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I. GELIBTER
Sábado, 7 de enero 2017, 01:37
Amelia, la matriarca de la familia Alonso -de Cádiz-, es la que decide la mayor parte de los viajes que realizan, que suelen ser a zonas rurales de Andalucía o de España. «Lo hacemos por el gusto que le tenemos a la naturaleza. Solemos pasear y caminar por la zona, y cuando cae la tarde nos vamos a disfrutar la casa que hayamos alquilado. Allí solemos jugar a juegos de mesa, comentar el día y descansar», relata.
Antes de visitar la zona del Guadalhorce y el Caminito, la familia Alonso, formada por la propia Amelia, Manolo, Carlos, Sandra, Rafael y Laura, ya habían estado en la Serranía Ronda. «Aquí nos han soprendido los precios, sobre todo. Desde restaurantes en los que hemos comido muy bien hasta algún bar de Ardales en el que creíamos que se habían equivocado con la cuenta de lo barato que era», señala.
En estos tres días que han estado por la zona, los Alonso han visitado el Caminito del rey, el Torcal, la ruinas de Bobastro y lo intentaron con las Cueva s de Ardales, pero no había plazas. «Un buen motivo para volver, sin duda alguna», añaden.
Manolo sí que tiene una cosa en mente que quiere dejar claro. «Esta zona está genial, y lo mejor que le puede pasar es que no cambie. Las infraestructuras son geniales pero sigue siendo un pequeño pueblo con toda su esencia. Esa es la clave de todo este éxito, debe continuar así», sentencia.
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