Orlando Sá y Sekou, dos apuestas fallidas por sus problemas físicos

Porque de Sekou, como de Orlando Sá, se conocían sus precedentes más cercanos en cuanto a lesiones. La diferencia reside en que el portugués llegó en plena 'economía de guerra' –fue necesario incluso recurrir posteriormente a un ERE en la plantilla para poder participar en la competición– mientras que el actual ariete lo hizo después de que  el acuerdo entre LaLiga y el fondo de inversión CVC permitiera más margen de maniobra en la recta final del mercado (gracias a ello fue factible incorporar a Víctor Gómez y Antoñín).

Orlando Sá llegó «con medio tendón de Aquiles roto» (comentario interno en el Málaga) porque no quedaba otra. Durante toda la temporada se temió que el delantero portugués sufriera una grave lesión en cualquier acción, ya fuera un salto o una carrera. Por fortuna para el club, Chavarría sí tuvo el protagonismo deseado hasta el punto de convertirse en un futbolista imprescindible, más por su movilidad que por su capacidad goleadora. El tercero en discordia, Caye Quintana, exhibió demasiadas limitaciones.

Al final el balance numérico de Orlando Sá no pudo ser más pobre. En más de un tercio de los partidos de Liga no pudo ir convocado por lesión (en 15 de los 42), así que su participación se redujo a 18 encuentros (sólo tres como titular y ninguno completo) y a una cifra testimonial de minutos (únicamente 372). A Sekou aún le queda la segunda vuelta por delante, pero a la postre se han cumplido los peores temores en el cuerpo técnico.

Porque internamente existían notorias dudas debido a las secuelas de la pasada temporada. Conviene recordar el historial clínico del ariete hispanosenegalés durante el ejercicio anterior: en noviembre sufrió la rotura del quinto metatarsiano del pie izquierdo y tuvo que ser operado; en febrero, cuando se esperaba su reaparición, se vio frenado por la misma lesión y tuvo que ser intervenido de nuevo, y en mayo, cuando el Fuenlabrada esperaba contar con él en la recta final, dijo adiós a la Liga por una rotura en el recto anterior izquierdo.

Como en el caso de Orlando Sá, la apuesta del director deportivo, Manolo Gaspar, por un delantero centro que llevaba un periodo prolongado en el dique seco ha pasado factura en los primeros cuatro meses de competición. En el club se mantiene la esperanza respecto a su papel en el equipo durante la segunda vuelta, pero no es un secreto que el contratiempo de finales de la semana pasada fue un revés importante para el cuerpo técnico e incluso para sus compañeros, conscientes de que las aspiraciones del equipo pasan por él en un elevado porcentaje.

De momento el dato más elocuente se centra en que Sekou sólo ha podido encadenar tres partidos como titular debido a sus problemas físicos. Hasta la duodécima jornada, contra el Lugo, no enlazó su segundo encuentro en la alineación. Sucedió contra el Lugo... pero tuvo que ser sustituido al descanso. Después de dos semanas de parón obligado, comenzó a disponer de minutos para tratar de coger el ritmo (29 ante el Cartagena, 10 contra el Tenerife y 7 frente a Las Palmas).

Y cuando parecía que los problemas físicos habían desaparecido –había disputado completos los encuentros contra el Burgos y el Amorebieta y había sido relevado por Cufré en la prolongación en Eibar– volvieron las molestias, esta vez en el cuádriceps. Ya nadie sabe a qué carta quedarse con el atacante y, sobre todo, tanto percance físico obliga a pensar en la incorporación de otro 'nueve' en el mercado invernal... siempre que la FIFA lo permita.