Retratos del alma. De Punset a Eto'o pasando por Gunilla
La catalana, que ha enseñado su obra en centros de arte, galerías y museos de medio mundo, ultima una exposición en La Zagaleta esta primavera
NIEVES CASTRO
Sábado, 7 de enero 2017, 01:37
Es difícil que Rita Martorell (Zurich,1971) olvide la mañana en la que el exministro socialista de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, agarró uno de sus ... pinceles para literalmente «corregir» los primeros trazos del boceto destinado a convertirse en su retrato. Ni que decir tiene que el polifacético abulense se disculpó ante la artista por su impetuosa acción y acabó encantado con el resultado de una obra que significó también el punto de partida de una amistad entre ambos que ha echado sólidas raíces. La catalana cuenta el episodio entre risas, a modo de ejemplo de las muchas anécdotas que cuajan su dilatada trayectoria como pintora de personajes públicos que tienen o han tenido peso a nivel nacional e internacional. La artista arranca 2017, precisamente, echando la vista atrás, recopilando en un catálogo 20 años de trabajo bajo el título 'Rita Martorell. Retratista del alma. 1996-2016'.
Visualizar su producción en el campo del retrato de una tacada es posible a través de las 64 obras reunidas en el libro que está ya a la venta y que cuenta con textos de algunos de los inmortalizados. Entre ellos, no falta el juez Baltasar Garzón, con quien, asegura, se llevó la mayor de las sorpresas al descubrir al hombre detrás del personaje. «La imagen que yo tenía de Garzón hasta el momento de conocerlo era la de una persona agresiva con un carácter rudo, pero todo eso se desvaneció en el proceso de creación del retrato, donde encontré a una persona suave, sensible, incluso tímida», asegura la artista, que a lo largo de dos décadas ha tenido el placer de despojar de «su escudo» a un completo directorio de nombres. Destaca el nutrido compendio de aristócratas de la 'jet' marbellí formado por Rudolf Graf von Schönburg, conocido como el conde Rudi, Gunilla von Bismarck, Sandra de Hohenlohe o la ya fallecida María de Salamanca, condesa de Los Llanos, quien destacó por su dedicación a las obras de caridad y su participación activa en los actos de la sociedad de Marbella.
El corpus civil creado en lienzo durante 20 años y recuperado ahora en papel por Martorell incluye, además, a otras conocidas personalidades del mundo de la cultura, la política, las finanzas y el deporte: Eduardo Punset, Abel Matutes, Francisco de Borbón, Fernando Fernández Tapias o Samuel Eto'o. A todos los ha retratado en la cotidianidad de su entorno. Y es que la artista acostumbra a salir de la zona de confort de sus estudios de Madrid y Gerona para cumplir con el encargo, aunque a veces, tal y como confiesa, es ella la que propone la pintura al personaje. Así le pasó con el bailarín y coreógrafo Rafael Amargo, con el que coincidió en el ascensor de un hotel en el que ambos se hospedaban.
Ídolos de carne y hueso
Sobre la capacidad de Martorell para penetrar en el alma y plasmarla en el lienzo escribe en el libro Gerardo Fernández Albor, primer presidente democrático de Galicia, y uno de los retratados. «A veces, al repasar viejas fotografías, encuentro la expresión que ella supo plasmar en aquel lienzo y me pregunto sobre el talento que tienen algunos artistas para no sólo descubrir tu alma, sino para saberla exponer a la vista de todos», subraya el político, cuyo retrato forma parte ahora de la galería de ilustres del Parlamento alemán por su contribución a la reunificación del país.
En ese proceso de desnudo del alma (que entronca de alguna manera con sus investigaciones sobre el cuerpo y la anatomía humana), Martorell ha tenido la satisfacción de retratar a uno de sus 'ídolos': el futbolista Samuel Eto'o. No se declara una forofa del fútbol pero sí de la faceta altruista del futbolista camerunés al que pintó en Milán. La fundación del deportista subastó el cuadro para recaudar fondos y construir un área pediátrica en un hospital de Camerún. El empresario de moda italiano Saverio Moschillo pujó por él y lo adquirió para su colección por 20.000 euros.
A esta catalana de cuna suiza por mor del trabajo de su padre, un empresario de hostelería, le corre el gusanillo del arte por sus venas desde la más tierna infancia. Asegura que conserva todavía dibujos de aquella etapa, sin duda influenciada de alguna forma por su madre, de profesión pintora, y su padre, también muy amante del arte. Con estos antecedentes familiares no es de extrañar que alcanzara su primer galardón a los siete años, y que con apenas 10 recibiera un importante trofeo de manos del entonces presidente de Cataluña, Jordi Pujol, por haber ganado un premio de pintura juvenil.
La génesis
Esta artista formada a caballo entre España y Francia (Barcelona, Estrasburgo y Saint-Etienne) no sólo cultiva la pintura, también el grabado y la escultura. En su currículum artístico consta el diseño de una escultura que puede contemplarse en una plaza de Barcelona o el diseño del trofeo para la fundación del tenista Tommy Robredo. Además, colabora con la prestigiosa casa francesa de interiorismo, con sede en Marbella, Roche Bobois, a la que aporta diseños exclusivos para textiles de la firma.
¿Pero de dónde nace su querencia por el retrato? «Soy una persona observadora. El ser humano es mi fuente de inspiración desde siempre», afirma esta artista plástica, quien desvela que el primer retrato que realizó a un personaje público fue a Eduardo Punset, en 1994, al ser el divulgador científico un amigo de infancia de su padre. «(El cuadro) no iba proyectado a exponerse sino como un recuerdo para Eduardo» del que tantos momentos retiene con la familia «en la masía de Gerona». Este primer retrato de una persona conocida, en el que tanta carga sentimental puso, significó un antes y un después en la carrera de la catalana.
Esta mujer metódica, a la que no le asusta la crítica, porque dice, «aprendes de ella para mejorar», tiene un caché por obra que oscila entre los 10.000 y los 30.000 euros. Pinta siempre en vivo y prefiere entrevistarse primero con sus modelos. Entre sus últimos encargos destaca el retrato del presidente de honor de La Zagaleta, Enrique Pérez Flores. Precisamente, la artista planea una exposición de retratos en el exclusivo complejo, morada de algunas de las fortunas más importantes del planeta, en torno a la primavera. Será la tercera exposición consecutiva individual de Martorell en suelo marbellí en menos de un año. Art Wanson Gallery y el Cortijo Miraflores han expuesto obra suya en 2016.
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