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Café Dromedario cuenta con 150 años de andadura. Daniel Pedriza
Café Dromedario, 150 años apostando por la cultura cafetera en España
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Café Dromedario, 150 años apostando por la cultura cafetera en España

La marca nacida en Santander se ha convertido a lo largo de su andadura en un referente en todo el país

Lunes, 28 de junio 2021, 18:28

Para muchas personas, la vida es aquello que empieza después del café. Por eso esta es más que una bebida, es una forma de disfrutar, de vivir y de paladear los momentos.

Así lo entienden en Café Dromedario, la decana de las empresas cafeteras en nuestro país que este año celebra su 150 aniversario.

La compañía fue fundada en 1871 por Antonio Fernández Baladrón al cobijo de la actividad comercial que se generó en el puerto de Santander con las colonias españolas en 'las Américas'. Durante estos años se comenzó a popularizar el consumo de café entre las clases acomodadas, surgiendo así los primeros cafetines donde se reunían comerciantes de nivel y burgueses para hablar negocios, de política o simplemente ocupar su ocio.

En este contexto, el recién estrenado empresario vio clara la oportunidad y creó la sociedad Antonio Fernández y Cía., cuya firma de referencia fue desde el principios Dromedario. Este particular nombre está inspirado en la santanderina roca del Camello, en la playa de igual denominación frente a la cual vivía Fernández Baladrón. Como esta marca estaba ya registrada, buscó como alternativa Dromedario, que curiosamente se asemeja más a la piedra inspiradora.

Café Dromedario fue resistiendo, no siempre con facilidad, al paso de los años. Incluyendo la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial y los años de posguerra, en los que se declaró el café como producto estratégico y solo el Estado podía importarlo, regulando también los precios de venta.

Tostadores de Café Dromedario. Daniel Pedriza

A partir de los años 80 el negocio del café se modernizó y la empresa tuvo que asumir el reto de competir en un mercado globalizado, al tiempo que se produjeron cambios en las participaciones de los accionistas con la llegada de los hermanos Baqué en 1999. Esta incorporación fue decisiva para relanzar la marca hasta convertirla, en poco más de dos décadas, en una de las referencias cafeteras más sólidas del panorama nacional, distinguida por la calidad de sus elaboraciones y reconocida con numerosos premios dentro y fuera de nuestras fronteras.

Poco a poco la empresa fue adquiriendo otros tostadores para ganar volumen y poder competir en el sector, configurándose como Grupo al incorporar Cafés Pozo y Cafés La Tostadora.

Además de una gran variedad de cafés de origen y especialidades, la empresa cuenta con una selección de infusiones. Casi el centenar de referencias seleccionadas por Begoña Baqué, directora de calidad de Grupo Dromedario y graduada en la Certificación de El Club del Té como Tea Sommelier.

Un crecimiento basado en la excelencia

Con la calidad como acicate, en las últimas décadas Grupo Dromedario ha desarrollado un programa de crecimiento en el territorio nacional.

En Andalucía, Dromedario llegó en primer lugar a Cádiz, donde cuenta con fábrica propia desde hace casi cinco décadas. Esto se debe a la vinculación entre la provincia gaditana y la de Santander. «Muchos comerciantes de 'las Indias' bajaban de Cantabria a Cádiz para salir desde aquí y buena parte acabaron asentándose en la zona», explican desde la marca.

Charo Baqué en las instalaciones de la empresa en Santander. Daniel Pedriza

Por su parte, la relación de Café Dromedario con Málaga se remonta a hace 12 años, cuando arribaron a nuestra provincia, conscientes de su potencial, para seguir ampliando sus zonas de actuación. Desde entonces la marca ha destacado por su compromiso tanto con el sector hostelero malagueño, al que apoya en ferias como H&T o impartiendo cursos y clases magistrales, como con los consumidores en general, fomentando la cultura cafetera en artículos como los que la barista y formadora de la firma, Karen Quiroga, publica en Málaga en la Mesa, el suplemento gastronómico de SUR.

Respecto al futuro, tal y como explica Charo Baqué, consejera delegada de la compañía: «Nuestra ambición es seguir creciendo y consolidarnos como uno de los cafés de calidad referentes en el mercado español. Pero más allá de esto, nuestra mayor aspiración es seguir haciendo algo que en esta empresa llevamos muchísimo tiempo practicando y ha sido la clave de nuestro éxito, y es ser una empresa con propósito». En este sentido, la delegada destaca la voluntad de la marca con ser buenos clientes para sus proveedores, procurar el mejor entorno a sus trabajadores, y ofrecer siempre el mejor servicio y una excelente relación calidad/precio.

Charo Baqué, consejera delegada de Grupo Dromedario. Daniel Pedriza

«Hemos recibido más del 30 premios y ayudado a la revalorización del sector»

Café Dromedario es la decana del sector en España. ¿Qué supone eso para la empresa?

Aunque estamos enfocados hacia el futuro, el hecho de tener tanto pasado nos da una visión más completa y una experiencia nada desdeñable. Hemos superado pandemias, guerras civiles, guerras mundiales, crisis económicas…y el haber sido capaz de hacerlo nos deja además de mucha satisfacción una seguridad en nosotros mismos para afrontar los retos del futuro.

¿Cómo fue su incorporación a la empresa?

Cuando llegamos establecimos un plan para modernizar la empresa y hacerla crecer para llegar a unos volúmenes que considerábamos como óptimos para su desarrollo. Nos surgieron más oportunidades de concentración, ya que el mercado cafetero español estaba bastante atomizado y compramos otras empresas, además de reforzar delegaciones que ya existían. Después de algunos años de consolidación de todo esto, elaboramos un plan de crecimiento y empezamos a abarcar zonas que no tocábamos hasta ese momento. Hemos tenido siempre en cuenta no perder nuestra seña de identidad más importante, que es la calidad entendida en todas sus vertientes y nos propusimos el hacer partícipe a todos nuestros clientes de nuestros conocimientos del producto y de sus diversas maneras de elaboración. Para ello creamos nuestra exitosa Escuela de Café, por la que han pasado ya miles de clientes. Contamos en nuestras instalaciones con todo lo que la tecnología actual nos ofrece, tanto en maquinarias de tueste como en envasado de productos, y estamos inmersos en potentes procesos de digitalización de muchos de nuestros procesos tanto de fábrica y almacén como administrativos.

¿Cómo ha evolucionado el sector en estas dos últimas décadas?

En todo este tiempo, el café parece que se ha puesto de moda y ha dejado de ser considerado como un genérico. Ya mucha gente es capaz de apreciar diferencias entre cafés y exige cada vez más calidad. En este aspecto me gusta destacar que la última década hemos recibido más de 30 reconocimientos internacionales a la calidad de nuestros productos. Nos gusta pensar que, humildemente, hemos ayudado a que esta tendencia sea posible.

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