La Virgen de la Trinidad recorre su barrio bajo una lluvia de pétalos
La salida de la titular mariana de la Cofradía del Cautivo con motivo de la Santísima Trinidad es una tradición que se remonta a 1939
rafael r. puente
Domingo, 15 de junio 2014, 01:17
La Virgen de la Trinidad Coronada salió ayer en procesión de alabanza por las calles de su barrio con ocasión de la festividad litúrgica de ... la Santísima Trinidad, que se conmemora hoy, primer domingo después de Pentecostés. La puesta en escena gloriosa de la titular mariana de la Cofradía del Cautivo es una tradición que se remonta a 1939. Por tanto, se trata de tres cuarto de siglo de vigencia, aunque con algunas interrupciones en puntuales años. Esta efeméride ha venido, además, a coincidir con el 75.º aniversario de la bendición del Señor de Málaga, que llegará a su momento culmen el próximo 22 de noviembre con la salida extraordinaria de la devota efigie de Martín Simón por el entorno trinitario.
La Dolorosa, en el trono de traslado, que fue exornado a base de rosas color fucsia y nardos, partió a las 18.45 horas desde el interior de la parroquia de San Pablo, donde ha estado presidiendo estos días, en el altar mayor, la celebración de un triduo en su honor. Los primeros toques de campana los dio la concejala del Distrito Centro, Gemma del Corral.
La imagen iba vestida con la saya blanca con bordados en oro, de diseño asimétrico, el manto y la corona de coronación, y un encaje de Bruselas donado por el modisto Eduardo Ladrón de Guevara. Y en su pecho, cinco broches de plata, a modo de triángulo equilátero con resplandor y piedras preciosas en sus centros, alegoría de la Santísima Trinidad. Además, la Virgen de la Trinidad exhibió en su mano izquierda una rosa de pasión que ya estrenó hace casi un año durante la procesión del Mater Dei.
El cortejo se puso en marcha a las 18.35 horas. Lo encabezó la cruz guía, flanqueada por dos faroles, y, a continuación, la banda de cornetas y tambores de la hermandad, una decena de niños vestidos con traje de Primera Comunión, 84 hermanos con cirios blancos, las insignias del Sine Labe Concepta y el guión, escoltados ambos por cofrades con bastones, la junta de gobierno y el cuerpo de acólitos abriendo paso a la Dolorosa trinitaria, sublime en su conjunto, y acompañada musicalmente por la banda Sinfónica que hace llamarse como su advocación.
El séquito callejeó por Zamorano, Tiro, Feijoo, plaza de la Aurora, Ribera del Guadalmedina, Trinidad, para girar hacia Malasaña, San Quintín y Calzada de la Trinidad, hasta dirigirse a la iglesia de la Trinidad, donde hizo estación cuando el reloj marcaba las 21.10 horas, y saludó a la Virgen de la Paz y a la comunidad de monjas clarisas, que le cantaron.
El regreso a San Pablo fue por el camino más corto; esto es, por la plaza Bailén y Trinidad abajo. Durante el tiempo que estuvo la Virgen en la calle hubo momentos especiales, con lluvia de pétalos incluida.
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