Óscar Rosa: «Me encantaría poder resolver el caso del niño pintor de Málaga, me ha atraído desde el inicio»
Detective privado, escritor, profesor y conferenciante, es un gran divulgador de su profesión y un enamorado de sus ritos y rutinas
Óscar Rosa (Málaga, 1974) es detective privado, escritor y profesor. Su padre y sus tres hermanos se dedican a esta profesión en la empresa familiar. ... Mantiene desde 2022 el podcast 'Historias de detectives de verdad' usando el álter ego 'El Loco del Fondo' y este año Planeta ha publicado 'De Baker Street al Paseo de la Castellana', un ambicioso libro en el que repasa la historia de este colectivo en España y resuelve todas las dudas sobre una profesión tan misteriosa como apasionante.
–¿Por qué se hizo detective?
–No me quedaba otra. O sea, elegí ser detective privado, pero es que a nivel de sangre no me quedaba otra que ser detective privado.
–¿Tiene la sensación de que la gente que habla con usted toma precauciones para que no piense que ocultan algo?
–Cuando conoces a alguien siempre hay como una pequeña broma, ¿no? De cuidado con él que es detective privado, cuidado que me puedes seguir, cuidado que me puedes... Pero no, no, no. No tengo esa sensación.
–¿Ha cazado a muchos malos?
–A muchos.
–¿Y cómo son los malos de cerca?
–El malo de cerca es exactamente igual que el bueno, pero el disfraz que lleva es el de bueno. Lo que ocurre es que es capaz de hacer algo, una estafa, un fraude, un engaño, una mentira, pero es exactamente igual que el bueno.
–¿Los detectives no llevan pistola en España?
–Los detectives en España no llevan pistola. El detective que lleve pistola tiene el mismo derecho a llevarla que cualquier ciudadano que quiera llevar pistola. No es como en las películas.
–¿Ha seguido a alguien?
–Claro, muchas veces. He hecho muchos seguimientos.
–¿Y ha perseguido a alguien que huía?
–No, no he llegado a ese tipo de huidas, pero sí es algo muy típico dentro de la profesión tener que seguir a alguien que se pone por la autovía a una velocidad muy importante y, claro, te tienes que poner a su velocidad para seguirlo y no perderlo.
–¿Ha temido alguna vez por su vida?
–Sí, es una sensación parecida porque creo que tenemos como una glándula especial que cuando se encuentra en una situación de alerta o de peligro, pues el cuerpo reacciona de algún modo y piensa que se va a morir o que te puede pasar algo malo y esa sensación de llamar a una puerta o meterme en un barrio no muy bueno o en un edificio así que tengo que buscar a alguien, la he sufrido.
–¿Cómo pasa un detective el verano?
–Lo normal es que lo pasa trabajando.
–Trabaja en la playa...
–Trabajando en la playa se tiene que quitar la gabardina, se quita el sombrero y se queda con un bañador y con gafas de sol, eso sí.
–Pero siempre tendrá una lupa a mano...
–Claro, la lupa no la pierde.
–¿Es una profesión de incomprendidos?
–Sí, te diría que es una profesión de incomprendidos, sobre todo entre nuestras parejas. Dese cuenta que tienes que levantarte en ocasiones a la una de la mañana y hacer un trabajo a lo mejor de noche y vienes a las doce de la mañana o estás a lo mejor siguiendo a alguien que va a coger un avión y tienes que seguirlo y coger ese avión con él, entonces yo te diría que sí.
–¿Cómo se ve en el futuro?
–Me veo muy similar a como me encuentro ahora, más maduro, con más tablas, más técnicas de investigación y quizás eligiendo más el tipo de caso que se investiga más.
–¿Qué detective literario define mejor la profesión?
–Yo te diría que Sherlock Holmes, es muy similar al detective real, y mira que tiene más de 100 años. Tiene ese punto primero de consultor-detective privado, y la palabra consultor me encanta, el escuchar cuál es el problema del cliente y encontrarle una solución.
–Los detectives no suelen tener compañeros, ¿no?
–No, no solemos trabajar con compañeros. O sea, trabajamos con compañeros en algunos tipos de vigilancia de seguimientos, que a lo mejor requieren que uno esté en una punta con un coche y otro a lo mejor con una moto, o incluso tres compañeros pueden hacer un mismo seguimiento, una vigilancia, o incluso cuatro. Hay operativos, que así es como se llama, que pueden tener tres o cuatro. Pero lo normal es que el detective privado no tenga un compañero.
–Y ahora me dirá que le gusta la novela de detectives...
–Me gusta, pero me gustan más las novelas históricas, las biografías, los ensayos. Lo que ocurre es que hay muy pocos libros de detectives que sean de un detective real. Entonces, rechazo el 99%, siempre hay un asesinato detrás. Y el detective de verdad, en España al menos, no investiga un asesinato. Cuando dices eso, te estás cargando el 95% de todas las novelas negras. Creo que es una profesión muy desconocida por el público y tengo la seguridad de que si la divulgo y la difundo, más personas la conocerán y, cuantas más personas la conozcan, es más trabajo, no solamente para mí, sino para todo el colectivo.
–¿Qué caso relacionado con Málaga le gustaría investigar?
–¿Un caso de Málaga?, el del niño pintor, sin duda. Es uno de los casos que más me ha atraído desde el inicio.
–Si hubiera un joven que leyera su libro y quisiera ser detective, ¿cómo lo animaría?
–Si ya tiene decidido hacerse detective privado, lo primero que le diría es que busque una universidad que más se adecue a lo que él está buscando. O que lo haga o bien de manera virtual o bien de manera presencial. Hay un futuro enorme como detective privado.
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