El alquiler no se paga

Entre la audiencia de la bravata en 'prime time' televisivo, después replicada por miles en las redes sociales, había seguro un montón de pequeños propietarios, inversores domésticos que pudieron comprar una segunda vivienda en la playa o en la montaña con sus ahorros de toda la vida. O que, a pesar del esfuerzo extra, no se vieron obligados a vender la primera cuando dieron el salto a una casa más grande para sus familias.

También había herederos, que se planteaban qué hacer con el piso de los abuelos ahora que faltan. Parejas en la fase en la que han decidido vivir juntas y mudarse al más grande y mejor situado. Padres que habían comprado para legárselo a sus hijos cuando lo necesitaran, y un largo etcétera de casos. Porque cuando se habla de propietarios de dos o más viviendas, no se les olvide, la inmensa mayoría –en España en general y en Málaga en particular– está en manos de pequeños ahorradores, familias como la suya y como la mía, que no son especuladores ni fondos ni inversores profesionales. Sólo gente de clase media que ha hecho las cosas con cabeza, ni más ni menos.

A la luz de las advertencias inquietantes de la portavoz de los inquilinos, de la noche a la mañana habrán desaparecido de la oferta pública la mayoría de las ofertas en manos de ahorradores particulares. Hasta ahora, los dueños tenían por delante un panorama negro, con la espada de Damocles permanente del inquiokupa, y el miedo a tener que hacer frente a años de costosos procesos judiciales para recuperar sus propiedades. Y el llamamiento al impago masivo ha sido la puntilla. Así que esos pisos se quedarán cerrados, a la espera de vientos más seguros, o saldrán a la venta en el mejor de los casos.

Eso sí, tienen vía libre para seguir a lo suyo las empresas inmobiliarias, con patente de corso para disparar los precios hasta el infinito, y con buenos equipos de abogados para hacer frente a cualquier intimidación. Con este panorama, me da por pensar si será posible que estos grupos de inquilinos agobiados por el alquiler estén patrocinados por los fondos buitre. Es una idea descabellada, lo sé, pero cosas más raras hemos visto...