Dejación de funciones
Tras la supresión por parte del Ministerio del Interior del Grupo Ocón (organismo policial de coordinación contra el narcotráfico) por razones inexplicadas e inexplicables, la ... tensión fue en exponencial aumento y se produjo el asesinato de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz). No hubo ninguna respuesta material extraordinaria de las autoridades. Ello ha hecho incrementar la sensación de impunidad y hasta de poder por parte de los criminales, intento de asalto de una comisaría y otros graves incidentes. Fue hace unos días que, tras queja y aviso del alcalde de Manilva (Málaga) por observarse que en la playa de Sabinillas de esta localidad había una concentración de narcolanchas protegiéndose del temporal, fue a esas aguas enviada una patrullera de la Guardia Civil. El resultado, la huida de las embarcaciones de los delincuentes, no sin haber ido antes al choque e intento de abordaje de la patrullera policial resuelta sin demasiados daños. O sea, damos gracias porque los resultados de la agresión no tuvieron consecuencias mayores, ni de lejos el estado dota de los mínimos medios para imponer la ley y detener a los delincuentes drogonavegantes. La situación es insostenible, los ciudadanos no pueden conformarse con la desaparición del estado en el Campo de Gibraltar, un par de patrulleras de juguete haciendo frente a lo que hay no es algo ni testimonial.
Es tal la suma de malas noticias que llega un momento que no se pueden recordar todas, porque el aluvión de malas decisiones necesita un inventario largo y detallado. Son habituales los incidentes en el Estrecho en los que suele ganar la Marina Real británica o, en su caso, las barquitas guardacostas gibraltareñas acosando a nuestros pescadores, todo ello en aguas españolas, el Gobierno en todos los casos da la callada por respuesta.
En las ciudades españolas de Ceuta y Melilla no se ha restablecido la normalidad de las aduanas por parte de Marruecos, a pesar de la «amistad» de Sánchez con este país vecino y de tantos anuncios en ese sentido. Por el contrario, sí tenemos actos constantes y hostiles de reivindicación marroquí en contra de la españolidad de las citadas. Hay rumores, probablemente inciertos, de presencia de militares alauitas en las Islas Chafarinas u otros puntos, a veces el rumor es sólo fruto del temor y consecuencia de un estado de cosas. Ahora -lo que faltaba- se acaban de iniciar maniobras militares, por un período de tres meses, de la Armada Marroquí frente al Sáhara a 125 km. de Canarias. Hay verdadera inquietud en las autoridades de las islas, nadie de Exteriores ni de Defensa les ha avisado.
Sánchez es omnipresente, casi, pero en según qué responsabilidades. Representar con dignidad y pragmatismo a España no es nunca omitir toda acción de defensa de nuestros intereses. La dejación de funciones está regulada como delito en el Código Penal en los artículos 407 al 409. «El abandono de destino» (art. 407), «la omisión del deber de perseguir» (408) y «el abandono colectivo e ilegal de un servicio público» (409). Es cansino decirlo, Sánchez acabará por tener unanimidad, pero en su contra.
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