Borrar
Pasajeros, anoche en la estación María Zambrano de Málaga Salvador Salas
«Me voy el martes a Shanghai desde Madrid y no sé cómo voy a llegar»
Málaga

«Me voy el martes a Shanghai desde Madrid y no sé cómo voy a llegar»

La estación María Zambrano se llena de historias de pasajeros atrapados en los trenes o sin poder llegar a sus destinos

Martes, 29 de abril 2025, 01:26

La puerta de la estación María Zambrano se convirtió ayer por la tarde en un hervidero de personas y de historias. La larga cola que esperaba para tratar de conseguir un taxi, que no había ni uno disponible en la parada en la marquesina de la entrada principal, se sumaba al barullo de gente agolpada en la puerta.

Y es que, en una decisión muy pocas veces vista, la terminal malagueña fue desalojada y la entrada quedó clausurada y custodiada por la Policía Nacional durante horas.

A las puertas, se mezclaban los que buscaban algo de información: ya fuera sobre el destino de sus familiares atrapados en trenes que estaban circulando en el momento del apagón. O sobre las posibilidades de llegar a viajar ese día hasta su destino.

«Me voy mañana (por hoy) a Shanghai desde Madrid y no sé cómo voy a llegar», aseguraba un pasajero que acababa de llegar en moto. Aunque tenía un asiento en un tren reservado para la tarde de ayer, ante la imposibilidad de viajar ya se planteaba tratar de conseguir un billete de avión desde el aeropuerto; o, directamente, coger el coche e irse para Barajas conduciendo.

Otros se lo tomaron con filosofía. «Mi AVE tenía que salir a las 17.00 horas para Madrid, pero sólo nos dicen que no hay electricidad y no saben si recomendarnos si es mejor irnos a casa o esperar», es la experiencia de Adriana y Rafael, que viven en Madrid, llegaron por la mañana a trabajar durante unas horas en Málaga y esperaban volver por la tarde a casa. «Nos vamos a quedar porque, conociendo a Renfe, para que me reclamen a mí prefiero ser yo la que reclame», se ríe.

Salvador Salas

Atrapados en un tren

La otra situación que vivieron cientos de malagueños ayer, fue la de verse atrapados en los trenes que iban circulando. Es el caso de Pedro García, conocido experto en recursos humanos, socio de la consultora malagueña Betancourt. «Me ha pillado el apagón en un tren de camino a Córdoba», explica. «De 12,30 a 15,30 hemos estado encerrados en un túnel, hasta que han habilitado una escalera y hemos salido andando por las vías». Una vez en Córdoba, el directivo describe la situación como «un desastre: gente tirada, sin información, la estación cerrada y sin bares, un calor tremendo, y los taxis que rechazaban venir a Málaga o a Sevilla porque no tenían gasolina».

«Finalmente, hemos encontrado uno que si podía y nos hemos juntado de forma espontánea cuatro personas que veníamos a Málaga», continúa. Finalmente, a última hora de la tarde consiguió llegar a casa. Aunque está «muy desorientado», Pedro García se queda con la solidaridad y la iniciativa espontánea de la gente: «Nos hemos organizado, hemos exigido que se abran las puertas y haya ventilación. Algunos pasajeros han atendido a los bebés y a los ancianos, para ayudarles a bajar las escaleras, y los que podían han traducido para los extranjeros la poca información que teníamos».

Colapso en los autobuses

Derivado de lo anterior, en el transporte por carretera el panorama no era mucho mejor. En el lateral de la estación había un centenar de personas esperando para coger el autobús a Torremolinos o Fuengirola. El que menos llevaba una hora esperando. Unos metros más adelante, otra cola aún mayor, en este caso, de viajeros que esperaban un autocar para desplazarse al aeropuerto de Málaga.

Y por último, una tercera fila, no inferior a las anteriores, de ciudadanos que aguardaban para coger un taxi. La parada estaba vacía y sólo pasaba alguno de manera muy esporádica. «Nos están tocando viajes muy largos», comentaba un profesional. «Yo voy ahora mismo a Ciudad Real, imagina lo que voy a tardar en volver a Málaga».

La situación era realmente caótica. Una embarazada que tenía una cita en el Clínico a las 13.30 horas, que finalmente le cancelaron y que se quedó sin medio para volver a Benalmádena. O una pareja de Fuengirola que había venido también al hospital y que había vivido una odisea para llegar a la estación de autobuses, donde quedaron atrapados. Entre los que esperaban, aunque sin rumbo definido, había un grupo de sesenta jubilados que habían disfrutado de unos días de vacaciones en Estepona y pretendían volver en AVE a Madrid a las 18.45 horas. Pero el tren, como tantos otros, se canceló y se vieron tirados en la calle. No tenían dónde ir y, además, se habían quedado incomunicados por la afección de la telefonía.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur «Me voy el martes a Shanghai desde Madrid y no sé cómo voy a llegar»