvario, la cruz del Cristo de la Redención, también al Calvario y, luego, decidimos cambiar el formato para celebrarlo en distintas iglesias. Lo hemos hecho en San Lázaro, en el oratorio de Santa María Reina de Las Penas, en el templo de Viñeros, el año de la pandemia iba a ser en la iglesia del Císter... Y tras la Semana Santa, organizaremos unas jornadas en las que intervendrán capataces, cargadores, costaleros y demás.
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