
La consulta de Covid persistente del Hospital Regional de Málaga atiende a un centenar de pacientes
Entre un 5 y un 10% de los enfermos que han padecido una infección por SARS-CoV-2 presentan síntomas prolongados
La consulta de Covid-19 del Hospital Regional (antiguo Carlos Haya) sigue a un centenar de pacientes con Covid persistente desde su apertura en 2020. ... A cargo del servicio de enfermedades infecciosas del centro hospitalario, en la consulta se atiende a personas que una vez pasado el coronavirus, continúan con múltiples y variados síntomas de prácticamente todos los órganos y sistemas. Los más frecuentes son el cansancio extremo o la disnea.
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El servicio de enfermedades infecciosas del Regional habilitó una consulta postCovid en mayo de 2020 para atender inicialmente a los pacientes que presentaban secuelas tras la fase aguda de SARS-CoV-2, que afectaban fundamentalmente a la esfera respiratoria, como insuficiencia respiratoria, bronquiolitis o fibrosis pulmonar secundaria a la neumonía grave intersticial desarrollada en la fase aguda. Desde entonces y hasta la fecha, han atendido a un millar de pacientes.
El jefe de servicio, José María Reguera, señala que la mayor parte de los enfermos recibían un seguimiento telefónico al mes de alta hospitalaria; gran parte de ellos estaban totalmente recuperados. «Sin embargo, detectamos que en torno al 20% requerían revisión por neumología debido a secuelas respiratorias de la infección aguda o porque presentaban patologías directamente relacionadas como tromboembolismo pulmonar y otro 20-25% sufrían síntomas generales. En este grupo es donde empezamos a detectar el Covid persistente», explica el doctor Reguera.
En este sentido, el experto en enfermedades infecciosas indica que en torno al 5-10% de los pacientes que han padecido coronavirus desarrollan síntomas persistentes tras la fase aguda. Así, se ha determinado que el Covid se considera persistente si a los tres meses de la infección aguda continúan los síntomas en múltiples órganos, fluctuantes en intensidad y localización, que se prolongan en el tiempo. «Es como si la fase aguda realmente no hubiese finalizado y se prolongasen los síntomas, que pueden ir variando e incluso apareciendo síntomas nuevos», dice Reguera.
La mayor parte de los síntomas tienen que ver con astenia o cansancio extremo y sensación de disnea, pero al contrario que el caso de las secuelas, con pruebas radiológicas y funcionales pulmonares normales. También hay pacientes que presentan caída del cabello, palpitaciones y taquicardias, dolor torácico inespecífico, persistencia de ausencia de gusto y olfato con olores y sabores fantasmas, cefalea, pérdida de memoria y concentración. Otros, también refieren síntomas como dolores articulares y musculares, labilidad de la tensión arterial con tendencia a la hipotensión, mareos, vértigos, trastornos digestivos, febrícula o picos febriles esporádicos. Muchos también sufren frecuentemente insomnio y alteraciones del ánimo y ansiedad.
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Así, los enfermos con sospecha de Covid persistente son valorados en la consulta en una primera aproximación, normalmente telefónica antes de la derivación, en la que se enfoca la sintomatología principal y las pruebas que van a requerir. «Se le da una cita presencial en la que se lleva a cabo una historia clínica completa, exploración física con toma de constantes incluyendo la saturación de oxígeno, una analítica completa y otras pruebas complementarias si son necesarias», explica el jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas. Tras esto, son revisados con el resultado de las pruebas complementarias y, según estos y la situación clínica, o son dados de alta del seguimiento o se les revisa cada tres meses inicialmente, si la sintomatología persiste. Muchos de los pacientes precisan valoración por otros especialistas, fundamentalmente de los servicios de neumología, neurología, cardiología o rehabilitación.
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