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Glorya Hole, Libertad Montero, Encarni Rodríguez, Francisco Rando y Donna Mercadona
La nueva forma de pedir camperos en Madrid

La nueva forma de pedir camperos en Madrid

Los malagueños Encarni Rodríguez y Francisco Rando ponen a sus bocadillos el nombre de travestis de Chueca, barrio desde el que consolidan su negocio con un local nuevo y el proyecto de llegar a toda España

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Domingo, 16 de enero 2022, 00:35

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¿Me pone un Donna Mercadonna y un Vedette Deivis con dos cervezas Victoria? Por la marca de la bebida, intuirán que algo de malagueño hay detrás de esta comanda. Efectivamente. Si le gustan los camperos y anda por Madrid, esta es la nueva forma de pedirlos. Hasta ahora, estábamos acostumbrados a encontrar el popular bocadillo en Málaga bautizado con nombres de dibujos animados, de personajes de cómic, de deportistas o de cantantes, pero los malagueños Encarni Rodríguez y Francisco Rando han querido rendir homenaje a algunos de sus clientes más fieles en Granjero Busca Campero: los travestis de Chueca. Lo explica Rodríguez: «Queríamos agradecerles de alguna forma su confianza y ya aprovechar para renovarnos, aunque sin perder nuestra línea».

Abrió camino Libertad La Pinchos, que dio nombre al especial gourmet. Dos años después, Rodríguez y Rando han decidido seguir la estela y 'travestir' buena parte de los camperos que sirven en el famoso barrio madrileño. Allí se instalaron hace siete años y allí crecen con novedades, como esta original carta. En la misma calle Barbieri donde se instalaron desde el principio. Apenas diez metros cuadrados le han dado mucho de sí a este matrimonio de Rincón de la Victoria que introdujo los camperos en la capital madrileña en 2015 y que ahora acaba de ampliar el negocio. Estrenan local en el mismo edificio del número 13. Hacía tiempo que le habían echado el ojo y por fin ven hecho realidad su proyecto: más espacio (unos 60 metros cuadrados), más luz y más propuestas. «Aquí tenemos asegurado al cliente, estamos más visibles y con más comodidad, tanto para el público como para nosotros», reconoce Encarni Rodríguez.

Ahora, además de consumir en el mismo establecimiento, se pueden pedir nuevas variedades de camperos y pepitos, junto a otras tantas que ya servían. En total, 23 opciones para elegir. Con camembert, con salmón, con anchoas, con pollo asado, con carne mechá, con atún, con cinta de lomo, con boquerones en vinagre, con huevo, con cebolla caramelizada, con guacamole… Hay para todos los gustos, y bolsillos. Entre 3 y 7,50 euros. «Aitana tiene una hamburguesa de McDonald's, pero yo tengo un campero», advierte orgullosa Vedette Deivis, una de las que da nombre a las propuestas de Rodríguez y Rando, que previamente consultaron con ellas sus gustos. Además de las mencionadas Donna Mercadonna y Vedette Deivis, Killer Queen, Arepita Diablitos, Glorya Hole, Pupi Poisson, Sobredosis González o Huma Fuman. Así hasta cerca de una veintena de variedades, tanto en forma de camperos como de pepitos.

Arriba, un grupo de clientes, con el matrimonio malagueño en el nuevo local, más amplio y con mesas para consumir. Abajo, uno de los camperos y Rando, en la cocina.
Imagen principal - Arriba, un grupo de clientes, con el matrimonio malagueño en el nuevo local, más amplio y con mesas para consumir. Abajo, uno de los camperos y Rando, en la cocina.
Imagen secundaria 1 - Arriba, un grupo de clientes, con el matrimonio malagueño en el nuevo local, más amplio y con mesas para consumir. Abajo, uno de los camperos y Rando, en la cocina.
Imagen secundaria 2 - Arriba, un grupo de clientes, con el matrimonio malagueño en el nuevo local, más amplio y con mesas para consumir. Abajo, uno de los camperos y Rando, en la cocina.

Después de siete años, están más que consolidados. Les ayuda mucho el boca a boca y el buen posicionamiento en plataformas como tripadvisor o yelp. Y esperan no perderlo. De hecho, mantienen su esencia del 'take away' y para ello mantendrán el antiguo local, a muy pocos pasos, en la esquina con la calle San Marcos, que ahora abrirá sólo viernes y sábados. Una parada ya obligada en Chueca. Por él han pasado miles de vecinos, foráneos y, por supuesto, también malagueños. Entre ellos, algunos muy conocidos, como el barítono Carlos Álvarez, o los actores Fran Perea, Canco Rodríguez y Salva Reina. Además de otros rostros famosos como la cantante Rosa López o el diseñador Lorenzo Caprile.

Es su cuartel general. Con él han sobrevivido contra viento y marea, también a la pandemia. No ocurrió lo mismo con el establecimiento que abrieron en Malasaña pocos días antes de que el estado de alarma detuviera el país. Tenían toda su confianza puesta en aquel local de la calle San Andrés, 32, justo al lado de la plaza 2 de Mayo. Sin embargo, se vieron obligados a cerrarlo ante el avance de la crisis. Tampoco funcionó como pensaban su apuesta por Chamberí. Ni en Arganda del Rey. Emprendedores por naturaleza, nunca han dejado de intentar llegar al máximo público posible con sus molletes XXL.

Nueva web para ir más allá de Madrid

Aspiraban a un espacio más amplio. En realidad saben que no necesitan ganar terreno físico, sino paladares. Tienen de cómplices apps como Uber Eats, Glovo y Just Eat. Con ellos ya han conseguido que muchos madrileños conozcan el típico bocadillo malagueño. Y pronto pretenden hacerlo en todo el país gracias a la web que preparan para que desde cualquier punto se pueda pedir un campero. «Ya hemos hecho alguna prueba, incluso enviamos varios a Francia y nos confirmaron que funciona. Lo envasamos al vacío y luego sólo se tiene que calentar, y hasta se puede congelar si se quiere consumir otro día», explica Encarni Rodríguez, que avisa que en ese caso habría que hacer el pedido un día antes, y sólo de lunes a viernes.

Pero para eso aún hay que esperar un poco. Más inmediata será la idea de poner menús a mediodía: por 8 euros, bebida y postre más, por supuesto, campero. Al fin y al cabo, es el producto estrella. Aunque no es lo único que tienen con sello del sur. También sirven cerveza Victoria y los molletes llegan directos de la panadería malagueña Salvador (a través de la cual pueden llevar además bajo demanda otros productos típicos como locas o borrachuelos). Un acento que dejan ver asimismo en ensaladas, patatas asadas y wraps. Aunque, evidentemente, el protagonista sea el campero. A esa carta lo apostaron todo cuando se marcharon a Madrid. Sabían que no les fallaría. Siete años después, pueden presumir de haber exportado parte de la esencia de Málaga. Una esencia que ya más de uno ha intentado replicar en la capital madrileña. Encarni Rodríguez y Francisco Rando no alardean de ser mejores. Tampoco lo necesitan. Tienen el distintivo de Sabor a Málaga.

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