La chulería inaceptable de López Nieto

Y es aquí donde hay que pararse. Para empezar habla de los políticos como si él no fuera un político más con independencia de que tenga o no carné de un partido político. A lo mejor se cree que está donde está porque era muy bueno tocando el silbato, que por cierto lo era, pues llegó a pitar en un Mundial de fútbol. López Nieto es un político más, pues estuvo gestionando un área de la Diputación gracias al PP tras haber pasado previamente por el Ayuntamiento de Málaga como director del palacio de los deportes. El actual presidente del club se granjeó fama de buen gestor, todo hay que decirlo, aunque ya se criticaba sus toscos modales con los alcaldes con los que trataba. De aquellos lodos estos barros, porque el problema de fondo es que a este hombre se le ha permitido todo, pese a que en más de una ocasión humillaba a sus interlocutores. López Nieto lleva muchos años viviendo de la política y es cuanto menos cuestionable que un patrono de la Fundación Unicaja sea al mismo tiempo un contratado de la misma, pues puede producirse un conflicto de intereses. Presentarse ante la sociedad como un hombre independiente que no tiene nada que ver con la política suena simplemente a chufla. Ya está bien de aguantar chulerías. Habría que preguntarse si también le resbala todo cuando tenga que ir como presidente del club a negociar los patrocinios de las administraciones. No parece tener una buena tarjeta de presentación para pedir dinero a gente a la que públicamente ha despreciado. No parece tampoco que le resbale a los dirigentes de esas instituciones la clasificación del Unicaja. Lógicamente no es lo mismo apostar por un equipo que juega en Europa, en la Copa o en los play off para luchar por el título que por un equipo que se ha ido arrastrando por las canchas de baloncesto y que se ha salvado a duras penas. Quién ha visto y quién ve ahora al Unicaja. Ver para creer.

López Nieto tendría que haber comparecido pidiendo perdón, con humildad, porque el equipo cada vez lleva menos gente al Martín Carpena, donde la afición acude cada vez más resignada a ver perder a su club. Habrá que ver qué pasa con el futuro de López Nieto, toda vez que Braulio Medel ya ha anunciado su marcha de la Fundación Unicaja. Lo lógico es que el presidente del Unicaja presentara inmediatamente su dimisión cuando Medel se vaya, que es lo que suele pasar con los cargos de confianza una vez que las personas que lo nombraron se van. Y que no se equivoque nadie, porque López Nieto no deja de ser un cargo de confianza de Medel en el equipo de baloncesto. Si esto no pasara, la patata caliente la tendrá José Manuel Domínguez, el próximo presidente de la Fundación, y gran conocedor de los entresijos del club, porque ostentó el cargo de presidente. Domínguez es un hombre templado, discreto, que da la impresión de que no es de los que soportará las inaceptables chulerías de un personaje como López Nieto. Veremos qué pasa.