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El informático de Getxo fue enterrado vivo mientras agonizaba inconsciente

A. DE LAS HERAS

BILBAO.

Jueves, 12 de diciembre 2019, 00:04

José Antonio Delgado Fresnedo, 'Josetxu', el informático de la localidad vizcaína de Getxo asesinado durante una cita sexual en Zaragoza, murió a causa de los golpes que recibió en la cabeza con una herramienta y por patadas en el tórax después de ser enterrado agonizante, según se desprende del informe de autopsia al que ha tenido acceso este periódico.

Según los médicos forenses, el vizcaíno de 54 años pudo morir el 7 o el 8 de septiembre, entre 24 y 48 horas después de que saliera de su domicilio, sobre las cuatro de la tarde del 6 de septiembre, con destino a la localidad maña de Luceni, donde había quedado con una mujer.

Esta hipótesis supone que la pareja detenida por el crimen mantuvo a 'Josetxu' vivo durante horas mientras extraían dinero de sus cuentas y ponían a la venta su coche, un 'Mercedes C220' coupé, en un portal de internet.

Mohammed A.D., marroquí de 35 años, y su compañera Hedangeline Candy A.L., de 34 años y origen venezolano, permanecen en prisión provisional desde entonces acusados del asesinato del informático vizcaíno y del secuestro de otros dos hombres, un empresario y un camionero, a los que también captaron a través de la red de contactos Badoo.

El cadáver de Delgado fue localizado el 27 de septiembre, 21 días después de su desaparición, enterrado en una fosa cavada en una zona conocida como barranco del Salto del Lobo, dentro del término municipal de Pedrola, en Zaragoza, donde los detenidos residían en una nave industrial en la que regentaban un taller de lavado de coches.

Restos de tierra

Presentaba tres lesiones en la cabeza, que produjeron un gran hematoma en el cuero cabelludo, y que, según los forenses, causarían «un gran dolor e incluso aturdimiento» en la víctima, aunque no la muerte. Estos golpes fueron infligidos por un objeto contundente y con bordes romos compatible con algún tipo de herramienta. Además, también tenía cuatro costillas rotas en el lateral derecho y otras cinco en el izquierdo, causadas presumiblemente por patadas. «Todo ello provocó un fracaso respiratorio, un shock hemorrágico y en último extremo el fallecimiento», señala la valoración médico forense.

No obstante, durante la necropsia se hallaron en la faringe, laringe, esófago y estómago del fallecido restos de tierra, lo que se interpreta como «un signo de supervivencia previa al enterramiento aunque en un probable estado de agonía».

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