Málaga vuelve a los chiringuitos

Es inevitable no alegrarse de la vuelta de los chiringuitos a nuestras playas, de ese fin del 'cal y canto', de la tristeza de las persianas desplegadas llenándose del polvo de la arena o de las sillas y mesas amontonadas dentro de los restaurantes. Esta inaugurada 'fase uno' ha servido a muchos establecimientos hosteleros para ponerse a punto con el objetivo de desplegar sus nuevos encantos durante este fin de semana: volver a sus terrazas, comandas y servicios, respetando todas las normas de seguridad, eso sí.

Ayer se pudo comprobar que muchos lo han hecho por todo lo alto, aunque la vuelta de gran parte de estos merenderos no fue como se esperaba. Y es que, ¿cómo se imaginaban el primer día en la Costa del Sol cuando abrieran de nuevo nuestros espacios de restauración favoritos? Puede que pensáramos que una avalancha de aficionados a los espetos se agolparía a las puertas de los chiringuitos y se pelearían por sus terrazas. Lo cierto es que todo fue ayer más controlado y liviano, aunque las ganas de volver a probar el pescaíto frito estuvo muy latente. En Torremolinos, por ejemplo, el restaurante Los Manueles, un establecimiento líder del sector en la zona, lleva prestando servicio desde el viernes. Manuel Villafaina, hijo del propietario (con su mismo nombre) de este restaurante y presidente de la asociación de Empresarios de Playas, explicó ayer que aunque el primer día fue «algo complicado porque muchas cosas se hicieron sobre la marcha», la respuesta por parte de los clientes fue excelente: «Son muchas cosas nuevas que tenemos que tener en cuenta a la hora de prestar el servicio. Hemos dado una charla entre el personal para conocer las normas que hay que seguir», relató. Aunque han tenido ocupada la terraza la mayor parte de los días, no han logrado un 'lleno total' durante las horas punta, como sucedía antes de la pandemia. Villafaina padre asegura que «la gente tiene que tomar confianza» para volver a estos hábitos, aunque opina que esto no es posible si no se genera desde el Gobierno central: «Creemos que en la restauración no va a haber un 'boom' al principio. La economía tiene que ir recuperándose y la gente perder la desconfianza que nos ha dado el confinamiento», asevera el propietario de Los Manueles. En su terraza, Ángeles Pérez se tomaba el café de media mañana con su hijo y aunque confesaba que ambos no llevan mascarilla cuando están lejos de grupos , toman «todas las precauciones necesarias» para retomar su vida: «Los chiringuitos son fundamentales. Esto tenía que pasar tarde o temprano. La restauración tiene que volver a activarse, hay muchas familias que están 'en la cola del hambre' porque muchos establecimientos no pueden abrir. Esto no puede ser», se sincera esta vecina.

En el mismo paseo marítimo de Torremolinos, Copacabana también reabrió con horario bastante extenso. Desde el mediodía hasta las once de la noche prestan servicio en sus terrazas a quienes quieran disfrutar de un almuerzo frente al mar. Nontuel Meulen Alonso, trabajadora de este establecimiento, explicó a SUR con alegría su vuelta al trabajo, aunque reconocía que los últimos días han «estado tranquilos» en cuanto a afluencia al chiringuito: «La gente ha respetado mucho las distancias. Parece que en los restaurantes son conscientes de eso. Es cuestión de acostumbrarse a atender con mascarilla y a guardar una distancia con el cliente, tenemos que protegernos a nosotros y a ellos», explica la joven.

Aunque en esta zona, y como en algunas otras de la costa, no todos los establecimientos han decidido reabrir sus puertas este fin de semana, Shamba sí lo ha hecho y, además, por todo lo alto con un completo en las reservas de sábado y domingo. Su propietario, Elías Moreno, contó ilusionado que esperan «medio salvar la temporada», mirando hacia el futuro con optimismo y esperando a sus clientes más fieles, que asegura que suelen acercarse de todas partes de Málaga.

Manuel Villafaina, el presidente de la asociación de Empresarios de Playas, sostuvo que es más «realista» con el asunto de ganar lo perdido. Así, afirmó que es «imposible» salvar la temporada cuando han pasado delante de nuestros ojos fechas tan importantes para estos establecimientos como la Semana Santa, comuniones o la cancelación de eventos, como San Juan o el día de El Carmen. Aún así, Villafaina cree que el gremio saldrá adelante como lo ha hecho en otras crisis: con esfuerzo, paciencia y, a veces, solicitando préstamos bancarios que devuelven cuando el negocio remonta. En Marbella, por ejemplo, hemos visto también gran afluencia de público en los principales establecimientos que retomaban su servicio, aunque el 25% de ellos aún siguen con la persiana bajada. Trocadero Arena, Torcadero Playa o Nuevo Reino han sido alguno de los restaurantes que han decidido retomar su actividad, aunque esta tendencia se ha extendido desde Las Chapas hasta San Pedro de Alcántara.

Dando un pequeño salto para volver hasta la capital, en Pedregalejo, una de las zonas más controvertidas en estos últimos días por la afluencia masiva de público en ciertos tramos del paseo, se veía a mediodía otra imagen. El restaurante El Merlo abrió sabiendo que el optimismo y la alegría son fundamentales para afrontar la vuelta a una rutina diferente: «No podemos estar todo el rato centrados en lo que ha pasado y en lo que hemos perdido. Tenemos que mirar hacia adelante», aseguró Juan Antonio Amador del Olmo, dueño del establecimiento. Cuenta, además, que el martes fue el primer día que levantaron su cierre temporal y fue «estresante» al no estar acostumbrados a trabajar aún con la distancia, aunque sí lo mantienen a rajatabla. La buena noticia es que a su plantilla se han sumado tres trabajadores más debido a la incertidumbre de la vuelta: «No es viable económicamente, pero muchas familias lo necesitan. Estos trabajadores que hemos contratado eran extras los fines de semana», relata Amador del Olmo.

La Policía Local, que vigila continuamente la zona de Pedregalejo a raíz de los altercados a comienzo de semana, asegura que la afluencia en los últimos días ha sido más tranquila de lo esperada. Aunque algunas terrazas se completaban, aún hay dudas latentes y algo de miedo. «El 90% de los establecimientos han cumplido con las normas. No tratamos de ir los primeros días a sancionar lo más mínimo, pero sí advertimos para que se cumplan las distancias», aseguró un agente de la Policía Local a este medio.

Con la ilusión de retomar nuestras costumbres, seguiremos atentos a las novedades de los chiringuitos y restaurantes que tanta alegría dan a los paseos.