Víctor Sánchez del Amo: «Para nosotros es fundamental que el equipo sea valiente; ganar como se hizo refuerza mucho»

–¿Cuántas horas se duerme después de que tu equipo haya completado un gran partido?

–Las mismas. Yo duermo bien después de los partidos, y es poco porque estás con la adrenalina... Lo primero que trato es de bajar un poco las pulsaciones, independientemente del resultado, porque estás con la excitación de la adrenalina. Nos solemos juntar el cuerpo técnico y además aquí hemos encontrado una familia. No podemos explicarlo mejor con otra palabra, porque se juntan personas de otras partes del club, como Josemi o Torrontegui. Como estamos ahora instalados en el hotel nos tomamos algo tranquilos, nos relajamos y después te vas a dormir. Pero antes veo el partido, porque si no, no me duermo, y así llego al entrenamiento con las ideas claras para corregir y mejorar. Es nuestro trabajo. El partido en directo lo vives de una manera en la que se te escapan muchas cosas. Como luego lo ves en vídeo y tienes más información, normalmente para mejor, eso es positivo.

–¿Qué le dijo a Sergio Egea?

–Nos saludamos, nos alegramos de vernos después de tanto tiempo. Ya nos enfrentamos en un amistoso y es una alegría para mí encontrarme después de mi trayectoria como futbolista con los entrenadores con los que he compartido mi carrera. Todos ellos han sido muy importantes en esa parte de desarrollo personal.   

–¿Hay que mejorar algo respecto al partido de ayer?

–Siempre. Lo he dicho desde el primer día: «Competimos contra nosotros mismos». No nos ponemos techo. Si hacemos las cosas muy bien nos vamos a exigir más. El listón lo vamos a ir subiendo constantemente, porque la complacencia es el mayor enemigo del rendimiento. Es una de las frases que repetimos en nuestro 'staff' y con los jugadores. Siempre luchamos contra ese estado de comodidad habitual en las personas cuando se consiguen cosas. No hemos conseguido nada aún. La dinámica del equipo es muy buena a la hora de dominar, de generar ocasiones y que nos generen pocas, pero queremos trasladarla en mayor rendimiento competitivo.

–¿Y qué le dijo a Keidi?

–No sé cómo lo habéis analizado vosotros, pero desde mi punto de vista es una acción totalmente fortuita. Hace una acción para llegar a un balón sin ver lo que hay detrás. Ni siquiera me parece arriesgado. Se llevó un disgusto tremendo, porque sabe que no hizo nada para ser expulsado. Tengo mis dudas sobre si es roja. Impacta con la bota en el pecho, pero no es un golpe fuerte. Lo hace de espaldas, girándose, y en su movimiento se encuentra con el rival. A Keidi lo primero que hice fue tranquilizarle, y en el descanso, con más tiempo, motivarlo para que animara a los compañeros, para que ese disgusto acabara en recompensa. Estoy encantado con el comportamiento de Keidi.

–Ha resultado sorprendente que el equipo asuma tan rápido esa nueva forma de jugar, ¿no?

–No me ha sorprendido porque nuestra responsabilidad como entrenadores es estar atentos a las ligas en las que podemos estar. Analizamos a esos equipos. Llegamos aquí con un conocimiento del conjunto que nos hacía tener muchas esperanzas y expectativas muy altas. Creo que es la mejor plantilla de Segunda y lo he visto desde el primer día. Desde el primer minuto en los entrenamientos es un grupo fenomenal en lo personal y en lo profesional. Eso es muy importante, tiene mucho que ver con el rendimiento en estos momentos. La exigencia la cogen con mucha facilidad, por la calidad que tienen.

–Usted fue segundo de Míchel en varios equipos en sus inicios en el banquillo. Dado que él estuvo aquí hace unos meses, es lógico pensar que le pidiera referencias sobre el equipo y el club antes de venir.

–No. Al final esa información que puedes pedir sobre el club o jugadores puede estar sesgada. Analizamos al equipo futbolísticamente, que es lo que más nos interesa. Todo en función de nuestros conceptos, de nuestra filosofía. Al margen de ello, puedes tener información de cómo está la organización del club, pero eso ya en un segundo paso. El análisis deportivo lo hacenos nosotros.

–Desde fuera se ve el club como una entidad peculiar por el jeque.

–En los tiempos en que estamos hay pocas cosas que se puedan etiquetar como peculiares. Hay tanta variedad de situaciones que poco nos sorprende. Hay clubes con propietarios de diferentes nacionalidades, pero esto no está pasando sólo aquí. Te tienes que adaptar, y eso significa entender dónde vas a entrar. En nuestro equipo de trabajo tenemos una capacidad para adaptarnos a entornos muy alta, y eso te permite generar rendimiento a corto plazo.

–Míchel dijo en su día a este periódico sobre Ontiveros: «Yo creo que es un producto de la naturaleza. Es un tío salvaje. El creador de todo esto, que no sé quién ha sido, le dijo: 'Usted va a ser rápido, potente, hábil, va a tener calidad, le va a pegar al balón, va a jugar en la derecha y en la izquierda…'. Pero no sé qué es lo que tiene en la caja de cambios...» ¿Qué piensa sobre Ontiveros?

–Es un jugador diferente, del que cualquiera queda prendado al verlo jugar. Tiene una capacidad de desequilibrio tremenda, pero además con elegancia. Hace cosas muy difíciles de ver en el fútbol, y eso, desde el punto de vista del alto rendimiento, nos llama la atención. Ese potencial, ese talento hay que desarrollarlo. Es lo que me gustaría como entrenador y como jugador que he sido. Debe adquirir un rendimiento sostenido. Nos encanta ayudar a los jugadores jóvenes a crecer y a estabilizarse. Ya he tenido en otros equipos perfiles de ese tipo, como Luis Alberto, en el Deportivo, o Ceballos, en el Betis. Puede llegar tan lejos como se proponga.

–¿Le han dicho a Ontiveros que también se puede marcar goles dentro del área?

–Los goles valen igual dentro del área y fuera.

–Todo el mundo dice que si Ontiveros está bien el Málaga ascenderá...

–Le voy a responder con la retranca gallega de tantos años en Galicia, siete como jugador y luego viviendo y dos temporadas como entrenador. ¿Messi está bien? ¿Podemos decir que está jugando bien? Pero el Barcelona no va a ganar la Champions. El fútbol es un deporte muy complejo. Por muy buenas individualidades, aunque tengas al mejor jugador del mundo, Messi, puedes perder partidos. Hay muchas circunstancias que afectan al rendimiento. No vamos a trabajar nunca para depender de un jugador. Nos encata tener individualidades como la de Javi (Ontiveros), pero el rendimiento va a salir siempre de lo colectivo.

–En Cádiz los defensas cedieron la pelota a Munir en 64 ocasiones, y en el inicio de la jugada se ha visto a un Málaga con problemas allí y en el arranque ante el Oviedo.

–Ese es un criterio que respeto, personal, vuestro. En Cádiz nuestro equipo tuvo el balón en posesión en su campo el doble que ellos lo tuvieron en campo nuestro. Eso ya está muy en contra del planteamiento de tener muchos problemas en los inicios de la jugada. No tiene fundamento ese comentario con nuestro análisis. Hablamos de un rival directo, que juega en casa y que quería ganarnos. Un rival que tenía de media de posesión de balón un 47% y que hizo un 32% en ese partido. Trabajamos mucho en darle importancia al balón, sabemos que cuanto más lo tienes más debilitas al rival y más posibilidades tienes de crear ocasiones. Es verdad que en Cádiz esa gran posesión no fuimos capaces de trasladarla a crear oportunidades muy claras, pero no hubo un bajo rendimiento en nuestro campo, sino en campo contrario, y tuvo mucho que ver la eficacia defensiva del Cádiz, que estuvo a un nivel muy alto. Entiendo también que cuando se ve circular el balón entre los centrales se genera incertidumbre, dudas y miedo por parte de gente que está fuera, pero hemos venido aquí a ser valientes. Esto nos permite atraer la presión de los rivales, abrir espacios y generar oportunidades. Las vimos en Alcorcón, el día del Mallorca, y las vamos a seguir viendo. Lo que pasa es que los rivales, cuando te van conociendo, no salen arriba a presionar y se quedan atrás esperando. Habrá momentos en que se vea el juego más parado, pero es la partida táctica.

–Por eso usó a Lombán, que tiene una buena salida de balón y un gran golpeo en largo. El lunes usó a Luis Hernández, que estuvo a gran nivel defensivo. A los técnicos les gusta tener problemas de ese tipo...

–Claro. No es un problema; al revés, encantados. El rendimiento de los jugadores está siendo excepcional. Se ve a los que juegan, pero no veis a los que se entrenan. El nivel de los que juegan viene provocado por ellos. La competencia por entrar en las convocatorias es muy alta. Y no hemos hablado en relación a la importancia que tiene para nosotros los inicios de juego tener a Keidi, que es un jugador que ha entendido su posición de una manera fenomenal. Tenemos a Lacen, que por su experiencia y trayectoria es una solución en ese puesto. También Alfred (N'Diaye) está entendiendo nuestros conceptos, y también la implicación de los porteros. A estos les hemos pedido a nivel posicional una responsabilidad muy grande a nivel de ataque, en los apoyos y desplazamientos, y están teniendo una respuesta sensacional.

–Ha hablado de N'Diaye, que puede que el lunes hiciera su mejor partido de la temporada, pero parece complicado que pueda estar para los 'play-off' si juega la Copa África. Muñiz se quejó de eso, de cómo está organizado el calendario. ¿Cómo lo ve?

–Estoy de acuerdo con eso. Se deberían tener en cuenta esas situaciones que afectan a equipos profesionales, que han hecho una inversión en jugadores y que se ven privados de ellos en momentos cruciales. No es fácil encajarlo todo con tantas competiciones, pero nos deben tener en cuenta también. No obstante, nosotros no nos vamos a lamentar. Tenemos que superar todos los imprevistos que surjan en el camino y tenemos fe ciega en todos los jugadores de la plantilla.

–¿Preocupa estar sin competir once días, sobre todo después de una actuación tan convincente?

–La idea esta semana y la que viene es entrenarse, hacer cargas de trabajo técnico-tácticas. No jugar nos va a prevenir de los riesgos de la competición en cuanto a lesiones y sanciones y nos va a dar más tiempo para preparar mejor el partido ante el Zaragoza. Habrá mucha carga el viernes para descansar el fin de semana.

–Más de uno empieza a considerar si a estas alturas es conveniente que el portero que pueda suplir a Munir en la fase de ascenso se vaya rodando ya...

–Todas esas decisiones, que son condicionadas a, no nos las planteamos a día de hoy. Pensamos en ganar todos los partidos y elegiremos a quienes creemos que son los mejores para cada encuentro.

–El Málaga ha tenido toda la temporada un problema de gol. Hemos visto la aportación desde su llegada de los jugadores de segunda línea. Como sucede esta temporada en clubes como Osasuna, el Granada y el Albacete, ¿cree que va a ser decisiva la aportación de jugadores de segunda línea?

–Cualquier análisis que hagamos siempre es relativo. El problema de gol de la temporada para un equipo que aspira al ascenso era real, porque estábamos lejos de la mayoría, pero ahora llevamos ocho goles en cuatro partidos. ¿Quiere decir eso que el problema era de configuración de la plantilla? No. El cambio de manera de jugar y la generación de ocasiones permite que los futbolistas que entendemos que son del máximo nivel van a tener más opciones para anotar. Además, así nos generan menos ocasiones y de menor calidad. Por eso queremos jugar lejos de la portería.

–Usted nunca ha disputado un 'play-off' como jugador ni técnico, ¿verdad? ¿Qué le cuentan?

–He jugado eliminatorias a doble partido como jugador y entrenador, de Copa, de Champions... No veo una dificultad añadida por eso.

–Pero en el caso de esta fase de ascenso, llega tras 42 jornadas, con el equipo loco por terminar.

–Nosotros llegamos bien para lo que venga. Ya ve el equipo cómo está.

–¿Le da más importancia a las sensaciones, a la idea de juego, que a buscar una tercera posición antes que la sexta?

–Sin ninguna duda.

–¿Cómo se lleva que siete jugadores cumplan con el Ramadán?

–Los jugadores son muy profesionales y eso no es una circunstancia nueva para ellos. Por las mañanas no hay problemas. Hacen dos comidas, la cena por la noche y a primera hora del día. Por tanto llegan con energías al entrenamiento y luego se van a casa y descansan hasta la noche. Más complejidad tienen los días de partido. El lunes nos afectó. Munir respetó lo rigurosamente todo el día. Es verdad que el puesto de portero requiere menos energía. En cambio, N'Diaye sí comió. Lo llevamos con naturalidad, dialogando con los jugadores y preguntándoles cómo se encuentran y de qué forma ayudarles.

–Debe de ser una gozada ver a Juan Carlos, que estuvo parado ocho meses, pegarse los esprints que se dio ayer y salir ovacionado.

–No sólo pegarse varios esprints, sino el rendimiento que dio después de tanto tiempo. Estamos muy contentos por él. El de lesión es el peor estado de un futbolista. Se sufre mucho, te comes la cabeza. Hay compañeros que están terminando de recuperarse, y luego queda la readaptación, por eso es una alegría cuando vuelven.

–¿Volveremos a ver jugar a Dani Pacheco esta temporada?

–Si tuviera la respuesta a eso, diría qué equipos van a ascender. La vida tendría poco aliciente para mí si pudiera ver el futuro. Hay que trabajar para crearlo y descubrirlo.

–Debió de ser una alegría también ver al equipo tan compacto y comprometido con diez ante el Oviedo. Estamos en un momento de la competición en el que cualquier tropiezo se paga caro, ¿no?

–Eso tiene el fútbol. Por eso a veces los más modestos les ganan a los poderosos. Hay muchos aspectos que influyen en el resultado final, y saber superar las circunstancias adversas es importantísimo. Trabajamos para que el equipo esté preparado para atacar y defender en la multitud de situaciones que se dan en el juego.

–Y el 3-0 le ha quitado un corsé mental al equipo, que no ganaba en La Rosaleda. Parecía que había un runrún aún con el 0-0 el lunes...

–Yo no escuché ese runrún en la grada. Cuando los centrales usan el portero para salir jugado con el balón, arriesgando en algunas situaciones supone incertidumbre. Tuvimos también el problema de que se estropeó el riego en el calentamiento, y eso fue un problema muy grande para nuestro juego. Usamos más el juego directo, pero eso no quita que intentáramos las circulaciones. Para nosotros es fundamental que el equpo sea valiente. Se lo hemos pedido a los jugadores desde el primer momento, porque entendemos que son los mejores. Una plantilla como esta que se atreva a sacar todo su potencial va a dar un alto rendimiento. No sólo fueron tres puntos, fue una inyección de confianza doble. Los resultados son importantes, pero también la forma en que se consigue. Ganar como se hizo refuerza mucho.

–Si el Málaga tiene el mejor equipo de Segunda, ¿por qué estaba a muchos puntos de distancia del liderato cuando lo cogió? ¿No cree que es cargarse de exigencia afirmar esto?

–Lo digo porque lo creo. Si les pedimos a los jugadores que sean valientes y nosotros no lo somos, ¿qué vamos a conseguir? No tenemos ningún problema en decirlo, asumimos la responsabilidad. Es un mensaje real y lo compartimos. Es un compromiso con las expectativas que tiene este grupo. Ahora bien, eso no nos va a privar de tener la humildad que hay que tener para competir.

–En relación a eso, si no se consigue el ascenso, ¿cabe hablar sólo de fracaso del equipo y de su trabajo?

–Me plantea que haga un análisis de conclusión a una hipótesis. Hago los análisis a realidades, pero no tengo realidades todavía de esa situación. No sé cómo me voy a sentir si pasara eso. No pierdo tiempo en mi cabeza a dedicárselo a esa situación.