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Héctor Barbotta
Jueves, 30 de junio 2016, 10:16
Al caso Malaya, la operación emblemática contra la corrupción en Marbella y la que hace una década abrió la espita contra el latrocinio en las instituciones públicas españolas, le queda un prófugo menos. La policía anunció ayer la detención en Venezuela del empresario Andrés Liétor, encontrado culpable de los delitos de blanqueo, fraude, prevaricación y cohecho y condenado a cuatro años y medio de prisión y a pagar una multa de tres millones y medio de euros.
Liétor se encontraba en paradero desconocido desde mayo de 2014, mucho antes de que su condena en Malaya adquiriera carácter firme y se ordenara su ingreso en prisión. La policía informó ayer de que el momento que los investigadores lo localizaron en Venezuela solicitaron elevar su orden de detención a nivel internacional, lo que fue concedido inmediatamente y remitido tanto a la Consejería de Interior en España en Venezuela, como a la Oficina Central de Interpol-Madrid para su difusión.
Con la captura de Andrés Liétor la relación de prófugos del caso Malaya se reduce a tres. El más célebre es el exconcejal Carlos Fernández, que no llegó a ser juzgado ya que puso tierra de por medio cuando iba a ser detenido. También se encuentran huidos de la justicia Carlos Llorca, cerebro de la macroestafa de Fórum Filatélico, y el empresario Juan Hoffmann, condenado en sentencia firme a cinco años de prisión por Malaya y que no atendió a la orden de presentarse en prisión en enero de este año.
Según el cuerpo de seguridad, fue localizado a finales del mes de mayo en el país sudamericano. El Grupo de Localización de Fugitivos Nacionales de la Sección Operativa de Relaciones Internacionales de la Comisaría General de Policía Judicial contactó con la Sala de Malaya para elevar la búsqueda a orden internacional de detención. Finalmente, su arresto ha sido realizado por la OIC Interpol de Venezuela.
Medidas cautelares
Liétor fue declarado en busca y captura en enero de este año por el tribunal que juzgó el caso Malaya, aunque su pista se había perdido mucho antes, ya que había incumplido las medidas cautelares que le habían impuesto en ese proceso y tampoco se había presentado en dos ocasiones para afrontar un proceso judicial pendiente que tiene en Madrid, donde un juzgado había ordenado su busca y captura. El empresario puso tierra de por medio después de que el tribunal lo condenara a seis años y tres meses de cárcel y a pagar una multa superior a cuatro millones de euros, aunque posteriormente el Supremo redujera la condena. Sobre él también pesa una condena de la Audiencia de Granada a un año y ocho meses de cárcel junto al empresario José Ávila Rojas por un delito de defraudación mediante la doble venta de un piso en Marbella
Liétor, de 60 años, en un personaje clave en el entramado empresarial de Malaya. Socio del también empresario Carlos Sánchez, en prisión desde febrero, participó en varias de las operaciones más resonantes que se vieron en el proceso, como la venta del chalet Mi Gitana a Isabel Pantoja o Vente Vacío, un convenio entre el Ayuntamiento de Marbella y una sociedad de ambos empresarios por el que se permutó un terreno rústico por aprovechamientos en la Milla de Oro, con un perjuicio para los intereses municipales estimado en más de tres millones de euros.
Con intereses empresariales en la República Dominicana, Liétor fue arrestado en julio de 2006, en la segunda fase de la operación, e ingresado como preso preventivo. Tras salir de la prisión en noviembre de ese año, optó por una estrategia de defensa irreverente y agresiva que lo llevó primero a romper con el despacho de abogados que había asumido su representación y posteriormente a distanciarse también de Carlos Sánchez.
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