
«La hipnosis tiene mucha parafernalia de charlatanes alrededor»
Psicólogo ·
«Una persona hipnotizada nunca haría nada en contra de su voluntad», asegura y defiende la utilidad clínica de esta técnicaSecciones
Servicios
Destacamos
Psicólogo ·
«Una persona hipnotizada nunca haría nada en contra de su voluntad», asegura y defiende la utilidad clínica de esta técnicaHipnosis. Algunos la consideran interesante, a otros les infunde miedo. Algo que tiene mucho que ver con los mitos. Esa persona que, subida a un ... escenario, hace cosas en contra de su voluntad y que, después de salir de un supuesto trance, ya no se acuerda de nada. Asegura Carlos Barea (Algeciras, 1986) que nada tiene que ver eso con una hipnosis seria con fines terapéuticos. Es uno de los pocos psicólogos en Málaga que trabaja con una técnica siempre rodeada de cierto misticismo. En esta conversación aborda la hipnosis para SUR y, de paso, destierra los tópicos más consolidados. «Nadie que lea la entrevista va a salir haciendo la gallina o flotando recto como una tabla en una sesión de hipnosis», promete antes de responder a las preguntas del entrevistador.
–Hipnosis. ¿Un estado de consciencia como cualquier otro o es algo más profundo?
–Hay varias escuelas y cada una defiende una teoría. Algunas, efectivamente, hablan de una hipnosis de estado. Otras, más antiguas, de un trance. Luego también se puede ver como un proceso casi de influencia social. La teoría más moderna es la de la neodisociación, que entronca en la alta especialización del cerebro humano. Divide al cerebro por tareas y le da una función a cada parte. A la parte más inconsciente, por así decirlo, le otorga la función de la sugestión hipnótica. Pero la hipnosis en sí es una técnica, es un procedimiento.
–¿Es posible hipnotizar a una persona en contra de su voluntad o se requiere una base de confianza?
–La hipnosis no se puede hacer en contra de tu voluntad. Es muy importante el consentimiento, es algo primordial. Los que utilizan la hipnosis en contra de nuestra voluntad son los publicistas, que nos meten ideas y deseos en la cabeza.
–¿Usted se ha sometido alguna vez a la hipnosis?
–Claro. Para aprender a hacer hipnosis tienes que experimentarla. Además, la hipnosis se enseña casi como una práctica dirigida. Alguien te la enseña y luego la pones en práctica. Se trabaja mucho en pareja.
–¿A qué sabe? ¿Qué se siente?
–A mucha relajación y a mucha concentración.
–¿En qué se distingue entonces de la meditación?
–En que el que está haciendo hipnosis sabe que está hipnotizando y tiene una intención terapéutica. Eso, claro, si hablamos de la hipnosis clínica. No de las hipnosis de espectáculo ni nada de eso.
–¿Usted hablaría de estado de trance?
–Ahora mismo es un término muy controvertido. Pero, al final, para que se entienda, sí. Podríamos hablar de trance. Yo diría que es un estado de hiperrelajación.
–¿Una persona hipnotizada es capaz de hacer cualquier cosa que se le diga?
–No. Nunca haría nada en contra de su voluntad. Eso es lo que nos transmiten los espectáculos de hipnosis, ¿verdad? El tío hipnotizado que se pone recto como una tabla o que empieza a hacer la gallina. Pero eso no es así.
–¿Cómo se procede para llevar a una persona a un estado hipnótico?
–Es un procedimiento. Primero hay una fase de inducción en la que hay que encontrar la puerta de entrada. Luego una fase de profundización y, finalmente, una fase de estabilización. En esa fase de estabilización es donde se pueden introducir las sugestiones. Para salir de la hipnosis, el proceso es el mismo, solo que al revés.
–Habla de una relajación extrema para la persona hipnotizada. ¿Qué pasa con usted? ¿El proceso de hipnotizar a alguien consume mucha energía?
–Es un proceso intenso, sin duda. Requiere mucho esfuerzo por parte del terapeuta, pero suele ser algo agradable. Al final, son dos sistemas nerviosos en absoluta sintonía.
–¿Cómo se da cuenta de que la persona ha pasado esa fase de inducción, de que está hipnotizada?
–Hay señales. Por ejemplo, el parpadeo de los ojos. La cara coge una tonalidad distinta. Aunque no se cambie de color, es algo que tú notas. Hay que tener cuidado con no hacer una hipnosis demasiado aburrida y que la persona se te duerma.
–¿Dónde ve usted un uso terapéutico de la hipnosis?
–Donde más evidencia científica hay es en el dolor crónico. También funciona bien con las enfermedades psicosomáticas o trastornos. Y, bueno, en la ansiedad y con la depresión. Lo que ocurre es que la gente llama porque ve en la hipnosis el último recurso para solucionar sus problemas. Pero el que tiene que decidir si es conveniente o no es el psicólogo. Y siempre dentro de un tratamiento integral.
–¿Qué códigos éticos marca una aplicación correcta de la hipnosis?
–El código deontológico de los psicólogos. Al final, yo creo que esto es muy importante. La hipnosis tiene mucha parafernalia de charlatanes a su alrededor. Es algo que se ha hecho famoso por los espectáculos de espiritismo y demás. Donde yo me he formado, solo enseñaban a psicólogos y a médicos. El primer contacto que tuve con la hipnosis fue en la Facultad de Psicología.
–¿Se puede hacer con cualquier persona o hay rasgos que hacen que unas sean más propensas a la hipnosis que otras?
–Hay algunas que son más propensas que otras. Se hace una valoración previa de la sugestionabilidad.
–¿La hipnosis también puede ser conveniente para tratar las fobias más mundanas como, por ejemplo, acudir al dentista?
–Es una cosa más que te va a ayudar. Pero es lo que he dicho antes. Dentro de un tratamiento planificado y siempre que se considere conveniente.
–¿La hipnosis también puede ser una técnica autoritaria de manipulación?
–Eso es muy peliculero. La hipnosis más real, como he dicho antes, parte del consentimiento.
–¿Qué opina de ofertas del estilo una sesión de hipnosis para dejar de fumar por 600 euros?
–Probablemente, salgas de ahí pensando que si quieres ser el único tonto que se gasta 600 euros para gustar un CD y sigue fumando.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.