Carlos Arroces ultima su entrada en Málaga con la apertura de cinco establecimientos

Para la apertura de las tiendas, la empresa arrocera alicantina estima la contratación inicial de 34 personas más un delegado de zona, ya que en cada una de ellas trabajará una media de ocho personas (tres durante el servicio y cinco o seis 'riders' propios).

Carlos Arroces es una empresa que sólo atiende pedidos a domicilio o para recoger. Sus locales funcionan como obrador y apenas cuentan con una cocina y una barra para atender los pedidos. Actualmente atesoran once locales en Madrid, por lo que Málaga será la segunda ciudad en la que tomen posiciones.

El fundador de la empresa, Carlos Ripoll, explica que llevan cuatro semanas peinando locales en toda la provincia y que esta semana prevén cerrar las ubicaciones definitivas. Mientras tanto, adelanta que todos estarán ubicados en calles principales con gran visibilidad y paso de vehículos. Al no atender clientes de forma física, sus establecimientos serán pequeños pero bien ubicados, preferentemente con fácil aparcamiento o una posible parada cercana.

Ripoll recuerda que quieren entrar en la Costa del Sol desde hace tiempo, ya que consideran que es una zona con mucho potencial y en donde pueden atraer tanto al público local como a turistas vacacionales o extranjeros con segunda residencia. Los cinco primeros establecimientos los explotarán directamente ellos, pero su intención es seguir creciendo de la mano de franquicias.

La empresa cuenta con entre ocho y diez variedades de arroces que elaboran al momento y bajo pedido. A diferencia de otros establecimientos arroceros, ellos cocinan los platos sólo cuando reciben un encargo y los entregan en la misma paellera previo pago de un depósito. Por esto mismo, suelen contar con repartidores propios. «Son paquetes muy anchos y no sirve cualquier moto», puntualiza Ripoll.

Para la entrada en Málaga prevén incorporar nuevas variedades, sobre todo de paellas con más pescado o marisco. Además, Carlos Arroces también dispone de una pequeña carta de vinos que ofrecen a los clientes. El responsable de la empresa explica que cuentan con un acuerdo con la bodega Matarromera, que es quien les suministra de forma prioritaria los vinos.

La compañía cuenta, además, con unas cocinas centrales en donde elaboran todos los productos y los envían a las tiendas: desde caldos caseros a toda la verdura o la carne. «El objetivo es que la paella sepa exactamente igual en Marbella que en Madrid», sentencia Ripoll.