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Pedro Torrecillas explica que el PRP, combinado con radiofrecuencia, también se está empleando para tratar liquen escleroso PEDRO QUERO

Pedro Torrecillas, urólogo y director del centro urológico Torrecillas

Nuevos tratamientos para disfunciones sexuales en hombres y mujeres
«La disfunción sexual más frecuente en mujeres es que no llegan al orgasmo»

«La falta de deseo, cuando es algo persistente y no porque tengamos una preocupación importante, se considera una patología»

Miércoles, 20 de diciembre 2023

Disfunción eréctil y eyaculación precoz en hombres y no llegar al orgasmo y falta de deseo en mujeres son las disfunciones sexuales más frecuentes. Pedro Torrecillas, urólogo y director del centro urológico Torrecillas explica que los nuevos tratamientos que combinan Plasma Rico en Plaquetas (PRP) con ácido hialurónico y radiofrecuencia están consiguiendo «resultados magníficos» en el tratamiento de estas patologías.

-¿Cuáles son las disfunciones sexuales más frecuentes?

-En hombres la principal es la impotencia, aunque la más frecuente es la eyaculación precoz. Y luego hay otras patologías como la enfermedad de Peyronie, una curvatura del pene producida por una placa que ocasiona dolor y disfunción sexual. En las mujeres la principal es la anorgasmia. La falta de sensibilidad y la falta de deseo son también muy importantes. En el hombre ocurre en la andropausia y en la mujer, en la menopausia.

-¿Cuándo se considera la falta de deseo una disfunción sexual?

-Puede haber una falta de deseo, en otoño o en primavera o porque tenemos una preocupación importante, pero cuando ya es más persistente y duradero, entonces se considera una patología.

-Una de las terapias que se están aplicando para estas disfunciones es el PRP ¿En qué consiste?

-El Plasma Rico en Plaquetas se utiliza en pacientes de traumatología para inyectarlo en las rodillas o en las caderas y en los de estética para las arrugas de la cara. Hace unos diez años un médico estético y un anestesista publicaron que estaban curando la impotencia con PRP, pero no era tal como ellos decían, porque en las articulaciones y en la cara, el PRP se queda fijo y es efectivo, pero en el pene hay un efecto de lavado: se pincha y la circulación lo va arrastrando. Hace un par de años asistimos a un nuevo avance en la utilización del PRP con ácido hialurónico, con el que, efectivamente, había mejorías. Pero esa técnica la hemos mejorado aún más, con muy buenos resultados, tanto en la impotencia como en la enfermedad de Peyronie. En la mujer el síndrome genitourinario de la menopausia provoca sequedad no sólo en la vagina, sino también en la vulva. Esto hace que, aunque la mujer tenga deseo, no mantenga una relación sexual porque en esas condiciones no le resulta agradable. Se están logrando resultados magníficos combinándolo con la radiofrecuencia. Luego hay pacientes que tienen liquen escleroso, que es una enfermedad muy frecuente en mujeres, que afecta también a jóvenes e, incluso, niñas. Es una enfermedad en la que la piel sufre una atrofia severa, se seca, se cierra y en la mujer llega a cerrar totalmente la vagina y produce muchísimo picor. Hemos tenido en tratamiento una niña con tres añitos con un liquen escleroso. El único tratamiento que había hasta ahora eran las cremas con corticoides, que hay que utilizarlas toda la vida y que mejoran un poco el picor, pero no las lesiones. Al combinar PRP con radiofrecuencia los resultados mejoran espectacularmente y son necesarias menos sesiones. Hay que tener una vigilancia estricta, porque el liquen escleroso es una enfermedad cancerosa.

-¿Sirve para tratar cualquier tipo de disfunción eréctil?

-Cuando la patología es leve utilizamos la radiofrecuencia con un tratamiento médico. Cuando avanza combinamos la radiofrecuencia con el PRP y cuando ya vemos que está muy avanzada utilizamos células madre con grasa, que es el siguiente campo.

-¿Cuánto duran los efectos y qué ventajas tiene respecto a otros tratamientos más antiguos?

-En mujeres con patología vulvar y vaginal se aplican de una a tres sesiones y hay resultados entre las tres semanas y los tres meses. Suelen ser duraderos, porque lo que hace es mejorar la microcirculación. En los hombres los tratamientos eran las pastillas: viagra, vialis… Y en algunos pacientes se utilizaba la inyección de prostaglandina, pero estaba muy restringida porque se utiliza fundamentalmente para hacer el diagnóstico. También se emplea para tratar la disfunción eréctil y lo paga la Seguridad social. El problema es que el paciente tiene que pincharse antes de cada relación sexual y la inyección no duele, pero es incómoda, claro, y pueden aparecer durezas en el pene al pincharse de forma repetida.

-¿Para qué se emplean las células madre de grasa abdominal?

-Se hace una lipoaspiración, porque la cantidad de grasa que hay que extraer es muy pequeña, que procesamos y filtramos hasta obtener un líquido que es prácticamente transparente, lo que se llama el nanofat. A eso le añadimos un 10% de PRP, que es lo que vamos a inyectar tanto en la vulva y en la vagina de la mujer como en el pene del hombre. Con una sesión o dos logramos resultados muy, muy importantes.

-¿En qué casos se utilizan células madre y en cuáles PRP?

-Esto es siempre gradual: empezamos con pastillas. Si no le va bien o se cansa pasamos al siguiente escalón. Si con la radiofrecuencia no hemos tenido los resultados que esperamos la combinamos con PRP. Y si todavía no tenemos los resultados esperados pasamos a las células madre de la grasa.

-¿Y en la anorgasmia y la falta de deseo en mujeres?

-Cuando hay una falta de deseo usamos pellets hormonales, que son hormonas bioidénticas, de origen vegetal, que fabrican los mismos laboratorios farmacéuticos que producen otro tipo de hormonas. Son biológicamente idéntica a las que nosotros producimos, pero con la ventaja de que tienen menos efectos secundarios que las de origen animal y un ritmo de absorción circadiano. En la mujeres se pone ese pequeño pellet cada tres o cinco meses y en el hombre, cada seis u ocho meses.

-¿Los pellets se utilizan para estimular el deseo sexual?

-Absolutamente, tanto en hombres como en mujeres. Y no solo eso; son cardioprotectores y tienen también un efecto muy beneficioso en el metabolismo del hueso, con lo que mejoran las osteoporosis, tanto en el hombre como en la mujer. Lógicamente hacemos análisis hormonales periódicamente antes de implantarlos.

-¿Estos tratamientos se aplicarían también a pacientes operados de cáncer de próstata?

-Precisamente hay un estudio hecho en la Universidad de Copenhague en la que tratan a un grupo de pacientes con células madre de la grasa con resultados espectaculares. Para esos pacientes hasta ahora la única opción era una prótesis y los resultados que están consiguiendo son muy esperanzadores.

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