El mejor helado de chocolate de España se vende en Fuengirola
La heladería Caramelo obtiene el primer premio en un certamen organizado por la revista especializada Helado Artesano en el que han participado más de 150 participantes
El mejor helado de chocolate de España se vende en Fuengirola. La heladería Caramelo acaba de obtener el primer premio en un certamen organizado por la revista especializada Helado Artesano en el que han participado más de 150 profesionales de toda España.
El producto elaborado por el artesano Matias Kuyumdjian se coronó como el mejor de España durante un evento celebrado los pasados 25 y 26 de febrero en el hotel Atalaya Park, en Estepona. El profesional se impuso con una receta que llevaba preparando cuatro meses y que acaba de incluir en la carta de su negocio. «Es una mezcla de chocolates puros de distintos orígenes», desvela sin dar más detalles sobre su elaboración.
Con el trofeo ya en la mano explica que el concurso contó con dos fases diferentes: el primer día, los jueces valoraron a los concursantes con un helado a elegir entre mango y dulce de leche. Matías quedó segundo con su dulce de leche y por tanto pasó a la final. Ya en la última ronda, el sabor elegido fue chocolate, y el suyo salió triunfador. «Había mucho nivel y sólo con estar en la final ya era un orgullo», reconoce. Por eso, ser el ganador «supone un prestigio terrible a nivel personal, ya que significa ganar a mucha gente de renombre».
Instalado en Málaga desde el año 2008, Matias Kuyumdjian tiene su heladería en la calle Boquetillo, 2. Además de heladería, el establecimiento funciona como panadería y como pizzería y el empresario presume de elaborar todos los productos de forma artesanal y a la vista de los clientes.
El negocio abrió en abril de 2019, justo antes de la pandemia, y pese a ello se ha hecho con un nombre en el barrio. Tras ganar el premio, tanto el sabor de chocolate como el de dulce de leche los ha incorporado a la carta (anteriormente preparada otras recetas) y están teniendo una gran aceptación.
Procedente del mundo de la pastelería, se enganchó a hacer helados tras realizar algunas pruebas. «Mi secreto es que siempre escucho a todo el mundo porque uno nunca termina de aprender», señala.
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