Rahmani marcó el gol que abría el marcador de un espectacular zurdazo.

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Rahmani marcó el gol que abría el marcador de un espectacular zurdazo. ÑITO SALAS

El Málaga, obligado otra vez a conformarse con un punto en casa (1-1)

Rahmani adelantó al equipo blanquiazul, pero el Oviedo fue a más e igualó un partido en el que fue expulsado Escassi

Sábado, 9 de enero 2021, 20:34

Un punto más en La Rosaleda y una oportunidad menos para ganar. El Málaga sigue con dificultades para vencer en casa, sobre todo en ... la Liga. Se adelantó en el marcador, pero luego no fue capaz de frenar al Oviedo y acabó pidiendo la hora y con un jugador menos por la expulsión de Escassi. Con una vocación ofensiva, el equipo blanquiazul apostó por el ataque, pero le faltó contundencia ante un rival que fue a más y que se vio beneficiado por el VAR, que corrigió al árbitro y no señaló penalti en el área visitante por una mano por estar apoyada en el suelo.

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El Málaga quiso hacer pleno ante el Oviedo tras el triunfo copero del miércoles en el mismo escenario, pero no fue posible. Rahmani puso por delante al equipo blanquiazul con un golazo de un disparo cruzado desde el borde del área, pero luego no aprovechó sus opciones para rematar la faena ante un rival en pleno crecimiento y que dispuso de oportunidades. Al final, el cuadro de Martiricos acabó sufriendo con un jugador menos. Aunque todo sigue casi igual, con el equipo blanquiazul instalado en la zona media de la clasificación.

Pellicer alineó un once casi nuevo en el segundo envite contra el Oviedo, en este caso en la competición liguera. Y con una ausencia inesperada, la de Luis Muñoz, que deberá guardar diez días de cuarentena tras estar en contacto con un positivo en coronavirus. La apuesta inicial del técnico fue más ofensiva que nunca, con seis jugadores creativos entre el centro del campo y el ataque, buscando desde el arranque del choque sus mejores opciones en la puerta rival. El cuadro asturiano se vio superado por los blanquiazules en los primeros instantes, si bien el exmalaguista Blanco avisó de su peligro nada más comenzar el choque.

LAS CLAVES

  • Claro 4-4-2. Pellicer sigue apostando por el sistema más clásico, pero en esta ocasión con Chavarría y Caye arriba

  • Equilibrio tras el gol. El partido se abrió después del tanto de Rahmani, lo que dio opciones a un Oviedo que fue a más

El ataque del Málaga estaba muy poblado, lo que facilitaba que las aproximaciones fuesen, al menos, peligrosas. Y muy pronto llegaría la jugada de la tarde en La Rosaleda en el golazo de Rahmani: el extremo sacó un córner en corto a Cristian, que la devuelve para que se desplace hasta el borde del área para lanzar un espectacular zurdazo que entró por el palo contrario de Femenías. Jugada ensayada y trabajada, que salió todavía mejor por la pasividad de la defensa visitante. Rahmani volvía a brillar con un tanto valioso y de gran belleza.

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Eficacia inicial

La eficacia malaguista estaba siendo casi desconocida, si bien quedaban muchos minutos por delante. Como era de esperar, el Oviedo reaccionó adelantando sus líneas y subiendo un poco la presión sobre el rival. De hecho, en pocos minutos fue creciendo para hacerse con el control del encuentro. Llegaron algunas oportunidades y un gol anulado por un claro fuera de juego. El Málaga, por su parte, necesitaba reaccionar para dejar de sufrir, y lo hizo progresivamente para buscar el segundo tanto en varias opciones en las que le faltó acierto. De esta forma, llegó de nuevo el equilibrio.

Pero la amenaza del cuadro de Ziganda era constante ante un Málaga con gran distancia entre sus líneas y dejando su suerte en manos de los ataques rápidos y verticales o los contragolpes que deberían culminar sus dos arietes. Y nada más arrancar la reanudación, llegó el empate: pase en profundidad que recoge Nahuel en un 'mano a mano' con Dani Barrio para marcar después de golpear el balón en Lombán. De nuevo se complicaba la vida el Málaga en casa. Perdió su ventaja y el nuevo plan pasaba ahora por recuperar las mejores sensaciones que le permitieran marcar de nuevo.

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Los cambios se presentaban como esenciales. Entró primero Jairo y el Oviedo refrescó el ataque para buscar soluciones. La situación se complicó poco a poco para el Málaga. Primero al no señalar un penalti el colegiado por una mano en el área del Oviedo (desde el VAR advirtieron que el jugador visitante tenía apoyada la mano y el colegiado vio la jugada y dio marcha atrás) y después con la expulsión de Escassi. El Málaga estaba ya obligado a conformarse con el punto. Al final lo consiguió.

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