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MARTA JIMÉNEZ
Jueves, 23 de marzo 2017, 01:04
E l ca
Cada año, con sus respectivos días de pasión, supone un nuevo reto que afrontar y una nueva salida procesional que organizar, pero siempre con el respaldo de la experiencia. Esto le ocurre a la Congregación de Mena, cuya junta de gobierno actual afronta la primera Semana Santa tras haber jurado sus cargos el pasado mes de noviembre. Aunque con nuevas responsabilidades, todos sus miembros cuentan con una dilatada experiencia y vinculación en la hermandad del Jueves Santo. Un ejemplo de esto es su hermano mayor, Antonio de la Morena, hermano desde su nacimiento y que afronta su primera salida procesional «con ansiedad y con la responsabilidad de que todos los actos de cultos salgan como esperamos junto en compañía de todos los congregantes de Mena». La actividad va rodando con ilusiones renovadas y su hermano mayor encuentra a la cofradía «muy participativa», afirma. «Todas las comisiones que se han creado están trabajando mucho y hay reuniones diarias de todas las áreas», apunta.
Los dos cargos más próximos a la figura del hermano mayor son los dos tenientes hermano mayor. Uno de ellos es Ramón Gómez García, que, a su vez, ha sido designado como el coordinador de actos de Semana Santa. Aunque su cargo en el organigrama implique representar al hermano mayor en ausencia de este, «aquí nos cubrimos las espaldas todos a todos».
El otro teniente es Manuel Baca, que será el jefe de procesión la próxima Semana Santa. «Nuestra salida hay que organizarla con mucho tiempo». Explica que es uno de los cortejos más numerosos de la ciudad y que entre fuerzas militares, nazarenos y hombres de trono suman alrededor de 1.500 personas que coordinar, por eso para él es fundamental que «todo el mundo sepa cuál es su papel». Este año hay que añadir la novedad de que la cofradía pasará por la plaza de Enrique García-Herrera, vulgo plaza de Camas. «Queremos apostar por calles más recogidas y acoplarlas a nuestras señas de identidad».
Son fechas de repartos de túnicas de nazarenos y tallajes en los tronos y de esto se preocupa, entre otros, José Gutiérrez, el albacea general, que desde los primeros días de la Cuaresma se emplea en esta tarea. Todo esto combinado con la 'puesta a punto' de los enseres para la procesión, con un matiz, y es que la candelería de la Virgen se utiliza para el montaje del triduo que tendrá lugar este fin de semana. Para toda esta labor cuentan con Pablo Krauel, anterior albacea general, que es el vestidor de la Virgen, responsable de patrimonio y la persona encargada de idear los cultos.
Belén Jurado es la responsable de la Obra Social con la que pretenden «contribuir a que la vida de las personas que están pasando dificultades sea un poco más fácil». Para ello, forman parte de la Fundación Corinto, a través de la cual, ayudan a unas 50 familias y colaboran con otras asociaciones de la provincia.
En este mandato se pretende reforzar la acción social y se ha ampliado a cuatro las personas que llevan a cabo este cometido. La Cruz de Mayo, un torneo deportivo o recogidas de alimentos son algunas de las iniciativas solidarias previstas, sin olvidar los proyectos educativos junto a instituciones como Altamar, que trabaja con niños en exclusión social para que tengan continuidad en su educación.
Facilitar el voto
Una de las tareas en las que está trabajando la cofradía es en la reforma de estatutos de la mano de su fiscal José Antonio Lorente. Él mismo nos explica que uno de estos cambios será adaptar las renovadas normas a las nuevas tecnologías, por ejemplo, a la hora de votar y así facilitar el voto a los hermanos que están fuera de Málaga. Además, hay que incluir todas las insignias que se han ido incorporando a lo largo de los años como han sido las propias de la coronación canónica de la Virgen de la Soledad. Debido a que la última reforma parcial data del año 1989, en esta actual está previsto modificar más del 50 por ciento de los artículos vigentes.
Eduardo González es el secretario general. «En Mena la secretaría no es una tarea cofrade al uso, porque lleva un envoltorio de protocolo que hace que se tengan que dedicar muchísimas horas. Después de Semana Santa sí se vuelve a la vida normal».
La ayuda en temas de protocolo viene con Adela Utrera, responsable de este área. La filosofía de este equipo se traduce en «ampliar, formar, rejuvenecer». De esta manera, han creado siete subcomisiones que engloban a 28 personas para, así, favorecer que «la responsabilidad no recaiga toda en la misma persona, ya que, a nivel cofrade, el protocolo es más complejo, porque, además del propio, existe el protocolo civil y eclesiástico». A pesar del inmenso trabajo que se avecina, dicen estar viviendo estos días «con mucha ilusión y ganas».
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